Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).

Ya llega, Ya llega.

-Todo es tan blanco.

-Es un hospital Alexander, ¿No te parece lógico?-contestó Magnus, que descansaba su cabeza apoyada en el hombro de su pareja.

La sala de espera en que se encontraban era pequeña y calurosa, vacía y silenciosa.

Alec se lamentó, no por primera vez, no estar en la enfermería del Instituto.

Cuando Jace había descubierto que Clary tenía contracciones en medio del Centro Comercial de Brooklyn, se había desmayado.

Por suerte, alguien menos estúpido, se había encargado de pedir una ambulancia.

-¿Cuánto crees que tarde esto?-Susurró el nephilim.

- No lo sé. ¿Vendrá Isabelle?

-Si, Simón se quedará con todos los niños.

-Ojalá Sophie lo transformé en rana.

-¡Magnus!-Alec estuvo a punte de reprenderlo, pero un grito cortó su réplica.

<<¡QUIERO EL DIVORCIO! ¡POR EL MALDITO ÁNGEL!>>

Era Clary, desde la sala de parto.

-Me recuerda al nacimiento de Max-dijo el brujo enderezándose- Hay cosas que no cambian.

-¡Que horroroso es ser mujer!-la cara del ojiazul comenzaba a tornarse verde.

-Alexander, ni se te ocurra desmayarte. Si Jace esta consciente, tú también.

-Dudo mucho que este consciente- dijo una dulce voz resonando en la sala.

-¡Isabelle!- Alec se elevó de la silla de un salto- ¡Ve a darle apoyo femenino a tu cuñada!

<<¡MUERAN! ¡MUERAN TODOS! ¡RAZIEL!>>

Isabelle señaló con su cabeza la sala de partos.

-No pienso entrar allí.

Y esta vez, Magnus se incorporó.

-Lightwood's, luchan con terroríficos demonios, pero le temen a una niña pelirroja de 1 metro 50. ¿Quién los entiende?

Y camino recto, dejando a los dos hermanos solos, hacía donde los gritos aguardaban.