Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).

Loser.

  — Deja de quejarte— exclamó enfadada la pelinegra— Ni que supiese mal. 

Magnus hizo una mueca de asco por enésima vez y, con la cuchara aún en la mano, miró a su marido.

  — No puedes obligarme a hacer esto— susurró. 

— Accedí a ir a Brasil, mínima mente debes cumplir tu parte. 

  — ¿Y si muero?— inquirió alarmado— Esto no tiene aspecto de ser comestible.

Isabelle los observaba cuchichear expectante. 

  —Magnus he ingerido esta clase de comidas durante gran parte de mi infancia confiando en que con el tiempo Izzy recibiese alguna ayuda mágica del cielo. No paso, pero estoy aquí. 

  — Y eso explica porque eres tan mal humorado. Ay mi Garbancito, si hubiese sabido que has sufrido tanto.

El nephilim rodó los ojos.

— Dos cucharaditas y ya.

— Voy a pedirte el divorcio. 

— Magnus, cumple con tu parte.

— Podría transformar esto ahora mismo en una ensalada. 

— Pero no lo harás— contesto rápidamente el ojiazul, con cierto tono amenazante. 

—¿Por qué accedí a casarme con un hombre con hermana?—se lamentó el brujo, entre quejidos. 

  — Vamos, Gran Brujo. Y quizás luego tengas un premio— Por el rabillo del ojo, Magnus pudo observar como su marido alzaba las cejas insinuante y colorado como un tomate. 

Bueno, si el planteaba las cosas de ese modo merecía un esfuerzo de su parte. 

Miró atentamente al líquido de color amarillento en el plato.

<<Glup>>

  — ¡¿HAS VISTO ESO?!— Gritó, incorporándose— Esa sopa tiene algo. 

Isabelle con tono calmado, replicó. 

  — Solo son algunos picos de ave. 

El estómago de Magnus se contrajo. 

— Solo quiero que sepas que Sophie se sentirá muy decepcionada si no bebes ni una cucharada de esta sopa. A demás debes tener en cuenta que Elizabeth y Gideon la toman semanalmente, y son solo unos niños. ¿Magnus Bane eres más miedoso que un niño?— la voz de Alec sonaba cansada, pero sabía que solamente estaba fingiendo. 

— Y el premio. 

— Si, recuerda el premio. 

Magnus dejo la cuchara a un lado y se limito a tomar el plato, lo acercó a sus labios e ingirió un largo trago. 

Se tapo la nariz, y se largo corriendo en busca de algo que beber. 

Ya había cumplido, aunque esa traumatica experiencia no se borraría nunca jamás de sus recuerdos.