Capítulo 43 "El regreso"

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—Mis felicitaciones, señorita Lucille.

La mano del dramaturgo francés Jean Luke Moreau, director de la academia de artes en Lyon, Francia, y autor de más de ocho novelas filosóficas, se enlazó con la de ella y luego le regaló un delicado beso. Acababa de presenciar un acto tierno, apasionado pero al mismo tiempo con la carga suficiente del suspenso y el drama que tanto le gustaba.

—Estoy intrigado por su estilo de lenguaje. ¿Dónde aprendió a recitar?

—Tengo mucho tiempo libre, mi lord.

Una sonrisa se escapó de su rostro al momento de admitir su secreto. El hombre tomó una copa de vino y entonces brindó por ella.
Anne, que se encontraba a su lado, le apretó el brazo y sus ojos le transmitieron la felicidad que sentía por ella y por haber sido reconocida por un literario como Moreau. 

—No es una experta, aún le falta mucho. Pero irá por buen camino si aprovecha su tiempo libre. Le voy a sugerir a su tutora que la mande una temporada a Lyon, ahí tengo una escuela que podría ser de su interés. 

—Francia es una maravilla, mi lord. La señorita Gray aprenderá mucho con usted —dijo Anne.

—Estoy convencido de que así será.

Lucille se entusiasmó ante esa posibilidad. Nunca imaginó que una persona así, se sentiría impulsada a ofrecerle la oportunidad de mejorar en un sitio donde la libertad de expresión estaba más desarrollada. Aunque para la mayoría su recital no era aún lo suficiente como para competir con lo que hasta entonces se conocía, fue grato y con bastante potencial. No dejó de recibir halagos en toda la noche y sugerencias para poder refinarse. Era lo más común, ya que se trataba de su primera presentación en público.

Por otro lado, Charlotte había estado recibiendo a todos los invitados con su típica y jovial sonrisa.
Al mirarla, Lady Brigton se dio cuenta de que la muchacha era una excelente anfitriona. Sus menús despertaron el apetito de todos y la elección de vinos combinados con los aromas de la carne y las sopas, causó un gran revuelo y lluvia de cumplidos.

El festejo se prolongó hasta después del anochecer y para ese momento todos estaban expectantes con la llegada tan prometida de Louis Brigton.
¿Llegaría en un carruaje tirado por seis caballos como hace dos años? ¿O tal vez bajaría desde las nubes en uno de esos globos que se alzan sobre el suelo? Nadie lo sabía. 

—¡Francia! —exclamó Lady Brigton.

—Moreau le ofreció a Lucille estudiar en una de sus escuelas —respondió Anne. 

—¿Eso es lo que quieres?

Lucille asintió.

—De acuerdo.

Anne abrazó a Lucille y como dos niñas pequeñas se pusieron a reír.
Charlotte se unió a la plática a los pocos minutos y entre las tres empezaron a hacer planes para salir de viaje el próximo mes. Harían un recorrido por París y tal vez irían también a Escocia, donde estaba concentrada gran parte de la familia de Anne. Irían a los teatros, al ballet ruso que se presentaba en esa temporada, quizá el museo de Louvre o la ópera.

—Mi lady, hay dos personas que están esperando en la entrada su autorización —anunció un sirviente a Lady Brigton.

La interrupción hizo que todas se desconcertaran. Ya era muy tarde para recibir a dos personas más.

—Tal vez sea su hijo, mi lady —dijo Lottie.

—Lord Brigton no suele entrar por la puerta principal y menos acompañado —aclaró Anne.

—Eso es verdad —dijo Lady Brigton poniéndose de pie con ayuda de su bastón para salir a recibir a sus invitados, dejando a las jóvenes con la intriga de saber quiénes estaban a la entrada. 

"Como sello sobre tu corazón" Where stories live. Discover now