Futuro.
Max Herondale.
Cuando Max descubrió que su parabatai estaba embarazada, sintió celos. Tristeza. Y ese sabor amargo que recubría las esperanzas rotas.
Sabía que Gideon estaba enamorado de su hermana, y que está le correspondía secretamente. Que no eran primos, y el único impedimento era la edad. Se preguntaba porque otro Herondale caía en los brazos de un Lightwood. Sabía de antecedentes de las familias unidas. Sabía que Alec había amado a Jace, y de una Celine Herondale que al igual que su hermana, había amado a un Lightwood.
Le pesaba esa atracción, le pesaba que su sangre llamase a la sangre Lightwood y que cada centímetro de su cuerpo la desease cerca.
Le pesaba ser su parabatai, a pesar de que había aceptado como única alternativa para nunca perderla.
Le pesaba la indiferencia de Elizabeth, la forma en que ella bromeaba sobre el amor que él sentía (aunque no estaba seguro sí Lizz realmente creía que él la amaba o solo bromeaba). Le pesaba que Elizabeth no le correspondiera, que su corazón fuese indomable.
También le pesaban los momentos de sinceridad de Elizabeth, esos que solo a él compartía. Le pesaba ver que en el fondo, al igual que los otros también sufría. Que tras su fachada aún había una niña.
Le pesaba su embarazo, le pesaba la alegría, le pesaba que no amase al hombre con que había tenido relaciones (uno más en la lista) y también que eso a ella no le importase. No quería un padre para su hija, ella sola podía. Había llegado a esa conclusión después de los primeros instantes de dolor, y se la había comunicado a sus padres con la cabeza gacha. Ensuciando el nombre de la familia.
Se había cansado de quererla, pero no encontraba salida.
Aún la apoyaba, aún sostenía su mano en esa travesía. Reprimía el dolor de no ser padre del niño en su vientre, de no ser su compañero en el corazón, de no protegerla de ese mundo lleno de prejuicios, prestigio, guerras y muerte.
La miraba a los ojos y recordaba que sus almas estaban unidas, y que si antes el amarla había sido una tortura, ese lazo ahora lo consumía.
Hoy dos capítulos en recompensa a la espera, los quiero.
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Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).
ФанфікиPequeñas historias, ubicadas después de Ciudad del fuego celestial. ¡Conoce a los hijos de Malec, Clace y Sissy! Cinco primos que se aman y disfrutan de pequeñas aventuras juntos (a costa de la cordura de sus padres), sin recuerdos de lo que un día...
