-T-tengo frio...
Kevin trato de no morir en ese momento. Saco valentía de algún lugar y la apoyo en su pecho, Ann se durmió casi al instante al sentir el calor. Dios, realmente estaba fría. Anoto mentalmente que tenía que poner una estufa y más mantas en su habitación. Aunque en realidad no quería poner esas mantas, se encontraba malditamente bien con ella en su pecho.
A la mañana siguiente
Aquella mañana, cuando Kevin se despertó Ann seria dormida junto a él. Abrazaba su brazo y el peluche, mientras que Kevin la tenía completamente agarrada. Ann apenas podía moverse del abrazo de Kevin. Aquello lo hizo sonreír. Decidió levantarse y preparar el desayuno. Ann bajo minutos después rápidamente, tenía cara de susto y el móvil en la oreja.
-¿Qué ocurre?- Le dijo preocupado.
-Es Stanley. - A Kevin le hirvió la sangre al oír ese nombre.
-¿Que quiere?
-Los soldados están allí. Creo que pueden saber el lugar al que nos movemos.
Kevin cogió el movió, oyó movimientos bruscos y después una especie de explosión. Entonces el teléfono dejo de sonar. Oh no. El motel no estaba muy lejos, podrían encontrarlos.
-Si nos vamos ahora llamaremos más la atención, probablemente controlen las cámaras... Tenemos que ser cautelosos.- Kevin miro la hora, tenía que ir a clase. Había faltado demasiado y no quería suspender. ¿Que estaba pensando? No podía dejar sola a Ann en una situación como esta.
Ann siguió la mirada de Kevin y adivino lo que él estaba pensando.
-Tienes que ir a clase.
-No voy a dejarte sola.
-Gracias Kevin, de verdad pero algo me dice que has perdido demasiadas horas de clase por mi culpa.
-No ha sido tu culpa.
Ann se acerco a él y le acaricio el pelo.
-No pongas esa cara, no va a pasarme nada. Me quedare aquí, hackeare las cámaras de los supermercados cercanos y vigilare. Todo irá bien.
-¿Sabes hackear? Pero si ayer cogiste por primera vez un ordenador.
-En realidad es muy sencillo. Tu vete tranquilo.
-...
-¿Por favor?- Suplico ella poniendo una carita de ángel.
-Aaagg... Está bien... Pero si pasa cualquier cosa por mínima que sea...
-Te mando un mensaje.
-No, me llamas. Pero mándame un mensaje cada poco tiempo también.
-Kevin no es tan grave como piensas.- Dijo Ann con una sonrisa.
-Es... Solo para estar seguros...- Dijo mientras agarraba la mano de Ann. No iba a perderla, ni de coña. Ann se puso de puntillas y le beso, sus labios estuvieron unidos solo unos instantes pero ambos pudieron sentir la electricidad que manaba de ellos.
Kevin odio cuando salió de casa y se subió a la moto, deseaba quedarse más que nada en el mundo pero lo que Ann había dicho era verdad... Había faltado demasiado a clase.
Horas más tarde
Kevin no dejaba de mirar el móvil, Matt le decía que parecía una chica pero a él no le importaba demasiado. Solo habían pasado un par de horas, pero Ann no le había enviado nada. Ningún mensaje. Kevin no podía evitar estresarse. Deseaba saltarse las clases e ir pero no podia...
Matt le lanzó la pelota, Kevin tenía buenos reflejos así que la agarro en el segundo antes de que se estrellara contra su cara. Guardo el móvil y le lanzo la pelota a Matt.
-¿Me echas un cable?- Le dijo Matt agarrando la pelota.
-Claro. ¿Contra quién?
Matt sonrió y señalo al grupo de chicas que estaban en la pista colocándose el maquillaje bien y sonriéndoles.
-¿Es que no puedes con ellas tu solo?- Kevin levanto una ceja.
-Oye, han dicho que lo harían si jugabas tú. Además, mira a Caroline.
Kevin miro a la única rubio del grupo, después miro sus cejas. No, no era rubia. A Kevin no le pareció fea, pero Ann era mil veces más hermosa. Hablando de Ann, saco el móvil. No había nada de nada. Kevin suspiro y lo volvió a guardar.
-Venga ya, deja el móvil. No, mejor dámelo.- Le cogió el móvil con un rápido movimiento y se lo guardo. - Cuando acabemos te lo devuelvo. Y si ganamos, claro.
-¿Matt, de verdad crees que vamos a perder contra ellas? Sabes que no discrimino a las chicas pero casi no pueden andar con esos tacones, ¿cómo van a correr o saltar?
Matt se encogió de hombros.
-Vamos tío, te lo estoy pidiendo por favor.
-Se te ha olvidado el por favor.
Matt le sostuvo la mirada, al final Kevin sonrió y se pusieron a jugar.
Media hora más tarde
Acababan de acabar de jugar, habían ganado por supuesto. Matt y Kevin rieron y se dieron un par de palmadas. Entonces vieron a las chicas acercarse, la cara de Matt se ilumino cuando vio a Caroline acercarse.
-Hey Kevin, buen juego... Am... Creo que nos han sacado fotos, ¿qué tal si me das tu numero y te las paso?- Dijo una de las amigas de Caroline.
-Primero Matt tendrá que darme mi teléfono. - Dijo mirando a su amigo fijamente. Este sonrió y se lo entrego. Nada mas cogerlo Kevin vio las llamadas.
-Oh mierda... E-esperar un poco, esto es importante.
Se alejo a paso rápido y escucho el mensaje que le había dejado Ann.
"Hola Kevin... Am, me dijiste que te avisara y eso pero no me coges el teléfono. Voy a salir un momento, no te preocupes todo está bien y no tardare mucho." Kevin podía oír como Ann revolvía cosas en busca de algo. Le había dicho que se iba, ¿pero a donde? No le había dicho lo más importante... Entonces sonó la campana de clase, genial tenía que volver a clase...
A la tarde
Kevin se dio prisa en volver, se despidió rápido de Matt, quien estaba con Caroline, y se subió a la moto. Aceleró hasta llegar a su casa, entro apresuradamente y llamo a Ann. Nadie respondió. Mierda.
YOU ARE READING
Almas Unidas
RandomKevin era un niño normal. Hasta que un día, al parpadear, se encontró dentro de un armario en una casa que no conocía. Deslizo la puerta, temeroso y descubrió que se encontraba en la habitación de una mujer. Cuando sus ojos se encontraron, solo por...