Amor que no se atreve a decir su nombre.

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En lo que parecía un acto malicioso, Celine lo había enviado a hablar con Jace, mientras ella revelaba la pasión de su relación al inofensivo Simón y la no tan inofensiva, pero inmensamente adorable con su sobrina, Isabelle.
—¿Por qué no puedes hablar tú con tus padres, Celine? ¡Van a matarme!
—También lo querrán hacer Isabelle y Simón.
—¡Si! Pero ellos no lo harán, soy su hijo. En cambio Tía Clary... Y Jace.
—Si voy a hablar con ellos también querrán matarme. Nos querrán matar de todas formas.
—Pero eres la debilidad del tí—se detuvo antes de acabar la palabra— de Jace.
—Iras tu. Mi padre va a reconocer tu valentía y eso nos acercará a una aprobación. Así mismo yo iré a hablar con Isabelle.
Y así había resultó las cosas, impidiéndole réplica alguna.

En el umbral de la casa de los Herondale tomó aire.
Al menos, Max no estaba.
Toco el timbre, y rápidamente Jace abrió la puerta.
—Hola Gideon. Pasa.
Y para su sorpresa, dentro se encontraban Magnus y Alec.
Quizás ellos podrían salvarlo... O también ayudar a Jace a matarlo.
—Tengo que hablar contigo y Clary, tío—Dijo luego de hallar su voz, el joven. Se mantuvo serio, como indicando que no se trataba de un asunto corriente.
El rubio fue en busca de Clary rápidamente, y Gideon tomó asiento.
Alec apoyó una de sus manos sobre el hombro de su sobrino.
—¿Está todo bien?
A su lado, Magnus con la mirada hacia eco de la pregunta de su marido.
—Creo que voy a morir.
Ambos hombres lo miraron alarmado.
—¿Qué sucede?
Gideon se mantuvo en silencio, y Magnus simplemente asintió a su compañero.
Jace y Clary se hicieron presentes, antes de que Alec hubiese tenido tiempo de insistir con su pregunta.
—¡Hola Gid!—Saludo la pelirroja con una sonrisa, y tomó asiento junto con Jace en el sillón frente a él.
—Tengo algo importante que decirles.
—Eso parece—Contesto el matrimonio al unísono.
Gideon miró a su lado, a sus tíos. Ellos también habían pasado por grandes conflictos para vivir su amor, pero lo habían conseguido.
Ignoró el miedo que le oprimía la garganta, y pensó en Celine, en lo que quería con Celine. En que la quería por siempre, de por vida.
—Celine y yo... —Jace enarcó una ceja—Vamos a casarnos.
Al instante se arrepintió, quizás habría sido adecuado mencionar primero que estaban juntos y enamorados, hace cuanto y en base a la reacción la decisión que habían tomado.
Quizás el miedo también era sabio, y no debía ser apartado.
Jace comenzó a reír, pero Clary no se movía.
Magnus se incorporó para dar la vuelta y sentarse al otro extremo de su sobrino.
Gideon no tomo el movimiento por alto, ahora estaba rodeado por sus tíos en un gesto protector.
—Jace—Dijo Alec.
El nephilim continuó riendo.
—Es que, ¿haz visto el gesto con que lo dijo? ¿Esa seriedad? Casi me lo creo, eres muy bueno en esto Gideon.
—No es un chiste, Jace—contestó el mencionado.
—Pero si ustedes son primos—el rostro del rubio se ensombreció—Ya no es gracioso.
Clary recorría el rostro de uno al otro, aún en silencio.
—No somos realmente primos. Ella es una Herondale y yo un Lightwood.
Magnus sacudió la cabeza. ¿Por qué las relaciones de esas familias parecían vivir enredándose? La sangre llamaba a la sangre. Se sentía en una rueda burlesca del tiempo.
Jace se incorporó y todos lo siguieron con la mirada.
—Afuera, Gideon.
Alec se paró.
—Tienes que calmarte.
—No te metas, Alexander.
—Es mi familia y estas siendo estupido.
Gideon se incorporó, no quería que los parabatai peleasen por su culpa.
Tonto de él. ¿Por qué siempre hacía todo mal?
Jace lo tomo de la camiseta, y Magnus y Clary saltaron del sillón.
—Basta Jace— dijo la pelirroja.
—¡Va a casarse con Celine! SON PRIMOS, no lo serán de sangre pero son primos. ¡Le lleva nueve años Clarissa!
Gideon empujó a su tío para que lo soltase, y este tomó su cuchillo Serafín.
—¡Voy a matarte Gideon!
Magnus desvaneció el cuchillo de las manos de Jace.
Clary corrió a Gideon como si estuviese de más ahí.
—Jace, deja de hacer él ridículo. Procesaremos esto en privado. Si nuestra hija lo ama, no habrá nada que puedas hacer. ¿O no recuerdas tu juventud? ¿Acaso fue sencillo amarme? ¿Crees que Celine podría encontrar alguien mejor que Gideon? Nosotros lo vimos crecer, realmente sabemos quién es. ¿Existe alguien más dulce? Amamos a Gideon. No le hará daño, y si lo hace conocemos todos sus puntos débiles donde atacar.
Jace asintió algo más calmado.
—Ve a casa Gideon.
—Ambos te queremos mucho tío, y a ti tía.
—Deberás dejar de llamarnos así, o se verá raro luego de la boda—contestó Clary.
—Ya me acostumbrare.
Alec y Magnus lo acompañaron a la salida.
—¿Y Celine?— Preguntó una vez fuera el brujo.
—Con mis padres.
Alec lo miró.
—Mejor ve rápido, Gid. Necesitará ayuda con Izzy.
Y antes de que Gideon comenzase a avanzar hacia el coche, Magnus tomó la mano de Alexander y gritó:
—¡Realmente, estamos muy felices por ustedes!
Los únicos que jamás se habían planteado una imposibilidad en su relación, porque ni bien oyeron la confesión la aceptaron.
Disculpen la tardanza. Espero su opinión del capítulo, sugerencias y comentarios de todo tipo. :)

Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz