10. Yin Yang.

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Mateo

-Tengo demasiados sentimientos encontrados con Franccesca- le dije a Lautaro, quien estaba a punto de terminar de armar el tercer y último porro que nos íbamos a fumar.-. Y yo te juro que pensé que entre ella y yo no iba a haber una sola chance, me da miedo estar tan enganchado- acoté para después volver a mirar a mi amigo.

-A ella seguro le pasa lo mismo- asintió, cerrando el lillo con fuerza.

-Y supongo que sí, re hija de puta si me sigue todo el rollo- aclaré, recibiéndole el porro.

Ahora nos encontrábamos en la casa de Joaquín, el cumpleañero, y con Lautaro nos fuimos a la puerta para poder fumar un rato y escapar de la cantidad de gente que había adentro. Mayra se quedó con sus amigas bailando, y por el momento no sabía dónde estaba Franccesca, pero sé que estaba en la casa.

-A mí ya me parecía que esto iba para largo cuando se vieron otra vez después de dos días- reconoció mientras yo mechaba el porro. Después de darle la primera calada, me quedé pensando lo que me dijo.-. ¿Vas a hacer algo?

-No sé, es arriesgadísimo- negué con mi cabeza.-. Hoy en la previa me encaró y me dijo que ella iba a tomar en cuenta lo que le dije sobre los chapes, también que si hoy tenía ganas de comerme a otra piba, que lo haga sin problema- acoté soltando el humo por mi boca.

-¿Lo vas a hacer?

-Qué sé yo, si se da, se da. Pero no creo, me sentiría re infiel- informé, haciéndolo reír a mi amigo.

-Nah, amigo, no hace falta que le jures fidelidad eterna si recién están empezando- explicó agarrando de vuelta el porro.-. Te está dejando en claro que no le molesta si te comés o no a otra, piensan re distinto los dos.

-¿No es peligroso que ella piense blanco y yo negro?- consulté.

-Miranos a los tres: Mayra piensa en blanco, yo en negro y vos en gris. Nos llevamos bien igual, aunque hay veces que nos queremos cagar a piñas- remató alzando los hombros. En eso tenía razón, con el tiempo nos fuimos dando cuenta que el nivel de pelotudez que tenemos los tres es irreparable, y que tampoco se podía cambiar con el tiempo.

Pero ¿qué es lo que yo tengo que común con Franccesca y por qué no me estoy dando cuenta de eso? Me cuesta encontrarlo, no nos veo ni en la personalidad.

¿En qué congeniamos?

-En mi cabeza ya somos novios- afirmé seguro.

-Está pegando, ¿no?- carcajeó soltando el humo.-. Ya tenés los ojos medio chinitos, bienvenido al club.

-Seguro adentro haya más, estaremos en un cumple eterno- avisé luego de pasarme las manos por el rostro para despertarme. Ya me estaba agarrando el sueño.

-Falta que hagamos shots de fernet- rió, dándome la suerte de tener la última calada.

Terminé de fumar y tiré lo que restaba a la vereda, con Lautaro volvimos a entrar a la casa y fuimos directo a hacernos algo para tomar, no salíamos de una que ya entrábamos a otra. Mi amigo eligió agarrarse una cerveza y yo combine vino con pomelo, no iba a parar hasta no probar todo lo que se encuentre a elección. Enzo se acercó y se hizo lo mismo que yo, dice que nunca lo había probado y que había una primera vez para todo.

cicuta; trueno.Место, где живут истории. Откройте их для себя