Capítulo 48 "Tu pasado"

286 19 0
                                    

Lucille siguió su caminata por los pasillos haciendo un esfuerzo por contener el enojo que acababa de vivir junto a Louis.
Sus impertinentes preguntas le pusieron los nervios de punta y sabía que debía hacer algo para distraerse o pronto se desvanecería. Desde la crisis que sufrió el día que se torció el tobillo, no había podido dejar de pensar en Anthony y en toda su historia.

—¡Señorita Lucille!

El saludo de Lily Brown la hizo sonreír. Poco a poco calmó el temblor de sus ojos y entonces suspiró.

—¿Cómo está, lady Brown?

—Encantada de que esté aquí, me han dicho que tiene buen ojo para el arte —elogió.

—No sé quién ha estado esparciendo tales comentarios —mencionó confundida. 

—No tiene importancia de quién venga sino el favor que le está haciendo.

—Le agradezco que sea sincera conmigo.

Lily le sonrió y entonces se ofreció a acompañarla hacia el siguiente salón. Aunque en un principio le preguntó acerca del paradero de su madrastra y la reciente boda de su hermana con el duque, ambas tuvieron que callar la conversación cuando anunciaron la inesperada subasta de un cuadro.
Lucille se mostró interesada y entonces vió cómo subían a una especie de estrado lo que se podía apreciar desde su posición, la pintura de unos caballos saliendo de una casa en ruinas.

—¿Pero quién va a querer ese lienzo tan enorme y lúgubre? —desafió Lily.

—A mí me parece muy bello.

—¿Por qué? —preguntó sorprendida.

—Refleja mucha tristeza. Pero es tan real.

Lucille observó que el campo que estaba de fondo era oscuro, seco y sin vida. Las ruinas habían alzado el suficiente humo alrededor de los caballos que huían despavoridos, sin rumbo. Y en lo particular pudo encontrar una sensación de alivio, ya que cualquiera saldría huyendo de un lugar que se cae y deja de existir.

—¿Quién hizo ese cuadro?

—Linda, ¿Olvidas que es un exposición anónima?

Ella sonrió avergonzada. La sala poco a poco se llenó para comenzar la primera oferta,  pero la mayoría no estaba convencido de que algo como eso pudiera dar vida y algo de alegría a un salón, por lo que la primera ronda resultó ser casi un fracaso.

—Hay algo que no entiendo —dijo Lily.

—¿Qué es?

—¿Qué cree que quiso decir el autor con esos caballos?

Lucille volvió a mirar y entonces algo extraño se apoderó de ella. Fue como irse a parar justo ahí, a las afueras de las ruinas para averiguar la pregunta de Lily.

—Los caballos huyen de la zona porque no hay ningún refugio en ese lugar. Y al parecer estarán mucho tiempo solos, deambulando por el terreno en busca de algo con vida para alimentarse. Los colores muestran que no tienen mucha esperanza. Tal vez solo… —pausó para asegurarse de que su conclusión era la correcta —representa la huida tras una pérdida —explicó.

—¿Cree que los caballos buscan un refugio o una liberación? —cuestionó.

—¿Por qué no ambas? Perdieron su hogar, donde estaban seguros. Ahora tendrán que salir obligándose a ejercer su libertad para sobrevivir.

La mujer la miró sonriendo,  pero Lucille tuvo una especie de choque en su mente al meditar en lo que acababa de describir.
Los recuerdos la llevaron hasta ese día en el que Anthony decidió irse. Se ubicó justo en el momento que lo tuvo frente a ella y en lo confuso que resultó ver sus ojos anhelantes y al mismo tiempo escuchar la dureza de sus palabras.
Él la había soltado, a pesar de que noches anteriores se habían aferrado uno al otro con la esperanza de curarse a sí mismos. Él le ofreció una excusa que no tenía la suficiente carga como para convencerla y hasta la fecha seguía con la intriga.
¿Cómo era posible que no la amara después de todo lo que había echo por ella?
Era cierto que la había perjudicado con aquel primer beso, pero a partir de ahí Lucille reflexionó en la otra cara que había conocido de él. Un hombre que sacrificó su importante reputación para protegerla, que accedió a decir mentiras con tal de no arruinarle su futuro, que la buscó cuando huyó y que la mantuvo a salvo de Agatha mientras luchaba por cuidar su vida. Uno que no permitió que siguiera atada y que le ofreció su libertad. ¿Todo eso solamente para dejarla sola? ¿Qué sentido tenía?

"Como sello sobre tu corazón" Where stories live. Discover now