Capítulo 17 "Nuevo destino"

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Al ir en el coche de regreso a casa, Charlotte no pudo evitar derramar lágrimas a consecuencia de lo ocurrido. 

«¿Qué va a ser de mi, a partir de ahora?» pensó.

Ya era un hecho que no se casaría, siempre lo supo, pero la forma en la que se había llegado a semejante destino no era lo que hubiera planeado. Sería señalada como la amante de un libertino y, aunque su hermana fuera duquesa, eso no la salvaría de volver a revivir en ella el rechazo que desde que era una niña había vivido.

Y es que de las pocas cosas alegres que Charlotte lograba recordar de su niñez, se encontraban las palabras dulces que solía decirle su madre. Su calidez y manera de reír siempre aminoraron la decepción con la que su padre la llegó a ver. Durante mucho tiempo la trató con tan poca delicadeza que llegó a pensar que la despreciaba por haber nacido. Lo que no podía comprender era por qué.

Hasta el día que su madre murió, escuchó decir a su padre una frase que se marcó dentro de ella hasta hacerla parte de sí misma como una extremidad más. Él se quejó de tener como primogénita a una mujer, que si bien no poseía el rostro más angelado, era peor la desafortunada responsabilidad de tener que criarla y no servir de nada. Ella no tendría siquiera su apellido si algún día la vida la recompensaba con un marido, tampoco heredaría sus propiedades y mucho menos podría aprender o adquirir su profesión.
Fue ahí donde se vio a sí misma con la perspectiva de su padre.
Ella nunca podría ser como Lucille. Siempre sería rechazada.

—¡Santo Dios! Estamos perdidas por la insensatez de ese hombre —exclamó Agatha al ser notificada por Lady Brigton de que se llevaría a Charlotte al campo.

—La niña quiere irse de aquí. Y es justificable después de que ese rufián intentara seducirla.

—¿Por qué no me habías dicho?

—Estaba asustada —susurró.

—Gracias a Dios Lady Brigton que usted se ha enterado de esto para acudir en nuestra salvación —dijo mientras intentaba serenarse.

—La han confundido con su hija Lucille. Pero lamentablemente ha sido la pobre de Lottie la que fue tironeada hasta la habitación del conde —explicó.

—Que espanto. ¿Y ese hombre que ha hecho por remediar la situación?

—Nada mi lady, no espere que lo haga.

—¿No piensa casarse con ella? —preguntó, tratando de disimular que no le molestaba en lo absoluto que su hijastra menos deseada estuviera obligada a casarse con un conde.

Lady Brigton negó con la cabeza mientras Charlotte hacía uso de toda su voluntad para evitar pegar de gritos a Agatha.

—Que deshonra tan cruel. El duque no querrá involucrarse con nosotras si sabe que el honor de una de mis hijastras está en entredicho.

—Estoy segura de que el duque no lo hará —contestó Lady Brigton.

—Mi pobre Charlotte, ¿Qué le hiciste a ese hombre? Mira que no tienes nada atractivo. ¿Cómo podrías haber encendido sus deseos con esas manos callosas y esa piel quemada por el sol? —dijo mirándola.

—Prepare el equipaje de Charlotte. Se va conmigo hoy mismo. 

—Por supuesto, mi lady. En un momento bajará con todo listo.

Agatha se encargó de preparar su equipaje mientras ella se dirigía a despedirse de su hermana. No hubiera querido que las cosas llegaran a ese punto, pero si por alguna razón el duque se enteraba de la ofensa, ambas estaban temerosas de la posible reacción.

—Esto no es justo para ti —le dijo Lucille.

—No te preocupes. Yo te quiero, no es ningún sacrificio —tranquilizó con voz dulce.

"Como sello sobre tu corazón" Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin