Esperanza en la oscuridad (En proceso de publicación)

Sueño 2: Estado de emergencia (II)

...

Retiró la funda de almohada de su cuello, la sangre formo pequeños hilos, que estaban adheridos a la tela, que se rompieron al retirar la tela por completo. La herida en el cuello de George, era grande, poco profunda, pero su forma era demasiado extraña, como si un animal lo hubiese mordido.

— ¿Con qué te hicieron eso? —pregunté.

—Sus dientes, me mordió.

—Sí, veo la forma de una dentadura. ¡Dios! Ese sujeto estaba loco —dijo papá.

Miré a Jace y a Sarah, estaban asustados, sobre todo Jace que estaba en shock; ambos se parecían mucho, Sarah era de cabello castaño, ojos color marrón y tez blanca, Jace era casi exactamente igual, salvo por su tez, era un poco más oscura que la de su madre, resultado de ser hijo de una pareja interracial. Sus ropas, estaban con salpicaduras de sangre, que pertenecía a George.

—Esto es... una locura. —Comenté—, ¡Estúpida policía! ¿Por qué no atienden las llamadas?

—No lo harán —dijo Jace—, están saturadas, igual yo intenté hacerlo.

—George, voy a levantarte y te llevaré a mí casa, de acuerdo —dijo papá al tratar de levantarlo, pero George se resistía.

Mientras papá trataba de ayudar a George, escuché un ruido provenir del pasillo, me asomé por el marco de la puerta, llevándome una enorme sorpresa, su cuerpo ya no se encontraba, solo, había una enorme mancha de sangre en el piso, y unas huellas de zapato, que iban escaleras abajo.

—Papá, el cuerpo, ya no está —dije nervioso.

—No es tiempo de juegos Dorian —contestó.

—No es broma.

—Michael... escucha —dijo George con dificultad—, llévate a mi familia... —se quejó e inhaló profundamente—, protégelos... sácalos de la ciudad junto... —tosió sangre—, con tú familia, hazlo rápido —George tosió más sangre—, antes que...

George, dejó de respirar, sus pupilas se dilataron hasta que cubrieron el iris de sus ojos totalmente, dejando una negrura donde antes estaba el color marrón. Sarah, rompió en llanto, tratando de llegar hasta el para abrazarlo, pero la detuve, el llanto era por haberlo perdido, pero más por no haberlo podido salvarlo, ella era doctora en el hospital Mercy en el centro de la ciudad, pero nada de su preparación médica, la preparó para esto.

—Sarah —dijo papá al levantarse—, Sarah, escúchame por favor —la tomó de los hombros—, empaca ropa, la suficiente para una semana; Jace tu haz lo mismo, y ambos vendrán a mi casa.

—Si —asintió repetidamente—, de acuerdo —sollozó.

—Dorian, vigila el pasillo mientras Jace va a su habitación. Si dices que ese sujeto se levantó, a pesar de haberle disparado en el pecho, será mejor estar atentos.

Jacob

—Ya pasó mucho tiempo, deberían haber vuelto —dijo mamá nerviosa.

—Deben de tenerlo todo bajo control —comentó Erika.

—Pero esos disparos, algo debió salir mal.

—Mamá, recuerda que papá es un ex agente de la FRAE, descuida, él está bien.

Estaba nervioso, ver la camioneta de los Martínez, sola, con esas maletas en el suelo, eso no estaba bien, los Martínez nunca habrían dejado algo así, ellos eran muy ordenados, incluso a la hora de reciclar la basura.

—Erika, deberíamos poner el noticiero —comenté.

—Esa es una tonta idea, son casi las tres de la mañana —contestó Erika.

—Solo hazlo, puede que muestre por qué emergencias no atiende las llamadas.

—Me sigue pareciendo tanta, pero lo haré.

Ella se dirigió hacia la sala, con el arma en su mano, siendo seguida por mamá. Caminé hacia la sala, sentándome en el sofá individual, dejando el arma en la mesita que estaba al lado de este, Erika, tomo el control de la pantalla, está era de cincuenta pulgadas, y como la mayoría de los electrónicos y electrodoméstico en la casa, eran de la marca Haven; tenía dos centímetros de grosor, un armazón de aluminio color perla y funcionaba con tecnología holográfica en 2D, las imágenes se veían tan claras, y reales, que parecía que estabas allí. El control remoto era parecido a un celular, pequeño, cuadrado, y funcionaba con la misma tecnología de la televisión, solo que contaba con función táctil.

La televisión se encendió en un instante, estaban pasando películas, pero eso no era lo que nos importaba, cuando cambió de canal, poniendo el noticiero. Estaban pasando un informativo de emergencia, la ciudad, se encontraba en estado de emergencia, el presentador, estaba alarmado, había personas corriendo atrás del escenario, se podían escuchar a los técnicos de escena desesperados.

—Esté es la actualización de la información —dijo el presentador—, la situación se ha salido de control, los vuelos están siendo cancelados para todo quienes no tengan un boleto previo, las carreteras están abarrotadas o totalmente bloqueadas, es un completo caos —pasaron imágenes aéreas del aeropuerto, y las carreteras—. Los saqueadores, ahora están por las calles, asaltando a cualquiera que tenga un vehículo, o recursos, se le recomienda a la población no salir de sus casas mientras sea posible, y si tienen la oportunidad, salgan de la ciudad lo antes posible —llevó su mano hasta él micrófono de su oído, escuchando por unos cuantos segundos antes de continuar—. ¡Dios! Acabo de recibir más noticias. Llevamos las imágenes a ustedes —pusieron las imágenes del centro de Houston, mientras el presentador seguía narrando—. Los infectados, han superado las cuarentenas, los hospitales, y han atacado algunos refugios, ahora hay tantos, que la policía y el ejército no pueden con ellos.

Mostraron las imágenes de un enfrentamiento entre los oficiales, de la policía y los militares, contra personas, que corrían hacia ellos, era horrible, le estaban disparando a personas, usaban vehículos pesados, explosivos, incluso había un par de tanques tratando de contener lo que estaba pasando, pero todo aquello, era simplemente traumatizante, pensar que estábamos a ocho kilómetros de esta tragedia, no escuchábamos explosiones o disparos, debido a los edificios que dispersaban el sonido entre ellos.

—Esto está mal —comenté—, papá debe volver de inmediato.