29. Habitación compartida

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Salió con la toalla anudada en el pecho, se había olvidado la camiseta en la habitación... Se asomo y como vio que no había nadie ando rápido y abrió la puerta. La cerró igual de rápido y apoyo la espalda en ella para suspirar.

-¿Ann?

Se quedo congelada al ver a Kevin sin camiseta. Empezó a ponerse aún más nerviosa al ver los abdominales de Kevin. ¿Se había equivocado de habitación? ¿De verdad?

-Y-yo... L-lo siento, creía que era la 23H.

-Es la 23H.- Le dijo Kevin extrañado.

Ann frunció el ceño y se fijo en el neceser que le había dado Flora antes, seguía ahí.

-Creo... Que nos han puesto en la misma habitación.- Dijo Ann.

-Entonces esto probablemente sea tuyo.- Le dijo Kevin tendiéndole la camiseta que se iba a poner. No pudo evitar observar el cuerpo de Ann rodeado por la toalla.-Cámbiate... Cogerás un resfriado.- Le dijo Kevin intentando apartar la mirada.

Ann cogió la camiseta y clavo los ojos en la espalda de Kevin. Espero un par de segundos, comprobó que él no se giraba así que dejo caer la toalla y se puso rápidamente la camiseta, por suerte ya tenía puesta la ropa interior. La camiseta le quedaba sobre las rodillas.

-Ya esta...- Le dijo mientras se agachaba a coger la toalla y doblarla. Sentía su corazón latir a mil por hora. Y lo que era peor, la mirada de Kevin sobre ella. Lo miro un solo segundo, sus ojos se movieron solos hasta los abdominales de él y hacia la cadera.

Aparto la mirada rápidamente, ¿qué estaba haciendo? Era muy rudo de su parte mirar tan descaradamente a Kevin. A ella no le gustaría que le hicieran eso. Bueno... Quizás si fuera Kevin... Se tapo los ojos, ¡no podía estar pensando esto! ¡Y delante de él!

-¿Estás bien?

-¿Eh? Si, si. No te preocupes. Am... Deberíamos dormir.- Ann estaba tan nerviosa que le temblaban las rodillas, en un intento de que todo pareciera normal camino hacia la cama y se metió en ella. Se quedo mirando a la pared y espero. Kevin tardo unos minutos en reaccionar, después apago la luz y se metió junto a ella. Ann podía sentir su calor, tenían las espaldas unidas, la cama no era lo suficientemente ancha para los dos...

Entonces se acordó del sobre, sin pensárselo dos veces empezó a hablar.

-Sam y Loren han traído algo para ti. Está sobre la mesa... No he mirado.

Kevin se estiro y agarro el sobre, lo abrió y Ann escucho como agarraba algo que crujía. Noto como el corazón de Kevin se acelero aún más. Ann no quería sentirse tan incómoda y como ya eran pareja oficial no debería haber ningún problema en darle un simple beso de buenas noches, ¿no?

-¿K-Kevin?- Le toco el hombro y sintió lo musculado que estaba. Eso solo consiguió ponerla más nerviosa así que cuando Kevin se giro lo beso directamente. La intención de Ann era que solo fuera un simple beso, un pequeño roce pero cuando Kevin le respondió no pudo contenerse.

Cuando la lengua de Ann toco la de Kevin, las corrientes dentro de ella enloquecieron, podía sentirlas chocando y rebotando por todas partes. Kevin mordió el labio de ella y tiro un poco haciendo que Ann gimiera un poco. Su gemido provoco a Kevin, pensó que podría perder la cabeza si ella gemía de esa manera. Ann no tardo en acariciar la suave piel de Kevin que ardía bajo sus manos.

Él empujo a Ann a un lado y rodaron, Kevin quedo sobre ella y el aprovecho para atacar el cuello de Ann. Ese era un punto débil, lo que la hizo estremecerse y gemir de nuevo. Le rodeo con fuerza una pierna a Kevin mientras el mordía y chupaba por todo su cuello.

Almas UnidasWhere stories live. Discover now