6. Sentimientos

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Kevin respiro hondo, se suponía que ahora venían a por él. Bien, pues se iban a cagar. No era la primera vez que peleaba. Por otro lado estaba Ann, había aunque ella dijera que estaba bien Kevin no iba a estar tranquilo hasta que estuviera completamente bien y le hubiera explicado eso de "Las he pasado peores." Además, cuanto más tiempo estuviera en ese lugar más daño podría recibir. Tenía que hacer algo.

Se apresuro y llego a casa antes de lo esperado. Nada más entrar al salón se dio cuenta de que apenas había pasado tiempo con John, y eso que él hacia el esfuerzo de venir para estar con él y mama.

-¿Kevin? ¿Cuándo te has ido? ¿Y esa mochila?- Kevin miro la mochila y se quedo sin habla. No podía dejarla en el coche.- Eso en mi coche te aseguro que no estaba así que...

Kevin miro al techo y suspiro.

-Suspira todo lo que quieras pero quiero conocer a Ann.

-Claro, claro.- Contesto Kevin subiendo el primer peldaño de la escalera.

-Quiero conocer a mi futura cuñada.

-¡Oh, por favor! ¡Ni siquiera es mi novia!

-Ya, pero tú no piensas en ella como una amiga y tiene tu numero.- John se apoyo en el respaldo del sofá. "¿En serio se me nota tanto?" Pensó Kevin.- Espera, ¿te lo dio ella a ti o tú a ella?

-Eso fue porque...- No podía explicarle todo esto de aparecer en un sitio y después en otro, así que dijo lo primero que se le ocurrió. -Es complicado, déjame.

Kevin dejo la mochila bajo su cama. Entonces recordó el cinturón de cuchillos y miro su muslo. No estaban, por eso John no había gritado. Abrió la mochila y los encontró ahí. Kevin no lo entendía, ¿es que los pensamientos influían? "Tiene sentido." Se dijo a sí mismo. "Si me tengo que concentrar para ir a un sitio, puede que también pueda manipular el objeto que muevo. " de todas formas era demasiado complicado así que bajo al salón. Le daba pena tener que despedirse de John.

-No te preocupes, voy a dejaros la casa a ti y a tu no-novia.

Kevin se tiro al sofá. Quería decirle a John lo mucho que odiaba que se tuviera que ir, pero por raro que pareciera, no le gustaba tener que decirlo. "Estúpidos sentimientos." Pensó.

-Ojala te quedaras un poco más... -Kevin espero inquieto la respuesta. Entonces su hermano le tiro la revista a la cabeza, Kevin trato de esquivarla y entonces su hermano lo placo. Acabaron tirando el sofá, de lo raros e improvisados movimientos que hacían para zafarse del otro. Kevin acabo junto a John, con una pierna colgando del extremo del sofá.

-No me voy aun. No sé qué mierda le ha pasado al avión, me ha dado pereza leerlo pero me cambian el vuelo a dentro de una semana.

Kevin rio un poco, John era el mejor.

-¿Entonces te quedas? Sé que es por la nevera, cabrón.

John golpeo a Kevin.

-No idiota, me quedo en casa de mama y pap...-John se cayó y decidió seguir. - Se que quieres estar con Ann. Además, odiaría que tuvierais que ir a casa de Matt a hacer vuestras cosas de no-novios.

-Oh, por favor. - Kevin trato de levantarse pero John lo agarro y tiro de vuelta hacia abajo.- Vas a contármelo, que lo sepas.

-En serio, ¿que tengo un hermano o una hermana?

-La última vez que lo comprobé era tío, a ver... - John hizo el amago de desabrocharse el pantalón, lo que hizo a Kevin gritar.

-¡Por dios, eres un perturbado!

Subió a su habitación mientras escuchaba la risa de John. En realidad se sentía feliz de saber que no se iba, y además iba a casa de sus padres lo que era genial porque así no tenía relación con John y esos que lo seguían lo dejarían en paz.

Una vez en su cuarto saco el teléfono y llamo a Matt.

-¿Sigues vivo? Justo estaba mirando tu ataúd. ¿Cuánto medias?

-Imbécil, podrías llamar tu.

-¿Yo? Lo siento pero estoy acostumbrado a que se gasten en dinero en mi.- Dijo cambiando la voz. Kevin no pudo evitar la carcajada.

-Bueno, estoy seguro de que no has llamado para escuchar mi melodiosa voz.

-No, ¿tienes gasas?

-Claro, ¿a quién hay que pegar?

-¿Te acuerdas cuando me pediste que te ayudara pero que no hiciera preguntas por que era muy gordo? Pues es algo así.

-Entendido, ¿cuándo es la pelea?

-No lo se, se supone que vienen a por mí.

-Ya veo... Bueno habrá que esperar entonces. Oye ¿qué tal tu hermano? Lo vi el otro día comprando cerveza. Me dijo que eras una mierda por no tener cerveza en casa.

Típico de John...

-Sus cervezas y el están bien. Se va a quedar más tiempo pero en casa de mis padres.

-¿Eso es bueno?

-Tío, vuelvo a tener la nevera para mí solo.

Matt rio al otro lado del teléfono y Kevin no pudo evitar reír con él. Colgó y automáticamente se puso serio.  No iba a esperar más, iba a traer a Ann hoy mismo. No quería llamar la atención así que decidió ir a la noche. Claro que si la tenían muy vigilada daría igual si iba de día o de noche. De cualquier manera, iba a traerla.

Entonces lo sintió, era como si de repente pudiera sentir la soledad de Ann. Igual que la vez que la vio por primera vez, sentía lo que ella sentía. Soledad, frió, miedo, nerviosismo. Y al mismo tiempo, ganas de de querer acabar con todo.

"Un martillo." Pensó. "Voy a cargarme esa mierda de pulsera ahora mismo."

Almas UnidasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant