8. Saltando las barreras que dejó el ayer.

1.7K 86 65
                                    

Mateo

—Buen día, vago— me saludó mi viejo.

Yo ignoré lo que me dijo y fui para la cocina a buscar algo para comer, tenía demasiada hambre, como para que me pongan diez caballos en la mesa y comérmelos de un tirón. Encontré empanadas adentro de la heladera y me agarré cuatro, después iba a venir por más.

Eran las dos de la tarde y me acababa de levantar, dormí doce horas de corrido. Hoy no tocó ir al colegio porque, por lo que entendí, los profesores tenían que hacer capacitaciones y era un feriado para nosotros, justo a mitad de semana. Una garcha, pero no me quejo.

Me senté en la mesa y me puse a comer en silencio. No quiero ni que Dios me dirija la palabra.

—¿Cómo van las cosas con esta chica?— preguntó mi viejo, sentándose en frente mío.

Yo alcé los hombros.

—Bien, tranqui— contesté.—. Nada que no sepas— advertí para después acomodarme el pelo. Hoy lo tenía suave, increíble.—. ¿Viste el otro día que me agarré con el gorreado del profesor? Ella se enteró y se re calentó mal, flashé que me quedaba sin minita.

—Mayra me gusta más para vos— opinó, totalmente fuera de la conversación.

—Ni loco, hermano— negué riendo.—. Encima no me hablo con ella desde el lunes, está enojada y me cansé de andar atrás de ella para pedirle perdón. Que se vaya a cagar— dije corriendo el plato para un costado.

—Pero ¿qué pasó?— consultó confundido.

—Se puso del lado de Maximiliano cuando discutí con él y la puteé de mil formas, es una pelotuda— recordé mirándolo a mi viejo, él alzó las cejas extrañado.—. Cuando le conviene se pone de su lado porque quiere aprobar, pero después me trata de maleducado a mí por contestarle las boludeces que me dice el otro.

—Bue, no te calentés— murmuró despreocupado.—. Ya va a venir y te va a pedir perdón.

—Me lo paso por el orto su perdón, la metió a Franccesca en el medio sin tener un pomo de idea de lo que decía.

—Ah, no, ahí ya no...— se retractó, haciéndome fruncir el ceño a mí.—. Estar del lado del novio o garche antes que de los amigos es cualquiera. La mina tiene un sexto sentido que vos no tenés, y si desconfía de Franccesca es por algo.

—Pero chupame un huevo, Pedro— me quejé.—. Mirá si voy a dejar de hablar con alguien solo porque a mi mejor amiga le saltó la térmica, por favor— lamenté, imaginándome lo graciosa que sería la situación.

—No, no te dice que te dejes de hablar. No seas boludo— me interrumpió el pensamiento.—. A Mayra la conocés hace años y a Franccesca hace dos minutos. Pensala.

No iba a pensar nada, yo sé cómo son las cosas.

Mi celular vibró encima de la mesa con mensajes de dos personas distintas.

[04/04 14:07] lau el mejor crack idolo (una medicada un chubutense y un negro): buenaaaas amigo y amiga del alma
[04/04 14:07] lau el mejor crack idolo (una medicada un chubutense y un negro): nos juntamos hoy a la tarde a pasear por el barrio chino? tengo ganas de engordar 5 kilos
[04/04 14:09] mayame (una medicada un chubutense y un negro): jakskaks seeeee xfa quiero galletita de la fortuna

[04/04 14:07] franui: que onnda
[04/04 14:07] franui: anoche me entraron unas ganas de verte que no las puedo explicar

No sé qué responder primero, ni a quién confirmarle algo.

cicuta; trueno.Where stories live. Discover now