3. El Antiguo.

3.8K 272 69
                                    

Kali cayó desmallada mientras que las hojas de esa gigantesca puerta continuaban abriéndose, hasta dar lugar a un amplio y profundamente oscuro pasillo. Aun con mis poderes no podía llegar a percibir donde terminaba esa oscuridad, pero si podía notar que allí había algo... grande.

De repente todas las batallas se interrumpieron, y todos nosotros nos dedicamos observar en silencio ese enorme nuevo pasillo, hasta que finalmente, aproximadamente a treinta metros de altura, dos enorme ojos rojos resaltaron en la oscuridad. No pude evitar dar varios pasos hacia atrás, con mi mirada aún clavada en la altura, y poco tiempo después noté que mis piernas temblaban de terror.

De inmediato me di cuenta de que no eran mis piernas las que temblaban, sino que toda la "isla" estaba sacudiéndose debido a las poderosas pisadas de lo que fuera que estuviera ahí dentro.

Con cada paso, esos enormes faros rojos se veían más cerca, y yo seguía retrocediendo sin poder apartar mi mirada de la oscuridad. Sin embargo, tras el tercer o cuarto paso, los temblores se fueron haciendo más débiles y los ojos rojos desapareciendo, hasta ser totalmente imperceptibles.

Totalmente atónito, miré a mi alrededor en busca de respuestas, pero caí en la cuenta que tanto mis aliados como las personas que liberaron a esa bestia estaban tan confundidas como yo, sin embargo, pocos segundos después el sonido de unos sarcásticos y secos aplausos me obligaron a volver la mirada al pasillo.

Desde esa impenetrable oscuridad, una persona de aproximadamente cincuenta años, ojos rojos, y piel grisácea, salió aun aplaudiendo, y luciendo un extraño traje negro, acompañado por una larga capa que arrastraba por el suelo.

Una vez que estuvo totalmente fuera del pasillo, y parado junto a la aun inconsciente Kali, ese peculiar sujeto se detuvo y nos observó a todos con una prolija y blanca sonrisa, la cual no parecía encajar en la misma cara que esos aterradores ojos rojos.

–Vigilantes... es realmente una sorpresa que hayan logrado vivir hasta este momento –comentó, e inmediatamente nos dimos cuenta de que esa persona, de alguna manera, era la misma criatura de treinta metros que acabamos de ver... él era El Antiguo–. Como ya se habrán imaginado, esta no es mi verdadera forma, es solo una fachada para poder mezclarme... aun así creo que tengo que trabajar en esto de la piel gris.

La milenaria bestia se quedó en silencio, como esperando que alguno de nosotros hiciera algún comentario, o movimiento, pero al darse cuenta que eso no iba a ocurrir, simplemente clavó la mirada en nuestra inconsciente enemiga.

–Por millones de años, mis hermanos me dejaron para que me pudiera en esa prisión... pero llegó el momento, el momento de terminar lo que empecé antes de que traicionaran –dicho esto volvió a levantar la mirada y nos observó a todos–, y todo aquel que se oponga, va a sufrir un terrible destino.

Inmediatamente después de decir esto, El Antiguo levantó su mano y la apuntó contra mí. Por un segundo temí que fuera a explotar en miles de partículas, o a simplemente morir ahorcado, sinceramente no sabía que esperar de un ser tan poderoso, pero nada de esto ocurrió, lo que pareció dejar a El Antiguo tan confundido como a mí.

Rápidamente pude entender la situación. Los poderes de esa criatura no estaban a su máxima potencia, muy probablemente debido a todo el tiempo que estuvo dormida, así que era el momento de atacarla, y quitarla del medio. Así que inmediatamente cargué una flecha y la disparé directamente a su cabeza, pero uno de los látigos de agua generados por Tsunami se apresuró a atraparla justo antes de que impactara en su objetivo.

Aparentemente, todos mis compañeros lograron entender bastante bien la situación, ya que de inmediato se largaron a atacar al vulnerable Antiguo, quien aún no parecía comprender por qué sus poderes fallaban. Lamentablemente, también los villanos traídos por Kali reaccionaron y comenzaron a atacarnos.

Mundo de héroes: Tiempos oscurosWhere stories live. Discover now