43. La otra unión - Kevin

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Ann dejo que Dean la cargara hasta la cama, y no hizo nada cuando el se metió en la cama junto a ella. Espero un par de horas, se quedo completamente inmóvil para que él no se diera cuenta que seguía despierta. Cuando la respiración de Dean se volvió regular se dio la vuelta y se concentro en él, ¿creían que ella se iba a resignar sin hacer nada? No, de eso nada. Se metería tanto en la cabeza de Dean que descubriría todos sus secretos.


Kevin – Una hora antes

Le dolía todo, quería gritar del dolor pero no podía, su cuerpo no le respondía. El escuchaba con claridad y podía pensar mucho mejor que antes. Sabía que le habían sedado pero unas horas antes un dolor horrible había empezado a bajarle por la cabeza. Era como si le estuvieran separando la carne del hueso sin piedad. La agónica sensación bajaba lentamente, y Kevin ni siquiera podía gritar. Llego a las puntas de los pies, allí fue aun peor.

Los dedos de los pies le ardían y en la punta sentía como si le estuvieran abriendo con un bisturí sin filo. No podía mas, sentía cómo su propio cuerpo no lo resistía. Quiso salir de su propio cuerpo, arrancarse esa sensación de donde fuera que viniera. Algo en su interior rugió lleno de furia y le dio poder.

Salto de la mesa tan rápido como pudo, no le costó mantenerse de pie como el había imaginado. Se giro para ver a los cazadores, extrañado por el silenció. Ninguno de ellos parecía haberse inmutado, entonces le pareció ver algo sobre la mesa. Lo que vio le dejo atónito y asustado a la vez.

Vio su propio cuerpo tendido en la mesa, rápidamente se miro las manos. Parecían un poco difuminadas. Toco su propio cuerpo, lo noto caliente contra su mano. Notaba los sedantes en su cuerpo, evitando que entrara en un estado de pánico. Se apoyó en la mesa, pero resbaló. Kevin agarro la mesa para ayudarse, pero su mano traspaso la mesa. ¿Qué demonios?

Entonces empezó a sentir frío, como si estuvieran bajo el mar y hubiera una corriente helada, de repente se sintió solo y débil. Trato de volver a su cuerpo pero no podía, era como si se hubiera despegado de él. La ansiedad empezó a subir. Tenía que hacer algo, ¿pero qué?

Un cazador menciono a Alan. ¡Claro! Ese imbécil debía de saber algo, y no podían verle así que se metería en su cabeza para sacarle la información.

Corrió por los pasillos, era mucho más liviano de esta manera. Al fin encontró a Alan, estaba frente a dos cubos transparentes. Sacaron a alguien y cuándo estuvo a punto de atacar a Alan, la vio.

Delgada, demasiado delgada, pálida y con la cara contorsionada por el dolor.

-¿Ann? ¡Ann! - Por supuesto ella no podía oírlo. Trato de tocarla pero cuando lo hizo una descarga lo golpeo contra la pared. Dolorido y confundido, trato de levantarse. La observó con atención, estaba diciendo algo sobre la conexión. Los oídos empezaron a pitarle y no pudo seguir escuchando. Cuando el horrible sonido ceso, Ann tenía un aspecto apesadumbrado.

Un cazador la agarro con fuerza, pero ella siguió revolviéndose, podía ver su cara contraída por el dolor. Tenía que parar aquello, golpearía a Alan hasta que se diera cuenta de que él estaba allí. Hasta que lo devolvieran a su cuerpo. Decidido, levanto el puño pero antes de que pudiera golpear a Alan él grito.

Una luz cegadora le obligo a cerrar los ojos, cuando pudo volver a abrirlo, la luz aun seguía pero no le dolían los ojos. Ann tenia ambas manos sobre las maquinas, y una de sus mangas había desaparecido. De esa mano, salían chispas que se hundían en las maquinas, haciéndolas chispear también.

Rápidamente la rodearon con una red, Kevin empezó a golpear a los cazadores pero no servía de nada, su mano los atravesaba como si fuera un fantasma. Miro a su alrededor, quizás el no podía golpearlos directamente así que empezó a tirar cosas por el suelo para entorpecerlos.

Las preguntas empezaron a agolparse en su interior. ¿Por qué no podía tocarla? ¿Por qué las corrientes habían reaccionado en su contra? ¿Tenía algo que ver con lo que Alan le había dicho a Ann sobre la conexión antes de que el pitido los interrumpiera? ¿Por eso no podía volver a su cuerpo? Demasiadas preguntas, pero cuándo un soldado apunto con una pistola a Ann, Kevin las olvidó todas.

No sabía cómo era, no sabía si iba a funcionar pero cogió carrerilla y abrazó el cuerpo del chico que apuntaba a Ann. Quería detenerlo pero acabo metiéndose en su cuerpo. El chico empezó a retorcerse, Kevin tenía en su poder el pensamiento del chico, pero no su cuerpo. Empezó a mostrarle imágenes, no quería que Ann viera de lo que era capaz... Hasta a él le parecía algo monstruoso.

El chico sostuvo con más fuerza el arma, vio pasar por su mente la idea de matar a Ann. Creía que Ann era la que le estaba haciendo eso. Por supuesto Kevin no iba a dejar que eso ocurriera, con un solo pensamiento separo las capas del pensamiento, dejo que la amígdala trabajará con normalidad. Siendo la región del miedo, le venía bien para acabar con el chico.

Empezó a gritar, y al fin soltó el arma. Empezó a arañarse el cuello y a rogar que parara, empezó a pedir perdón. Aunque quisiera, Kevin no podía detenerlo. Una vez que separaba las capas el daño ya estaba hecho, su mente estaba desequilibrada y jamás volvería a ser él mismo. Le parecía horrendo lo que el mismo cerebro era capaz de hacer, el separaba las capas pero eran los mismos cerebros quienes daban la orden de arañarse el cuello.

Kevin no quería mirar, se puso delante de Ann para que no lo viera pero en su estado etéreo, probablemente no servía de nada. Acerco la mano un poco al hombro de Ann, con cuidado por si una descarga lo atacaba de nuevo. A penas estaba a un centímetro de distancia cuando una chispa le recordó que no era bienvenido a tocarla. Entonces vio algo, algo que no había visto antes y que no le gusto en absoluto.

Un hombre de pelo negro se acerco a Alan, estaba demasiado cerca de una caja idéntica a la de Ann y había gente tomándole medidas y haciéndole preguntas. Cuando Alan paso junto a él y le dijo "Trabaja en ello, espero los resultados" Kevin lo comprendió. Algo pasaba entre Ann y ese chico, aunque Kevin no tenía ni idea de lo grave que era la situación.

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