22. Gruñidos

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-Tío deja de golpear la puert...

Se cayó cuando vio a Ann frente a él. Llevaba una camiseta sin mangas y unos pantalones cortos negros. Tenían grandes ojeras y a Kevin le seguía pareciendo demasiado delgada. Pero Oh Dios... Estaba increíble. Ella lo miraba fijamente, y esos ojos hacían que Kevin dejara de respirar. No podía evitar comérsela con los ojos. No podía dejar que otro se la quedara.

Simplemente, no podía.

-Creía que habías dejado esa vida.- Dijo decidida y sacando a Kevin de su concentración.

-¿Qué?- A Kevin le costó un minuto entero entender a que se refería.- Ah eso...

-¿Eso? P-pero... ¡¿Acaso te has mirado al espejo?! ¡¿Has visto el aspecto que tienes?! - Ann prácticamente grito mientras entraba a la fuerza en la habitación de Kevin. Pero aquello no sorprendió a Kevin, le sorprendieron las lágrimas que vinieron después.

-Eres... Eres un idiota...- Dijo mientras sollozaba.- Llevo días intentando hablar contigo y esos amigos tuyos no me dejan ni acercarme.

Kevin quería abrazarla pero no sabía cómo hacerlo. Espera. ¿Sam y Loren habían impedido que Ann hablara con él? Ahora que lo pensaba, habían dicho algo así cuando les contó lo que ocurría.

-¿Que ocurre Kevin? ¡N-no sé qué es lo que he hecho! D-de repente estas frio conmigo. Después das una fiesta con cinco chicas y ahora recaes en la lucha. Además de esos amigos-guardaespaldas que no me dejan acercarme a ti.- Ann hablaba entre hipos por las lágrimas. A Kevin se le partía el corazón así que lo mando todo a la mierda y la abrazo.

Ann se sorprendió pero no tardo en abrazarlo de vuelta mientras sollozaba. Kevin sintió sus manos frías en la espalda y su pecho temblar por la respiración agitada. Cuando se calmo, Kevin no quería soltarla y como ella no se movió se quedaron así.

-¿Por qué estas tan frio conmigo?- Noto la voz de Ann en el cuello. Kevin suspiro.

-Creía que estabas jugando conmigo.- Ann fue a contestarle pero Kevin no le dejo.- Mike dijo que si nos amábamos moriríamos y como ambos seguiamos vivos, creía que en realidad tu no me amabas.

-Y-yo creí lo mismo...

-Pero no funciona así, en realidad hay que tener sexo para que eso ocurra.

-Ah... Eso no lo sabía... Pero, ¿y la fiesta con las cinco chicas?

Kevin se aparto un poco para mirarla a los ojos.

-¿Que fiesta?

-Un día antes del torneo, os llevaron la comida porque habíais echo una fiesta con cinco chicas...

-¿Qué? No, no. Hicimos una especie de fiesta sí, pero estábamos solo Loren, Sam y yo. No había... chicas.- Kevin entrecerro minimamente los ojos. Ella...

Estaba... ¿celosa?

-Ah...- Ann se sonrojo y maldijo a los chicos a los que escucho hablar. Kevin no sabía que pensar. ¿Estaba aquí por él? Sabía que no debía pero le era imposible no sentir algo por ella.

-Y sobre la lucha, no he recaído en nada. Aquí los duelos y torneos son solo para romper la rutina y para mover el dinero.

Ann levanto la vista y le acaricio la cara, en la zona donde Jamal lo golpeo.

-Sí pero siempre hay quien sale perjudicado... ¿Entonces tu no le has pedido a tus amigos que...?

-No.- Respondió antes de que acabara.- Lo hacen porque les dije... Algo. Y no quieren que bueno... Nos enamoremos y eso.

Almas UnidasWhere stories live. Discover now