39. Día 5: Qué rabia me da el amor, voy a arrancármelo.

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Franccesca

Salí del baño luego de terminar de arreglarme y vi que Delfina y otras chicas seguían durmiendo, ya intenté despertarlas varias veces pero no accedieron, deciden despertarse sólo para el almuerzo. Yo haría lo mismo, pero no como hace más de doce horas y la panza ya me dolía del hambre que tenía.

Recibí el mensaje de Mateo de que él ya estaba en el comedor para desayunar, me dijo que no había casi nadie, sólo él y Mayra. Me calcé y desconecté el celular para bajar, en los pasillos no había casi nadie, pareciera que era hotel abandonado.

Me agarré una taza de café con leche y dos medialunas, quería despertarme lo antes posible, necesitaba azúcar. Ya de por sí me había levantado con los cables cruzados porque la charla del día de ayer con mi papá me había dejado de un humor extraño, que no me responda los mensajes me daba indicio a que se había enojado.

De tal palo a tal astilla.

—¿Delfi?— preguntó Mateo una vez que me senté con ellos.

—Durmiendo— respondí, echando un suspiro.—. Seguro sigue enojada, ni le pregunté— alcé los hombros con desinterés.

—Uy, chisme...— festejó Mayra irónica, haciéndome reír.—. ¿Lo puedo saber o es muy controversial?

—A vos no se te puede decir nada porque no podés mantener la boca cerrada— comentó Mateo y su amiga lo miró mal.

—¿Te pregunté, metiche?— contraatacó, para luego mirarme a mí.— No le hagas caso, yo sé guardar secretos— prometió, dándome confianza.

—Mateo y yo vimos cómo casi se comen Delfina y Matías— informé, y a Mayra se le salieron los ojos de órbita.

—Me estás jodiendo— murmuró más que sorprendida, pero yo, por desgracia, negué.

—Boquita cerrada, Maribel, que se entera Lautaro y se arma flor de lío— le advirtió el morocho.—. Yo ya lo agarré a Matías y le dije lo que le tenía que decir, ella hizo lo mismo con Delfina, así que tema cerrado— acotó.

—No es muy controversial... Es demasiado controversial— insistió Mayra, y al instante se calló.—. ¿Y si los vio alguien más del suda o del Nacional?— interrogó en voz alta, por lo que Mateo me miró.

—No había mucha gente de los colegios en ese piso— recordó él y yo asentí.—. Y si alguien los vio, Matías y Delfina están en el horno.

—Pobre Lau, no hay una que le salga bien— rió Mayra.

—Por eso, no hace falta ni que se entere ni que le llegue por ningún lado esa información— repitió Mateo para que su amiga lo entienda.

—Yo no voy a decir nada— aseguró ella.

En medio de la conversación, me llegó un mensaje de mamá.

[21/07 09:31] ma♥: Hola franu!! Como estas?
[21/07 09:31] ma♥: Ayer estuve hablando con tu papa y se ve que anda medio enojado, no le quise preguntar mucho, pero me dijo que sentia que le ocultabas algo
[21/07 09:31] ma♥: Supongo que lo dijo por tu novio, pero no quiero mal pensar nada 🤷🏼‍♀
[21/07 09:31] ma♥: No hace falta que me lo expliques ahora porque estas a mil y no quiero que sobre pienses estando en un lindo momento, sabe que conmigo podes hablar cuando quieras y que estoy disponible para lo que sea ❤

Esos mensajes me partieron al medio, hacía tiempo que no sentía a mi vieja de mi lado de la vereda con sus acotaciones fuera de lugar y que ahora  me diga esto, era como un baldazo de agua fría. 

—...puede que Matías se haya puesto muy en pedo— comentó Mayra, haciendo que vuelva a Tierra a la conversación.

—No sé, yo en pedo no me chapo a los chamuyos de mis amigos— acotó Mateo, rodeando su brazo por mis hombros para acercarme más a él.—. De última, que se agarre a una de las wachas de uno del suda, que no rompa las pelotas por nuestro grupo— insistió.

cicuta; trueno.Where stories live. Discover now