Capítulo 38 "Trazando el futuro"

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—Es sorprendente el aplomo de esta mujer —dijo Lady Brigton.

—¿Qué habrá querido decir? —cuestionó Arthur.

—No se preocupe, lo más seguro es que la van a echar de aquí y sin las jovencitas no tendrá más recursos para sobrevivir.

Un silencio incómodo reinó en la habitación durante unos segundos. Arthur se sentó en un pequeño sofá y hundió sus manos en el rostro. Al verlo tan abatido, Lady Brigton se encaminó hasta él y lo tomó del hombro en señal de apoyo.

—Me voy de aquí —informó Anthony al verlos.

—Un momento jovencito. Usted no se va hasta que aclaremos lo que vamos hacer —indicó caminando hasta el centro de la habitación —. El honor de dos señoritas está en juego.

—En el fondo lady Gray tiene razón. No vamos a poder escapar del escándalo.

—Dramatizar no nos ayuda. Si pensamos fríamente la situación quedaría así:  el compromiso se romperá —miró a Arthur —, y usted se casará después de un tiempo prudente con Charlotte. Y Lucille  —se giró hacia Anthony —, aunque quedará expuesta unos meses, se mantendrá libre para que después usted la rescate y se case con ella.

—¿Decidirá también mi banquete de bodas?

—Es la mejor solución, hijo.

—Pues yo no estoy sometido a sus órdenes y tampoco lord James es un niño. Por favor mi lady, le imploro que nos deje hablar a solas y nos permita decidir lo que haremos —pidió.

Lady Brigton suspiró.

—El bienestar…

—Se lo prometo. Lo que se decida será para el bienestar tanto de la señorita Charlotte como de Lucille.

La mujer los miró y entonces decidió salir. Arthur tragó saliva y miró a Anthony por unos segundos.

—¿Usted y la señorita Lucille…

—Lo siento, ninguno de los dos pudo evitarlo —respondió.

Hubiera querido evadir aquella conversación, pero sabía que Arthur merecía una explicación.

—Puedo entenderlo. Ahora que me enamoré de la señorita Gray sé lo que significa anhelar a alguien y saber que no puede ser —dijo sintiendo algo de rencor. Si lo hubiera tenido claro desde hace mucho, habría invertido todo ese tiempo en cortejar oficialmente a Lottie.

—Nunca pretendimos engañarlo. Ella estaba dispuesta a casarse con usted.

—Por el sentido del deber, pero nunca me eligió a mí.

—Debe saber que la señorita Lucille y yo no traicionamos su confianza de una manera ventajosa. No puedo excusarme, pero yo estaba al tanto de lo que Lady Gray hacía con usted y decidí alejarme de ella para no perjudicarlo.

—¿Sabía la razón de su chantaje?

—No. Y no tiene por qué inquietarse. Es un asunto privado que jamás saldrá de está habitación.

—Ya deje de acusarse, sé que independientemente de eso la decisión recaía en la señorita y ella nunca sintió afecto por mí. Quizá si tan solo me hubiera mostrado algo de interés, solo así yo habría interpretado sus acciones como ventajosas —expuso.

—Le agradezco su comprensión. Es todo un caballero.

Arthur se puso de pie y  entonces le lanzó la pregunta fatal.

—¿Qué es lo que usted va a hacer? 

Anthony suspiró.

—Contrario a lo que declaró Lady Brigton, no pienso casarme con la señorita Lucille.

"Como sello sobre tu corazón" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora