Rulfo, el amuleto.

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Sophie empujó la puerta del cuarto de sus padres con temor. Había oído a Magnus ir y venir de la habitación a la sala.
Desde su pequeña altura, analizó con ojo atento la cama en que su padre descansaba.
—¿Qué te sucede, papi?—Inquirió al colocarse a su lado.
Alexander la miró y murmuró algo indescifrable, sin embargo sirvió para alertar a Magnus que en un instante estaba con ellos.
—¿Qué le sucede, papaíto?
—Papá está muy muy cansado—Contestó sentándose en el sitio libre en la cama.
—¿Se lastimó?
—Se hizo algunas heridas trabajando...
El nephilim cerró los ojos, tranquilo de que su marido supiese explicar a Sophie el incidente.
—¿No se va a morir? ¿No? Papaíto.
Magnus negó con la cabeza.
—Tenemos papi para rato—Dijo acariciando con ternura el cabello de su compañero.
La pequeña bruja abandonó la habitación en silencio.
En su cuarto, tomó el pequeño oso que Alec le había regalado.
Se llamaba Rulfo y ambos lo adoraban.
Hizo aparecer (lo que no era un robo según papaíto) unas gasas, y con especial decoro envolvió las extremidades del amistoso muñeco.
Luego, con un escarbadientes fabricó un bastón para este.
Al rato, volvió a acercarse al ojiazul con Rulfo en mano.
—Papi, para que te sientas mejor voy a regalarte a Rulfo. Espero que lo puedas aceptar porque sé que te gusta mucho. Él estuvo tan preocupado por vos que quiso disfrazarse también de enfermo. Me contó, cuando dormías, que si lo llevas en el bolsillo de tu chaqueta cuando peleas ¡Nadie podrá dañarte! ¿No es genial? Papi, él va a cuidarte siempre. Cuando papaíto y yo no estemos cerca, él va a darte besos y abrazos. Y vas a sentir mucho amor porque Rulfo es parte de la familia.
Alexander sonrió, los ojos entrecerrados, la nariz bien marcada.
—No dudó en que será así. Gracias, Sophie. Estará conmigo siempre, en cada batalla, como un recuerdo de lo que tengo esperándome en casa.
En el marco de la puerta, Magnus se refregó los ojos.
Quizás no eran los años que lo volvían emocional, quizás era la certeza de estar viviendo algo único. Experiencias que nunca antes había conocido, que no había imaginado.

Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora