Haciendo transmisiones de Dc en Marvel

32 Los sentimientos de Natasha

Allen llegó al baño con Natasha sin pensar en las dos chicas que había dejado en la habitación. Allen dijo lo que tenía que decir y evitó la peor situación con Gwen, que puede considerarse una victoria.

Pero a pesar de que Allen le confesó sus sentimientos a Gwen y se besaron para transmitir lo que sentían el uno por el otro, Gwen no aceptó ser su novia con palabras, ni aceptó abiertamente su relación con otras mujeres.

Allen solo podía confiar en los sentimientos que tenían el uno por el otro, que, aunque manchados por su egoísmo, eran reales.

Además, conocía muy bien a Gwen y sabía que lo que Natasha dijo era cierto, si lo odiaba, lo habría rechazado en este momento, no habría venido aquí, y mucho menos lo habría besado antes.

Natasha sacudió la cabeza, "No he criado a un cobarde..."

"Tía..." Allen no sabía qué decirle.

"Allen, ¿te arrepientes de esta decisión?" Natasha sonrió calurosamente.

"No", respondió Allen con una mirada segura, podría tener miedo de lastimar a las chicas, pero no se arrepintió.

"Entonces sé un bastardo hasta el final y haz felices a estas chicas..." Natasha se rió mientras cerraba ligeramente sus ojos azules, "Claro, después de que me hagas feliz~"

Allen sintió que su temperatura subía cuando vio a Natasha actuando así, pero inmediatamente se controló a sí mismo. Si Natasha fuera MJ, ya la habría tirado a su cama para enseñarle respeto.

"Por supuesto, haré felices a todos, incluida mi amada tía".

Natasha sonrió sin lujuria mientras lo miraba con cariño, no siempre actuó tan decidida con Allen. Durante años se había sentido como una basura de una mujer al desear algo tan impuro como una relación con Allen.

Hubo momentos en los que se sintió demasiado sucia y arrepentida para mirarlo a la cara... pero incluso hace mucho tiempo intentó todos los medios para olvidar sus sentimientos y nada funcionó, terminó amando a su sobrino como hombre, su único consuelo es que no tienen una relación de sangre en común, pero eso no cambia el hecho de que ella lo vio crecer.

Una noche, mientras dormía, sintió que alguien la miraba, era Allen, el niño de quince años, viéndola dormir amargamente.

"¿Cómo puedo verla como una mujer? Estoy loco..." Allen dijo.

Solo esas palabras fueron suficientes para hacer colapsar sus años de sentimientos reprimidos por él. Natasha se rió toda la noche sabiendo que su "chico" sentía lo mismo que ella. Natasha ya no se abstuvo de expresar su amor por él, solo poniendo malas excusas para mantener la fachada.

Ya no ocultaba sus sentimientos, Natasha decidió no ensuciar la última parte de decencia que le quedaba y esperó a que Allen cumpliera dieciocho años. Pero como si fuera una broma del destino, su amada Allen consiguió dos novias antes de que pudiera hacer nada. Natasha llegó a creer que este era el castigo de Dios por ser tan descarada e inmoral. ¿Pero se daría por la da sus dis? No, Natasha ya había aceptado sus sentimientos y no le importaba si la llamaban todos los nombres degradantes, estaba decidida a amar a Allen de por vida, incluso si él nunca devolvió esos sentimientos.

El baño de Allen estaba dividido en dos habitaciones pequeñas. Justo dentro estaban el inodoro y el lavabo, además de un armario junto a una cesta. La ducha y la bañera estaban en la segunda habitación.

Natasha se acercó a la cesta y comenzó a desnudarse. Allen miró sin sorpresa, pero evitó mirar demasiado de cerca para mantener el respeto.

Natasha se quitó su chaqueta de cuero negro, dejándola en un estante, luego tomó su blusa y la levantó para revelar su sujetador rojo de encaje. Luego se desabrochó los vaqueros y los bajó para revelar sus regordetes muslos blancos. Allen se preguntó si se había inclinado deliberadamente con su culo de melocotón en su dirección.