93 Un par de hermanas pervertidas (R-18)

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Antiope terminó el entrenamiento de hoy, como de costumbre, admirado por muchas de sus hermanas. Para la nueva generación de Amazonas, el General Antiope es una figura legendaria que siempre ha luchado por el bienestar de todos.

Esta gran fama le ha dado una posición en los corazones de las amazonas, solo superado por su hermana Hipólita. Sin embargo, este respeto también es una gran carga; ser uno de los pilares de las Amazonas significa que nunca debe bajar la guardia.

"..."

Antíope frunció el ceño mientras caminaba hacia los cuartos de Hipólita. Ha duplicado su entrenamiento personal desde la invasión de Ares y Hércules. Han pasado varias décadas, y ahora es un recuerdo para muchas amazonas. Pero no para Antiope. Ella sabe que, si no fuera por la intervención de Allen, habrían sufrido muchas pérdidas. Esto le demostró que el futuro no se puede predecir, y que un enemigo que amenaza la existencia de las Amazonas puede aparecer en cualquier momento.

Sin embargo, no es solo lo que preocupa a Antiope. Desde que entrenó a Allen, se dio cuenta de su propia falta de fuerza. Ella entiende que, debido a la corta vida útil humana, tienden a experimentar un crecimiento explosivo. Sin embargo, ver lo rápido que Allen mejoró en la espada con solo unas pocas lecciones la hizo reconsiderar.

¡Necesito ser más fuerte!

Con una nueva resolución, Antiope fue a informar a Hipólita que quería emprender un viaje para ser más poderosa.

Caminó por el pasillo de mármol hasta el baño personal de la reina. Antiope conocía bien a Hipólita, es una mujer muy estricta consigo misma y rara vez rompe sus rutinas. A esta hora, Hippolyta suele bañarse, y si no ha pasado nada grave, debería estar allí.

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(Pov de Antiope)

Hoy ha sido un día de revelación. Artemisa finalmente regresó y derrotó a diez veteranos Amazonas por su cuenta. Solo el dúo de Daphne y Xeina logró igualarla en combate. Aunque esto mostró lo fuerte que se había vuelto la pelirroja con una larga cola de caballo, lo que más me sorprendió fue su habilidad con el arco; desarmó a Daphne con una flecha, no por nada tiene la gracia de la diosa Artemisa.

"Ja..." Me detuve y suspiré, mirando el paisaje de Themyscira desde la ventana. A lo lejos, vi a mis hermanas trabajando felizmente; algunas llevaban cestas, otras vendían en las calles. Fue simplemente pacífico.

Sé que nuestra forma de vida simple hace que las décadas, o incluso siglos, pasen sin que nos demos cuenta, pero Allen Walker me mostró lo peligroso que es el tiempo. Si bien experimentamos siglos sin ningún cambio, el caótico mundo humano está impulsado por una guerra constante. Es una ironía, pero la muerte y el sufrimiento impulsan el desarrollo de una civilización.

Sin embargo, incluso si soy consciente de eso, no soy alguien a quien le guste imponer su voluntad a los demás, especialmente a mis hermanas. Les encanta Themyscira como es ahora, y no tengo la intención de obligarlos a cambiar. Solo puedo cambiarme a mí mismo y mostrarles con el ejemplo.

Llegué al baño y me detuve un momento porque escuché algunos sonidos extraños, algo acuoso y respiraciones cortas... ¡espera, ¿qué?!

¿Qué estaba haciendo Hipólita?

Inmediatamente, me vino a la mente una idea sobre lo que estaba sucediendo. Suspiré y sacudí la cabeza. Incluso alguien tan estricto como mi hermana necesita "relajarse" de vez en cuando.

Me di la vuelta, con la intención de irme y darle a mi hermana un poco de tiempo a solas, pero en ese momento, mi corazón se detuvo por un momento.

"Reina..."

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