13. El traidor.

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Tras mi breve y extraño encuentro con Felicity, salí de la precaria casa y me oculté entre las sombras, su espectacular salida había llamado la atención y la gente comenzaba a acercarse al lugar para intentar descubrir que pasaba.

Una vez que me alejé lo suficiente del lugar, subí a una azotea desde donde contacté con Wells, quien inmediatamente me recogió y comenzó a llevarme nuevamente a casa.

Durante todo el viaje no pude dejar de pensar en lo que acaba de pensar, ni siquiera sabía todo eso había sido real, ciertamente todo se sentía como un sueño que se iba volviendo más difuso con el paso del tiempo, pero entonces recordaba ese beso, sus labios, sus hermoso ojos, y me daba cuenta que no había nada más real que lo que acaba de ocurrir... Felicity estaba devuelta, y parecía estar dispuesta a enfrentarse a Eon.

Ordené a Wells que volviera a transmitir a las computadoras, después de todo ya no había nada que ocultar. Mi próxima preocupación era descifrar si debía contarle al resto de mis compañeros lo que acababa de ocurrir, pero si mis sospechas y las de Drake eran correctas había alguien en el equipo que estaba tratando de destruirnos por dentro, y que con toda probabilidad estaba trabajando para los Shadows, así que lo mejor iba a ser mantener todo en silencio, por lo menos hasta estar seguro de poder confiar en mis amigos.

Entre mis infinitos pensamientos el viaje se me hizo extremadamente corto, de manera que antes de que pudiera darme cuenta Wells ya me estaba avisando que nos encontrábamos a punto de aterrizar en la base.

Finalmente, la nave apoyó sus ruedas sobre tierra, y yo tomé una gran bocanada de aire a medida que veía que la escotilla se habría. Sólo había estado fuera un par de horas, de manera que era totalmente posible que mis compañeros recién estuvieran terminando el entrenamiento que habíamos programado.

Justo como sospechaba, cuando entré a la base me encontré a mis sudados amigos en la cocina acabándose botella tras botella de agua, solamente con algunos raspones, pero aparentemente contentos con los resultados que obtuvieron.

–¿Y bien? ¿Qué tal estuvo? –pregunté a Emma, quien inmediatamente se acercó al verme llegar.

–Me falta trabajar un poco en mis habilidades como líder, pero creo que lo hicimos bien –respondió claramente feliz, aunque su cara cambió de repente– ¿Cómo esta Asa?

–¿Cómo...? Él... está bien, sólo fue una falsa alarma, el viejo se está volviendo un poco paranoico, pero no lo culpo, sus nietos son extremadamente jóvenes, y el mundo está cada vez más peligroso –contesté tratando de disimular mi confusión inicial, casi había olvidado por completo mi mentira anterior.

–Me alegra oír eso –agregó Amy a mis espaldas, aunque en su voz se notaba que no estaba del todo contenta con mi partida tan repentina.

Amy pasó por delante de mí sin dirigirme la mirada, y simplemente caminó hasta la heladera en busca de otra botella de agua, el resto del equipo parecía no estar particularmente interesado en lo que había estado haciendo mientras estaba fuera.

Me encontraba a punto de darme media vuelta para ir a devolver mi traje a su vitrina, cuando la puerta se abrió repentinamente, y por poco no me da de lleno en el rostro.

Inmediatamente Ian se introdujo en la habitación, y se notaba que había llegado corriendo desde el sótano, por lo que le resultaba terriblemente difícil emitir palabras, claramente no tenía el mejor de los estados físicos.

–Chicos... Oh, Archer, que bueno que estés... estés de vuelta... –comenzó a decir, mientras que una gota de transpiración surcaba su rostro.

–¿Está todo bien, Ian? –preguntó Damien, quien de inmediato acercó una botella de agua al joven genio, quien la ignoro completamente.

–Todo... oh, dios, debemos instalar escaleras mecánicas, o un ascensor que sea más rápido –dijo un poco más calmado–. Tienen que bajar de inmediato, los drones captaron a uno de los compañeros de Eon.

Mundo de héroes: Tiempos oscurosWhere stories live. Discover now