GRACIAS A TI, MADRE.

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[No puedo entenderlo]

Las cigarras, el sol abrasador y la cálida brisa de verano hace que su sangre gorgotee.

Los ligeros bálsamos de los tintes de la realidad mezclados en la vida natural. Abriéndose como el florar de un centenar de rosas.

Nubes que surcan los mares aéreos y se extienden por toda su plenitud.

Ríos cayendo y viajando a través de las montañas. Animales, insectos y demás seres vivos conviviendo en la magnificencia de este mundo.

[¿Por qué mi familia es así?]

Orejas largas y pelaje despeinado. Ojos rubi y tez morena.

Una mirada airada acompañada de un semblante de inquietud y desespero.

Son los cristales del pasado que reflejan hacia el presente los pequeños fragmentos de recuerdos acumulados en su corazón.

Dentro de un pequeño pecho de una niña.

[¿Por qué no dicen nada?]

Delante de esta niña la extendida percepción de la realidad se mezcla en un arremolinado torbellino de colores claros distorsionando los costados de su mirar.

Era un kimono hermoso de recuadros blancos como la nieve, manchado de un rojo que surca cada apartado de la tela. Húmedo, lleno de manchas de agua y lodo.

[No es justo...]

La dueña de este kimono tiene una mirada amable. Aun con el rostro mallugado y mojado.

[¿Por qué hacen esto?]

Esa pequeña niña cierra sus puños molesta. Siente una gran ira hervir dentro de su sangre. Casi puede llegar a entender cómo se siente una olla de agua hirviente pues su estómago gorgotea.

[Mi abuela es una persona amable, mi padre también. Mi madre...]

Entre los vórtices de luz clara que se refleja en los márgenes de su mirada poco a poco comienza a aclararse una imagen distorsionada de su pasado. Su madre parada con una toalla observando a la mujer anciana.

Rumi cierra sus puños con tanta fuerza que ese día más tarde las palmas poseen marcas de moretones.

Esa misma tarde de verano...

―Está bien

Los dedos de la mujer adulta se resbalan a través de las fibras de cabello de su joven nieta.

Apenas un infante de unos 6 años de edad.

―Las personas pueden hacer cosas malas, pero, no por eso debemos encasillarlos como personas malvadas.

―Pero ellos nos tratan como basura...

―Oh, ¿De dónde aprendiste esa palabra? Basura es algo muy fuerte para salir de tu boca.

―Los niños dicen que nuestra familia es una basura...

Con sorpresa, Rumiko cambio de las fibras de su cabellera hacia su cabeza. Acariciándola con gentileza.

[Ellos son malos.]

Rumiko pensó que quizás esa manera de pensar las cosas por parte de su nieta era la manera correcta. La realidad y la verdad suelen verse trifurcadas, pero no por eso deben verse ligadas.

―No son malos.

―¡Pero―

―Las personas pueden tener malicia en su corazón, pero muchas veces es producto de la ignorancia. Creer que algo no es para ellos no viene de sí mismos, quizás viene de algo más que los llevo a esta conclusión ―Rumi acerco su mirada, ella se dio la vuelta y su delgado cabello corto parecía hundir los dedos de su abuela―. A lo largo de la historia se ha dicho en dualidad que el humano es malvado por naturaleza, a menos de que lo precisen de ser bueno. O, también está el caso de que el humano es bueno por naturaleza, mientras que el mundo es quien lo corrompe. En realidad... no creo ninguna de las dos.

Decay:KING OF VILLAINSWhere stories live. Discover now