Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).

Petit visiteur.

Hola Bellezas, les quiero explicar algo que ya me consultaron en varias oportunidades y bueno. Así lo aclaramos de raíz. 

Esta historia, fue escrita ANTES de que Cassandra dijese que Malec tendría dos hijos varones. La escribí después del estreno de COHF y esta basada en lo que imagine que podría suceder después de ese "último" libro. Obviamente se de los hijos de Malec, no necesitan avisarme. Se los digo con toda la buena onda, solo para aclarar la duda. Tomen este fic como un mundo alternativo de las familias que los personajes podrían haber formado. 

Sophie Pov's:

La niña la observaba con ojos entrecerrados desde el otro sillón en la habitación, parecía admirada y puede que algo asustada.

Sus padres, parados en la mitad de la sala, discutían en voz baja. Sophie agudizo el oído, intentando captar retazos de lo que estos decían.

  — Aún no encontraron a nadie... Nos avisarán en cuanto lo hagan, Magnus.

— ¿Y si no encuentran a nadie? Sabes que debemos hacer.

— No me molestaría... Podríamos...

No entendió el resto. Se mantuvo sentada en el lugar en que le habían pedido que se quedase, y sospeso los motivos por los que aquella extraña visitante podía encontrarse en su casa.

Una voz,  cantarina  y profunda, rompió el silencio.

  —  Tus ojos se están tornando verdes— mencionó con el miedo común que sentía cualquier persona al ver por primera vez como esto sucedía. 

 — Si, probablemente se estén fundiendo como agua, de un color a otro.

  — ¿Sabías que te sucede eso? ¿Lo has hecho apropósito?  Noto que eres una bruja, solo conocía dos.

  — No, fue involuntario. Aunque si me concentro puedo lograr que vuelvan a tornarse azules. Cambian de color cuando experimento sensaciones fuertes.

— ¿Cuál estas experimentando?

— Asoció al verde con la ingenuidad y el desconcierto.

  — ¿Es culpa mía?

— No— mintió la bruja.

Se concentró de manera que sus ojos volviesen a tomar el color exacto que los de su padre. Supuso por la postura de su acompañante que lo había conseguido.

 

 El silenció la incomodaba, y si pensaba volvería a sufrir una transformación. No quería asustar más a la niña, así que intento conocer un poco sobre esta.

— ¿Cómo te llamas?— pregunto con una pequeña sonrisa, que la animaría a responder.

 — Soy Yamile— la niña se enderezó y camino hacía Sophie, una vez sentada a su lado volvió a hablar— ¿Y tu nombre?

  — Soy Sophie Lightwood Bane— contestó con orgullo.

— Tus padres son celebridades. Conozco su historia, mi madre me la contó. 

— ¿Y donde esta ella?

— Se fue a una misión y no volvió. 

Sintió pena por la respuesta de Yamile, su padre Alexander también era Cazador de Sombras y no sabía cuando las palabras de esta niña podrían convertirse en palabras que ella misma soltase.

No le dijo que lo sentía, porque en el mundo de las sombras eso podía ser considerado un insulto. En su lugar contestó algo típico, y que todos pensaban de esos casos.

— Honor para tu familia. 

La niña asintió con una pequeña sonrisa.

  — ¿Es por eso por lo que estas aquí?

— Si, mi padre murió hace mucho. Tus padres forman parte de la sociedad que refugia niños en la misma condición que yo...

— Si, lo sé. Así es como dieron conmigo. 

  — Bueno, están buscando algún pariente que quiera llevarme consigo. Alguien de la línea de mi familia. Hay gente en Madrid, y creo que unos primos lejanos en Buenos Aires... solo me queda esperar.

  — ¿Sabes que sí no te encuentran un hogar se quedaran contigo? Jamás te dejarían sola— le contestó, porque finalmente había entendido la discusión de sus padres.

Esos dos hombres, fríos en ocasiones y de carácter rebelde tenían los corazones mas buenos y bondadosos que  había conocido. Sabía con completa certeza que si Yamile no encontraba donde ir, ellos la acogerían como hija, de la misma manera en que la habían adoptado a ella. Y le darían todo el amor que sus corazones estaban dispuestos a dar a cualquier alma solitaria que lo necesitase.

 

Sin embargo, luego de un par de horas en que las niñas ya habían forjado una gran amistad, descubrieron que no sería necesario que Alec y Magnus la adoptasen. 

Una tía segunda, de La Ciudad de México (el lugar que menos esperaban), se haría cargo de Yamile. 

Sophie no tendría una nueva hermana, pero había ganado una gran amiga que la ayudaría enormemente en el futuro.