"Como sello sobre tu corazón"

Capítulo 51 "Amor verdadero"

Lucille se despidió de su hermana con la promesa de que volverían a verse a finales de aquel mes. No soportaba tener que estar otras tres semanas en París con la presencia de Anthony pisándole los talones.
Lottie y Arthur decidieron no intervenir más en ese asunto y respetaron su decisión.

Cuando llegó a Londres no quiso sumirse de nuevo en la tristeza y está vez aceptó todas las invitaciones a los distintos bailes y cenas, dispuesta a abrirse paso e ignorar el desagradable encuentro con Anthony.
Louis seguía en casa de su madre y fue inevitable tenerlo cerca cada día, por lo que después de meditarlo por semanas, aceptó sus cortejos de manera oficial.

—¿Estás segura? —le cuestionó Lady Brigton.

—Si, espero que no le desagrade.

—Conozco a mi hijo lo suficiente como para preocuparme más por ti, que por él.

Lucille bajó la mirada.

—¿Por qué Louis?

—Es un caballero.

Lady Brigton se soltó a reír con toda la intención de burlarse. Después de tanto, Lucille no podía aceptar el amor de un hombre que no deseaba. Era algo fuera de su naturaleza.

—No lo hagas, mi hijo tiene defectos cuestionables y lo sabes.

—Nadie es perfecto, mi lady.

—¿Sabes por qué creo que lo estás haciendo?

Lucille negó con la cabeza rogando al cielo que por favor se le pegará la lengua al paladar y así pudiera ahorrarle el sermón.

—Crees que si provocas a Anthony con mi hijo, él va a tomar una decisión con respecto a ti.

—Lo estoy haciendo porque ya no quiero sufrir por alguien que no me ama.

Aunque las letras de su carta habían declarado lo contrario, después de su enfrentamiento, Lucille estaba segura de que las acciones de Anthony no eran congruentes.

—Lottie me escribió, sé que viste a Anthony en París. Además es la primera vez que tomas en consideración a mi hijo, no soy tan ingenua.

La mujer no soportó más el estar de pie y con una seña sencilla le pidió a Lucille ayuda para sentarse cerca de la ventana. Luego tomó su bastón de forma amenazante y lo apuntó directo hacia ella.

—Después de todo lo que ha pasado,  ¿Ahora vienes a decirme que te quedarás con Louis?

Lucille se quedó callada.

—¿Por qué simplemente no le dices que lo amas y que estás sufriendo?

—Usted lo conoce. Él se jacta de la miseria de otros. No pienso darle la satisfacción de echarmelo en cara.

Lady Brigton suspiró.

—Tú y Anthony sufren por su orgullo sin darse la opción de escucharse por dos segundos.

—Yo ya luché lo suficiente, le toca a él —dijo con firmeza.

—Con esa actitud no vas a resolver nada.

—¿Y por qué me insiste tanto?

—Porque Anthony está en Londres y sé que está aquí porque vino detrás de ti.

Lucille empezó a ponerse de mal humor. Apretó sus labios y dio varios manotazos contra sus caderas.

—¿Así que todavía no se cansa de hacerme miserable?

—Basta, linda. Sabes bien que Anthony no es un hombre que sepa pedir lo que quiere. Al menos no cuando se trata de asuntos del corazón.

—¿Y debo adivinar lo que quiere para complacerlo? No, mi lady.