35. La última esperanza.

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Tendí mi mano y rápidamente ayudé a Jason a levantarse. Su apretón fue firme, lo cual me tomó por sorpresa, aquel hombre de ciencia realmente estaba en buena forma.

–Gracias por no convertirte en un monstruo y aniquilarme –comenté, con la esperanza de cortar un poco la tensión, él simplemente me miro como si acabara de decir una estupidez.

–Lo tengo bajo control, no te preocupes –fue lo único que contestó antes de soltarme y sacudirse un poco la ropa sucia.

A pesar de los años que habían pasado, Jason King estaba prácticamente igual a cuando lo vi por primera vez en aquella terrible prisión de Cíclope, solo que se había afeitado y su pelo era un poco más corto.

Tras la caída del régimen de Cíclope, los prisioneros de Darkside, o al menos los políticos, fueron liberados y desde todos los gobiernos se les tendió ayuda para que superaran el trauma que les había supuesto su encierro; por otro lado, aquellos que realmente habían cometido delitos, recibieron un juicio justo, los primeros en dos décadas, y fueron enviados a diferentes prisiones de acuerdo a la gravedad de sus crímenes.

Finalmente, los súper-humanos que Felicity y yo habíamos encontrado en los subterráneos de aquel infierno fueron enviados a instituciones de salud metal capacitadas para contener a personas de sus características, con la esperanza de poder recuperarlos, aunque una simple mirada bastaba para saber que sus mentes estaban más allá de toda salvación, eso era lo que hacían veinte años encerrados y siendo torturados para extraerles sus poderes.

En tanto a Jason King, cuando se supo que estaba vivo y su mente intacta, todos los periodistas y gobiernos salieron detrás de él. Jason cargaba con el honor y la maldición de ser uno de los últimos Guardianes que quedaban con vida y que no se había unido a Cíclope, de forma que todos querían oírlo hablar, saber que era lo que opinaba, mientras que él simplemente quería que lo dejaran en paz.

Por tal motivo, fue solo cuestión de tiempo hasta que él tomo la primera oportunidad que tuvo para huir y desaparecer. Nadie más volvió a saber de él, aunque a veces se escuchaban relatos, suspiros, sobre un viajero que coincidía con la descripción de Jason, el cual recorría el mundo, ayudando a quien pudiera, pidiendo solo pasaje seguro a cambio.

Gladiador, tras haber derrotado a Fénix y a El Fuego de la Libertad, me confesó que luego de mi partida varios gobiernos habían solicitado a Los Vigilantes que encontraran a Jason King y lo detuvieran, alegando que sus poderes eran demasiado peligrosos como para que anduviera suelto sin más, pero Edward se negó cada vez, hasta que finalmente los gobiernos desistieron y dejaron de pedirlo, aunque sin duda lo seguirían buscando independientemente.

Aun con una población significativamente menor en el mundo, la tecnología que teníamos nos dificultó terriblemente hallar rastros de su existencia, y cuando descubrimos que estaba con Los Cazadores no pudimos hacer otra cosa que sorprendernos enormemente. Parecía increíble que un tipo pacifico como él, y además siendo un súper-humano, se uniera a sus filas, aunque tenía algo de sentido, sería el último lugar en el que alguien pensaría encontrarlo.

Los sonidos de la batalla en el fondo estaban empezando a menguar, y podía ver a varias personas pasar a toda velocidad, alejándose del campamento con las pocas cosas que podían agarrar, todos ellos Cazadores, incapaces de derrotar a los héroes que irrumpieron sorpresivamente en su asentamiento.

–Supongo que te imaginas lo que vengo a pedirte –comenté mirándolo con firmeza.

–Y supongo que conoces mi respuesta –replicó él de inmediato–, pero sólo para dejarlo en claro, es un rotundo no. No voy a dejarlo salir, aun si pudiera derrotar a Eon el mundo estaría condenado.

Mundo de héroes: Tiempos oscurosWhere stories live. Discover now