Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).

Especial 50 K. (¡Gracias!)

Hola, una pregunta ¿Quieren que comienza a intercalar capítulos? ¿A veces los niños de pequeños y otras como adultos? Espero su opinión en los comentarios. 

Este capítulo transcurre el mismo día que Gideon persigue a Lizz pero en un bar diferente.
Sophie había pensado toda su vida en la forma que lo hacían sus padres, con una mente abierta. Sin embargo, hasta entonces su interés se había centrado siempre en hombres.
Sentada en un bar nocturno mundano, observaba a la dama por la que había llegado allí. 
Nunca le habían interesado especialmente los humanos, porque eran sencillos y despreocupados. Sus vidas transcurrían sin sentido hasta un punto final.
La chica en medio de la pista que la había hecho cambiar de parecer, se llamaba Sasha.
La había conocido en una librería, frenética discutía con un encargado que había olvidado el libro que reservo y lo había vendido por accidente.
No cruzó palabra con ella, pero le llamó la atención su cabello pintado de violeta, su voluptuosa figura y el modo en que arrastraba las palabras al hablar.
Una semana después la había encantado para que se acercara a su banco en el parque y entablará una conversación.
Nunca utilizaba sus poderes para placer propio, era lo que Alec le había enseñado, y también a Magnus, pero en ese momento no se había resistido.
Conoció como pensaba, con quien vivía y el modo en que tomaba su vida. Sus sueños y sus preocupaciones, la decadencia de sus mentiras y la felicidad con que empezaba cada mañana dispuesta a enfrentar la vida. 
—Sophie—Exclamó en un instante Sasha, descubriendo el lugar en que está la observaba sentada.
Se prometió que esa noche no la encantaría, que si en algún momento Sasha se aburría de ella, soportaría el instante en que está se alejase.
No fue así. La tomo de la mano y la arrastró al sitio que antes ocupaba. Puede que estuviese algo ebria, porque poco a poco se le acercaba.
Acariciaba sus manos, o jugaba con su cabello, cantaba a centímetros de sus labios...
Una presión en el corazón detuvo a Sophie Bane Lightwood por un momento, era la misma presión que 20 años atrás había detenido a su padre ante los ojos de un brujo que lo buscaba. Un temor al amor y al entregarse. No la beso esa noche, y no lo hizo durante las que siguieron en sus vidas. Porque tenía un alma testaruda como Alec y un miedo a perder el amor tan grande como Magnus.
Se dijo que en todos los años de vida que tenía por delante, encontraría alguien que deshiciese esa capa con que cubría sus sentimientos, sin saber que solo ella podía tomar la decisión de quitarla.
Arruino cuál debía ser el primer beso de su eternidad, y también su primer amor. Porque Sasha debía ser la primera dama que le rompiese el corazón, la primera de muchas, para que entendiese lo que era ser inmortal, lo que era entregarse, lo que quería y lo que significaba quererlo.