5. "Que vengan"

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¿Ann era una adicta? Ella estaba muy delgada pero no famélica, ¿ella vendía drogas? Espera, ¡¿No sería una prostituta verdad?! No, no, no. Kevin se esforzó por mantener su mente a raya.


Cuando Kevin salió de allí se sintió aliviado, pero también histérico. ¿Qué clase de mierda de vida tenia Ann? Hasta el mismo olor a moho de la habitación era repugnante. "La vida de la calle" Había dicho Stanley. Kevin tomo una decisión, iba a ayudar a Ann costase lo que costase.

Aparco en un sitio cualquiera y agarro la mochila. "Ann" Pensó. "Ann, ya tengo la mochila." Pero al abrir los ojos seguía en el coche de John. ¿Qué pasa? ¿Por qué no podía ir?

Trato de relajarse pero su corazón tenía otros planes. Trato de controlar su respiración.

-Solo relájate, joder.- Se dijo a sí mismo. Respiró profundamente. Iba a llevarle esa mochila a Ann costase lo que costase. Se aferro a la mochila y cerró los ojos. Un par de sonidos chirriantes hicieron que Kevin se estremeciera. Empezó a oír sonidos extraños, cada cual más desconcertante que el anterior. Notas demasiadas altas que herían el tímpano.

-¡Ke..! ¡KEV..! N-NO...VET...E

Kevin podía escucharla pero no verla. Los sonidos se mitigaron un poco y aparecieron nuevos pitidos, estos eran de maquinas. Pero mil veces amplificados.

-¿Ann? ¿ANN? - Pero nadie respondió, de alguna manera Kevin sabia que ella podía escucharlo. - Tengo la mochila.

De repente todos los sonidos desaparecieron y Kevin casi se golpeo con la pared que tenía en frente. Se giro para ver a Ann. Su estado lo asusto. Esta sala era diferente, más oscura que la anterior y tenia antenas de metal por las paredes. Se agacho para ayudar a Ann, que trataba de levantarse. Tenía la ropa ennegrecida y rota, tenía sangre en el costado y seguía costándole respirar.

-¿Ya se han ido?- Dijo a duras penas mirando fuera de la celda.- Te han oído, estaba intentando bloquearte pero eres demasiado insistente.- Dijo apoyando la espalda en la pared.

-¿Me estabas bloqueando?

-Algo así, cuando "vienes" suelo oír tu voz y al instante estas aquí así que he intentado o escuchar tu voz.

-Eso explica porque no podía venir...

-Ya es tarde. Vete Kevin, utiliza la mochila. Ahora van a por ti.

Kevin abrió la mochila, se esperaba que hubiera medicamentos o alguna cosa así pero se encontró con un par de pistolas, un arnés con cuchillos, munición y un móvil. Kevin se paralizo por unos segundos. ¿Qué coño era aquello? ¿Por que tenía Ann una mochila así en su casa? La idea vino rápida a su mente, la mochila junto a la puerta y llena de armas... Era para salir rápidamente si algo se torcida.

-Tu cara me dice que no me imaginabas así.- Dijo ella con una débil sonrisa.

-Oh... L-lo siento...

-No te disculpes, estoy acostumbrada a decepcionar.

Kevin clavo la vista en Ann y esta agarro en una milésima el arnés de cuchillos y se lo coloco en el muslo, cargo ambas pistolas y miro a Kevin. ¿Qué...? Había echo solo eso en un segundo...

-S-soy rápida.- Dijo Ann por la mirada intensa de Kevin. - Ahora tienes que irte, van a por ti. Ve lo más lejos que puedas, utiliza el móvil para llamar solo a números seguros.- Dijo empujándolo débilmente.

-No voy a dejarte en este estado.- Kevin miro horrorizado su costado cada vez más oscuro.

-¿Esto? No es nada, las he pasado peores. Además, me quieren viva.

-¿Por qué estas aquí? ¿Qué es lo que quieren de ti?

Ann lo miro fijamente durante varios instantes.

-Estoy aquí por nuestra conexión.

-¿Qué?- Kevin oyó ruido fuera de la celda. Sonidos de electricidad. Ann miro con pánico fuera de la celda y empujo a Kevin.

-¡No hay tiempo, vete!

Kevin se aferro a Ann, no podía irse y dejarla ahí.

-¡Ven conmigo!- Podría llevarse a Ann de allí, podía mover cosas se sitio. Aun que una persona y una manta no era lo mismo. Ann sonrió con pena, sus ojeras se acentuaron. Levanto su mano, una especie de pulsera con luces llamo la atención de Kevin.

-No puedo...

Ann soltó a Kevin y de repente sintió como algo lo absorbía. Parpadeo sorprendido en el coche de John, como si se hubiera despertado por algún ruido. Kevin golpeo enfadado el salpicadero. ¡Mierda! ¡MIERDA! ¡Y aun no sabía dónde estaba ese maldito sitio!

Kevin respiro hondo, se suponía que ahora venían a por él. Bien, pues se iban a cagar. No era la primera vez que peleaba con alguien, no estaba orgulloso de aquello pero Kevin había participado en varias peleas ilegales. Así es como pago la casa y como pensaba entrar a la universidad si las cosas se torcían. Sus padres temblaban cada fin de mes al ver las facturas, John se las arreglaba de alguna manera para pagárselo todo el solo y Kevin no quería ser la carga.

A pesar de saber pelear a Kevin le inquieto saber que lo seguían. No quería meter en problemas a John tampoco. De todas formas John iba a coger un avión hoy así que solo tenía que ir a casa y devolverle su coche, asegurarse de que llegaba bien al aeropuerto y esperar a que fueran a por él.

Por otro lado estaba Ann, había aunque ella dijera que estaba bien Kevin no iba a estar tranquilo hasta que estuviera completamente bien. Y también tendría que explicarle que significaba eso de "Las he pasado peores" y "Estoy acostumbrada a decepcionar." Además, cuanto más tiempo estuviera en ese lugar más daño podría recibir. Tenía que hacer algo.

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