Mundo de héroes: Tiempos oscuros

37. Conoce a tu enemigo

A la mañana siguiente el ejercicio se repitió y, en un comienzo, los reclutas tardaron en reaccionar, de forma que fueron derrotados repetidas veces. Sin embargo, esta vez cada derrota parecía motivarlos más y más, de forma que no tardaron en ponerse a la par de sus contrincantes, y empezaron a derrotarlos tras unos cuantos intentos.

Se podía notar como iban ganando más confianza, no solo entre ellos, sino también en sí mismos. Realmente parecía que estaban empezando a aceptar que era héroes, que eran Vigilantes, y yo no podía hacer otra cosa que llenarme de orgullo.

Así, los días fueron pasando entre entrenamientos y planes para el futuro, mientras que esperábamos noticias sobre Jason y su portal, y la inevitable próxima misión.

Aprovechamos ese momento para que La Resistencia nos diera toda la información posible sobre los caudillos de Eon, aquel grupo de súper-humanos mediante los cuales gobernaba el mundo. Conocer a nuestro enemigo nos permitiría ponernos un paso delante, y ayudaría a los reclutas a prepararse para lo que venía.

Blackbird y Cougar no necesitaron mayores introducciones, al primero ya todos lo habían conocido y sabían de sus motivos y poderes, y el segundo era un simple asesino a sueldo, alguien que haría lo que sea por mantenerse con vida, incluso aliarse con un ser que planea destruir su planeta. El resto de los caudillos era otra historia, y consideramos que conocer sus antecedentes nos ayudaría a comprenderlos mejor y, por lo tanto, a derrotarlos más fácilmente.

Pasamos toda una tarde con Briggs, quien, al parecer, había pensado como nosotros y se había dedicado a recolectar toda la información que pudo sobre los secuaces del Antiguo, probablemente mucha provendría de Kali, de forma que había motivos para dudar de ella, pero aun así era mejor que nada.

El jefe militar de La Resistencia comenzó por contarnos sobre Stephen Turner, Bones, un muchacho problemático con demasiado poder en sus manos. Nació con su impresionante habilidad de cubrirse por aquel duro exoesqueleto, pero esta no se manifestó en su totalidad hasta su adolescencia, una vez caído el régimen de Cíclope. Sorprendido por el alcance de sus poderes, y creyéndose invencible, no tardó a subir un poco en la "escala de criminalidad", pasando de simples hurtos a robos a bancos cuando apenas tenía diecisiete años. Sin embargo nada parecía calmar la sed de poder de aquel muchacho, quien no paraba de buscar la forma de ir un poco más lejos, lo que lo llevó a cometer secuestros, grotescos asesinatos, todo por llamar la atención de héroes, la mayoría inexpertos, a los que derrotar. Los Shadows no tuvieron que hacer mucho para convencerlo, solamente asegurarle que El Antiguo podría darle más poder del que él jamás hubiera soñado, y la posibilidad de ponerse a prueba contra algunos de los héroes más grandes del planeta, Los Vigilantes, ofertas que aquel joven no pudo rechazar.

La siguiente carpeta en caer delante de nosotros fue la de Lightning, cuyo verdadero nombre era Kurt Smear, uno de los pocos súper-humanos en todo el mundo que eran capaces de controlar el clima. La escases de gente que tuviera este poder hizo que se convirtieran en un blanco para gobiernos codiciosos que buscaban experimentar con ellos y, por qué no, explotarlos. Lightning perdió a su familia cuando todavía era un niño en una emboscada de Los Recolectores, un grupo de mercenarios que se encargaban de atrapar súper-humanos extraños y venderlos al mejor postor. Sin embargo, el aterrado niño logró escapar utilizando sus poderes, y desde entonces se vio obligado a vivir huyendo, perseguido siempre por los gobiernos, la gente que le temía, y un grupo de Recolectores que no aceptaba un "no" por respuesta. Es entendible que aquel muchacho terminara odiando a la humanidad, y que aceptara la primera oportunidad de venganza que le ofrecieran, y esta propuesta llegó, por supuesto, de mano de Los Shadows.

Briggs continuó, esta vez relatándonos la historia de Tsunami, cuyo verdadero nombre se había perdido hacía largo tiempo, junto con su civilización. Aparentemente, aquella extraña muchacha pertenecía a un grupo de humanoides que habitaban las profundidades de nuestros océanos en paz, pero bajo la promesa de siempre proteger su hábitat, de forma que no reaccionaron bien cuando una empresa petrolera intentó hacer una perforación en las cercanías de su hogar. Los Altum, nombre que tenían los de su especie, lucharon ferozmente contra los hombres, forzándolos finalmente a abandonar el lugar de la perforación. Sin embargo, y como suele ser, las personas no aceptaron de buena gana la derrota, y enviaron un barco que arrojó explosivos en toda la zona, eliminando lo último que quedaba de aquella antigua raza. Tsunami era la última de su especie, y Los Shadows no tardaron demasiado en convencerla, esta vez no con la promesa de venganza, sino con la certeza de que, con ayuda del Antiguo y su tecnología, ella podría traer de vuelta a su gente, los cuales tendrían un lugar asegurado en el nuevo mundo.