Después de nosotros (Malec, Sissy, Clace).

Amor que no se atreve a decir su nombre 2.

  — Vamos Celine, tu puedes— Se dijo en voz alta. 

¿Cómo le estaría yendo a Gid? Esperaba que bien, porque no quería quedarse sin marido antes de siquiera casarse. 

Tenía un plan para hablar con Simon e Izzy, esperaba que fuese más sencillo que la tarea que tenía su novio, aunque sabía que su tía sería algo dura. 

Primero, debía contener sus impulsos Herondale. Comportarse de forma madura para demostrar que la diferencia de edad que se cernía sobre su relación con Gideon era solo algo relativo. 

En segundo lugar recordarles que el nephilim realmente no compartía sangre con ella, sin importar la forma en que hubiesen sido criados. 

Y en tercer lugar, mencionarle a Izzy su aventura en el amor y que jamás fue una mujer con prejuicios a la hora de amar.  

Estaba a punto de golpear a la puerta, cuando su prima salió. 

  — Hola Elizabeth— dijo con alegría. 

Su futura cuñada sospechaba claramente de su relación con Gideon, pero jamás habían confirmado sus dudas. 

—Hola, ¿sucede algo? Te  ves roja... más allá del cabello. 

  —Tengo que hablar con tus padres.

—¿Mis padres o tus tíos?— La joven enarco una ceja divertida. 

  —Ambos—contesto Celine con seriedad.

—Están cenando, vamos. 

  —¿No te ibas?

— Ya no.  

Frente a frente, Isabelle y Simón comían pasta.

  —Hola Celine— saludaron con naturalidad, y Simón se paro para ofrecerle un plato de fideos.

  — No, gracias. Tengo algo que decirles.

—¡Vamos entonces! La vida es corta— contestó Izzy que parecía estar de un humor radiante. 

—Mejor cuando acaben de comer. 

Lizz se sento silenciosamente a la punta de la mesa, quedando enfrentada a la pelirroja. 

—Habla ahora, no nos molesta— la ánimo Simón. 

  —No sé como empezar. 

Isabelle la miro un instante, y dejo de comer. 

Le sostuvo la mano con amabilidad.

— Puedes decirnos lo que sea.

Simón asintió enérgicamente.

—Estoy enamorada— soltó de golpe.

Lizz aplaudió—  Ojalá te vaya mejor que a mi en el amor.

Isabelle en cambio mantuvo su rostro serio.

— ¿Y qué tiene de malo?

—No es la persona que todos quisiesen que ame. 

— ¿Y te ama?— Inquirió su tía sin soltar su mano.

—Siempre me lo dice.

Su tío se mantuvo en silencio, analizando la situación con duda. 

—¿Y por qué debería importarte lo que el resto piensa si el te ama? 

—Porque el resto son personas que amo y a las que no quiero perder.

— Nosotros siempre estaremos contigo— dijo la nephilim con seguridad.

— Pero, ¿quién es esa persona?— Interrumpió Lizz. 

Celine buscó su voz, pero no lograba hablar. 

— Vamos, ¿quién es?— Insistió Isabelle. 

Gideon apareció en la cocina, feliz por su triunfo con Jace, nervioso por lo que venía y al escuchar la pregunta de su madre socorrió con valentía a su futura mujer. 

 —Soy yo.

  — —— 

Lizz mantuvo su boca abierta en una enorme "O" alegre por lo que parecieron horas. 

Isabelle y Simón se miraban el uno al otro sin saber que decir.

Gideon posó su mano sobre el hombro de su novia. 

  — Mamá, Papá. Celine y yo vamos a casarnos.

La pelirroja lo miro seriamente. ¿No eran demasiadas noticias en muy poco tiempo para sus tíos? 

Sin embargo, el nephilim continúo. 

— La amo más que a nada en este mundo, y solo quiero ser feliz con ella. 

Celine le tomó la mano como gesto de mutuo afecto. Le habría gustado llenarlo de besos ahí mismo, pero eso acabaría de explotar la mente de los Lewis Lightwood. 

Simón, finalmente hablo.

— Es... duro de asimilar. Pero te amamos hijo, y amamos a Celine. Yo creo que con tiempo vamos a acostumbrarnos.

— ¡No!— dijo de golpe Izzy poniéndose de pie y abrazando a su hijo— Aún eres mi niño, Gid.  ¿Realmente Celine podrá cuidarte? ¿Entenderte? ¿Tus miedos y alegrías? ¿Acompañarte en tus sueños? No me importa que sea ella, o quien sea. Me preocupa perderte. Tu futuro, tu felicidad. ¿Estas realmente seguro de esto?

Celine se sintió ofendida. Su novio no era un niño. 

  —Mamá he dicho que la amo, y no te estoy pidiendo permiso para casarme. Te estoy avisando. ¿Vas a aceptar esto?

  — No estoy segura de poder. Digo, a demás Celine es mi sobrina. 

— En realidad no— empezó la mencionada pero Izzy la cayó.

— Para mi lo eres.

— Tendrás que aceptarlo mamá, como mis abuelos aceptaron tu relación con papá y era mucho más complicada. 

— No sé como podré hacerlo. 

 — Tendrás que— contestó Simón tomando la mano de Isabelle. 

  — Haría cualquier cosa por ti, Gid— finalizó su madre, dando de alguna forma una aceptación obligada.

Todos en aquella casa, menos ella, sabrían que finalmente amaría a su nuera/"sobrina" más de lo que ya la había  amado anteriormente. 

Hola, acá esta lo que pidieron. Comenten, den opiniones, cuenten que quieren ver. Quizás  haga más capítulos y el final se demore un poquito más por ustedes. Besos.