19. Olvido

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-¿Quien es tu alma unida?

-¿Kevin?

El se giro y se encontró a Ann, ella estaba hermosa, como siempre. La pequeña puñalada aun quemaba en el pecho de Kevin.

-Yo ya he ido y tú tienes tus llaves, vete tú.- Kevin se giro dejando a Ann ahí de pie. Loren y Sam lo miraban como si estuviera loco.

-Y-yo...- Kevin podía oír la voz rota de Ann. Se giro pero Ann ya no estaba.

-Tarde.- Dijo Sam. Kevin vio a Kylie dándole palmadas en la espalda a Ann que arrastraba los pies y llevaba la cabeza gacha.

-Se anuncia el comienzo del duelo entre Luis y Jamal, por favor los interesados que acudan al patio. ¡Hagan sus apuestas!

- No vas a encontrarla con toda la gente corriendo de aquí para allá.

-Pero podrías contarnos que pasa.

-En realidad es una tontería... No quiero aburriros con mi vida.

Sam

-La cosa funciona así: Tú nos lo cuentas y te echamos un cable. Y después tu nos escuchas y nos echas una mano.- Le dijo Sam mirándolo fijamente a los ojos.

-Así que cuéntalo. ¿Cómo es que le has dicho eso a ESA diosa?- Loren se aparto el flequillo rubio de los ojos.

-Esa diosa es mi alma unida.- Se le hacía raro utilizar ese término. Sam y Loren asintieron.- Se llama Ann y...

-Oh no, dime que no.- Dijo Loren adivinando lo que iba a decir.

-¿Qué? ¿Qué pasa?- Sam miraba a Kevin y a Loren sin entender nada.

-Ella me gusta.- Dijo Kevin. Sam cerró los ojos con fuerza.

-¿Ella lo sabe?- Dijo Loren. Kevin negó.- Entonces te pasa lo mismo que me ocurrió a mí.

-Sí pero...- Kevin simplemente no podía creérselo. Apartaba el pensamiento cada vez que aparecía, pero eso no mitigaba el dolor. Sabía que tenía que hacerle frente pero no se sentía capaz.

-Tranquilo Kev. Es una mierda pero lo superaras. Lo primero que hay que hacer es arreglar las cosas con Ann.- Sam le entregó su postre, como si eso le subiera el ánimo.

-Nosotros te ayudaremos a que no la veas más.

-¿Qué?- A Kevin se le cambio la cara. ¿En que estaban pensando? - ¿Que vais a hacer?

-Tranquilo, no la vamos a matar.- Rio Loren.- Estamos locos pero no tanto. Lo cierto es que Ann es muy guapa y los tíos van a perder la cabeza.

-Ojos que no ven, corazón que no siente.

-No quiero llegar a eso.

-Créeme Kevin, va a ser lo mejor. ¿Ves a esa pelirroja? La del jersey azul.- Le dijo Loren.-Se llama Vanessa. Es mi alma unida y sigo enamorado de ella, pero no se puede hacer nada. Sé que te sientes inútil y no te crees esa mierda de que las almas se unan, yo tampoco lo hacía. Pero cuando alguien muere lo ves más claro.

Kevin miro fijamente a Vanessa. Llevaba una especie de jersey azul sin mangas que dejaban al descubierto su piel llena de tatuajes. Tenía los ojos verdes y el pelo recogido en una coleta. Se quedo mirando el plus en su pecho.

-¿Vamos a apostar?- Dijo Sam levantándose.

Kevin suspiro.

-¿Qué es eso de los duelos?

-Esto se puede volver aburrido así que a veces se organizan duelos y cosas similares. Retas a alguien, la gente apuesta y se mueve el dinero.- Le explico Sam.

-Luis es un prepotente y Jamal se ha criado en la calle. Siempre lo vapulea, pero él sigue retándole.- Loren se encogió de hombros. - También ayuda a mantener en forma para cuando haya que huir.

-¿Huir? Ah. De los científicos.

-No, los científicos son imbéciles con bisturí, pero los cazadores... Esos son unos cabrones. Si van sueltos se les puede matar pero como siempre van en grupo, nadie lo cuenta.

-¿Matarlo?

-No queda de otra, si te cogen te abrirán en canal.

Kevin volvió a suspirar. ¡Por favor! ¡¿En qué clase de locura se había metido?! Se suponía que esto era la vida real, no una serie de acción.

-Bueno vamos a ver la pelea.


-Te dije que lo machacaría.- Sam sonreía contando el dinero que había ganado.

-No dejaba de dar saltitos, ¿como esperaba tener estabilidad y resistir los golpes?

Sam y Loren prácticamente dejaron de caminar cuando Kevin hablo.

-¿Qué ocurre?

-¡Por fin!- Dijo Sam.- ¡Por fin alguien que entiende!

-¿Has peleado alguna vez?- Le pregunto Loren.

-Para comprar la casa.- Dijo Kevin.

Sam y Loren asintieron.

-¿Vamos a dar unos golpes? Si lo haces bien puedes participar en el duelo del martes.

Kevin fue a rechazar la oferta de Loren cuando vio a Ann. Estaba con Kylie, rodeada de chicos que hablaban con ella. Ann reía despreocupadamente con uno y después le sonreía a otro que la llamaba para hablar con ella. Era indudablemente popular, llamaba la atención por su belleza.

Parecía que había olvidado a Kevin por completo, como si ya no sintiera esa tristeza que Kevin había creído ver cuando había rechazado ir con ella. Se sentía estúpido, el no hacía más que pensar en ella, mientras que Ann se divertía con otros.

-Loren.- El tono de voz de Kevin llamo la atención de sus nuevos amigos.- ¿Podemos dar esos golpes ahora?

Loren siguió su mirada y asintió.

-Claro. Vamos, es por aquí.


Dos horas después

Estaba en la ducha, el agua le caía sobre los hombros pero no conseguía relajarse. Había golpeado el saco, luchado contra Samuel y Loren, y aunque se sentía exhausto aun sentía un ardor dentro del pecho que podría matarlo. Podría derrumbar el edificio entero. Le dolía la cabeza. No quería pensar, no quería ver ni hacer nada.

Sabía lo que significaba eso y no iba a dejar que la depresión lo arrastrara. Kevin sabia que a veces podía ser muy débil pero al menos sabía que debía hacer ahora. Despejarse. Y la mejor manera era participando en el torneo que había mencionado Loren.

Almas UnidasWhere stories live. Discover now