30. Despertar junto a ti

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Lo hicieron juntos, completamente agarrados el uno al otro. Kevin se apoyo en el pecho de Ann, aun procesando lo que acababa de ocurrir. Ann le acaricio el pelo y entonces noto algo pegajoso en la mano. Hubiera pensado que era otra cosa pero olía a metal quemado... Volvió a tocar el cuello de Kevin, y noto que el aparato estaba suelto.

-Kevin. Kevin da la luz.

Ann sonaba alarmada y Kevin asustado encendió la luz. ¿Ya se había arrepentido? ¿Lo había hecho tan mal? Kevin, con miedo de mirar a Ann se quito en condón, que había sido regalo de Sam y Loren, y le hizo un nudo. Levanto la vista poco a poco para ver a Ann completamente sonriente y con todo el pelo alborotado.

Extendió la mano hacia el cuello de Kevin y estiro un poco, hasta que no vio el pedazo de metal en su mano no se lo creyó. Se toco el cuello. No estaba... ¡No estaba! ¿Pero cómo? Ann le mostró las agujas que estaban en el interior del cuello de Kevin, estaban completamente derretidas.

-Supongo... Que ha sido demasiado intenso... - Le dijo ella sin dejar de sonreír pero sin mirarlo por vergüenza. Kevin la abrazo y se tumbo junto a ella.

-Y yo creyendo que ibas a decirme que había sido demasiado... No sé, ¿rudo?

Ann apago la luz y se puso sobre Kevin.

-¿Rudo?- Ann negó. - No, ha sido fantástico. Espera.- Dijo de pronto.- ¿De dónde has sacado el condón?

-Era la sorpresa de Sam y Loren, una caja de Condones.

Ann sonrió.

-Esos idiotas...- Después le sonrió a Kevin y lo beso antes de quedarse dormida en sus brazos. Kevin tardo un poco más en dormirse, estaba exhausto pero el corazón aun le latía a mil por hora. Se sentía increíblemente feliz. No podía creer que hubiera tenido sexo con ella. A demás había sido tan... tan... Intenso. Le acaricio el pelo, y la espalda hasta que al fin se acomodo junto a ella y se durmió.


A la mañana siguiente

Ann parpadeo un poco, se sentía en una nube. Había alguien debajo de ella, notaba su respiración. Lo observo un rato, estaba completamente dormido y a su merced. Sonrió. Observo el glorioso cuerpo de Kevin, más concretamente observo su musculoso abdomen. Kevin se revolvió un poco, buscando a Ann aun en sueños. Ella aprovecho para acariciarle la espalda y no pudo evitar la sutil mirada hacia la parte baja de la espalda y lo que había aun más abajo...

De repente se dio cuenta de su desnudez e instintivamente se tapo. Miro a la puerta y se fijo en la camiseta que estaba en el suelo, junto con sus bragas. Cuando vio el calzoncillo en la manilla de la puerta tuvo que retener la risa para no despertar a Kevin.

Volvió a mirar al suelo y esta vez vio los pedazos de plástico que antes decoraban el cuello de Kevin. Se fijo en las agujas de nuevo, estaban derretidas... Apenas podía creérselo. Observo a Kevin de nuevo, al principio le miro el cuello, tenía unas pequeñas marcas donde estaban las agujas pero pronto dejo de pensar en ello. Se volvió a meter a la cama, no quería que ese momento acabase.

Kevin, aun dormido, le apretó la cadera y rodó. Se puso sobre Ann, su aliento le hacía cosquillas en la garganta. Le acaricio la cara y le dio un pequeño beso, el hizo un pequeño sonido en respuesta así que volvió a besarlo. Esta vez Kevin abrió los ojos.

-Buenos días...- Le dijo Ann sonriente. Él le sonrió también.

-¿Que tal estas?- Le pregunto.- ¿Te duele...?

Ann negó antes de que acabara la frase. Kevin había sido muy cuidadoso, apenas sentía nada. Se besaron durante varios minutos, hasta que decidieron levantarse. Kevin lo primero que hizo fue quitar sus calzoncillos de la manilla, Ann intento no reír pero no lo consiguió así que Kevin le hizo cosquillas hasta que cayó al suelo.

-¿Qué es esto?- Kevin levanto una hoja de papel que habían deslizado bajo la puerta.

-"Llamarnos cuando valláis a salir, sois los únicos ahí abajo y no podéis salir solos."- Leyó Ann en voz alta. Se miraron a los ojos hasta que Kevin sonrió.

-¿Una ducha?

Ann asintió y cuando Kevin la subió a su hombro soltó un pequeño grito de sorpresa. Salieron fuera, no había nadie ahí abajo así que fueron a la misma ducha los dos juntos.


Una hora después

Loren, Sam y Flora los ayudaron a salir. Kevin no soltaba la mano de Ann y todos se dieron cuenta aunque solo Loren lo menciono. Ann le saco la lengua y se acerco más a Kevin. Loren entrecerró los ojos pero sonrió. Cuando Kevin no miraba se acerco a ella y le susurro.

-¿A sido amable o tengo que golpearle?- Ann se sonrojo nada más escucharlo. Loren sonrió de oreja a oreja, disfrutando de la reacción de Ann.- Supongo que lo ha hecho bien.

-¡Cállate!- Le grito Ann completamente roja, no quería que Kevin la viera tan sonrojada así que persiguió a Loren durante unos metros.

Una vez en el comedor, se unieron a la gente que desayunaba. Loren miraba sonriente a Ann y esta le amenazaba con el agua. Cuando acabaron de comer, Sam y Loren parecían querer hablar "de lo de anoche". Pero antes de que pudieran hacerlo Flora llamo a Ann y a Kevin. Se miraron mientras Flora los llevaba por diferentes pasillos, ninguno sabía porque los habían llamado.

-Es aquí.- Dijo Flora al fin. Abrió la puerta, dentro estaba Mindy sentada frente a una mesa.

-¿Qué ocurre?- Pregunto Ann.

-Sentaros.- Mindy señalo un sofá que había en una esquina. Todos se sentaron allí y se quedaron en silencio hasta que Mindy levanto la cabeza y empezó a hablar.

Almas UnidasWhere stories live. Discover now