29

138 22 6
                                    

Jane

Después de un largo día de clases, la campana al fin da el grito de salida. Todos guardan sus libros y cuadernos para regresar a sus hogares o salir a pasear. Yo me levanto de mi asiento sin prisa alguna y salgo del aula.

Los chicos se aglomeran en la entrada, causando un tránsito lento. Voy tarareando alguna melodía por lo bajo, inmersa en mis pensamientos.

—No entiendo su prisa, ¿tú sí? —exclama un chico que ha comenzado a caminar a lado mío.

Volteo hacia la izquierda para mirar a quien me habló. Es un chico de tez morena clara, con un fino rostro sobre el que posan dos enormes ojos color avellana.

—Seguramente tienen muchas cosas que hacer —contesto alzando los hombros.

—¿Y tú no? —pregunta.

—En realidad no.

El muchacho sigue caminando junto a mí, lo que es raro, pues es la primer persona desde que llegué a la escuela que se acerca sin mostrar desagrado.

—¿Cómo te llamas? —pregunta sonriente, dejando a la vista una dentadura con frenos.

—Jane —respondo devolviendo la sonrisa—, ¿y tú?

—Soy Jaden —me tiende la mano—, mucho gusto.

Estrecho su mano, mientras el chico sonríe con simpatía.

—¿Te invito un helado? —pregunta dándome un ligero golpe con el codo.

—Tal vez después —le digo amablemente.

—Vamos, Jane. La heladería está cerca de aquí.

—Está bien —respondo convencida.

Es un extraño, sí, pero asiste a la escuela. Además, un amigo siempre empieza como extraño.

—Tú no venías a esta escuela antes, ¿verdad? —pregunta.

—No. Me mudé hace un par de semanas.

—Es raro —comenta frunciendo el entrecejo, pero a la vez sonriendo.

—¿Raro?

—Sí. Es raro que te hayas cambiado de escuela cuando sólo te falta un año para terminar.

—Ah... Sí, lo sé —mi mirada decae por unos segundos.

Jaden parece notar que me afectó su comentario, pues ya no pregunta nada al respecto.

~*~

—¿De qué quieres tu helado? —me pregunta una vez estando en la heladería.

Regularmente pido de chocolate, pero hay tantos colores que me llaman la atención...

—De éste —señalo a través del cristal el contenedor con helado que tiene gomitas en forma oso panda.

—Dos de éste, por favor —pide al vendedor.

Nos entregan nuestros helados y nos dirigimos a sentar a los bancos que hay afuera.

—Éste es mi favorito —comenta Jaden al lamer su helado.

—Jamás lo había probado... Pero está muy bueno.

¿Qué hora es? No creo que mamá haya llegado ya a casa. ¿Y qué se supone que hago aquí con este chico que acabo de conocer? Sería grosero irme, pero no me puedo quedar.

—Jaden... Tengo que irme. Mamá me espera en casa —musito al levantarme de mi asiento.

—¿Traes carro? —pregunta. También se pone de pie.

—No —río— tomaré el autobús.

—Si quieres te acompaño a la parada —el sol refracta en el iris de sus ojos, dándole ahora un color ámbar.

—No... Yo me iré sola. Gracias por el helado.

—Nos vemos mañana.

Camino a casa, la imagen del brillante color avellana de esos ojos, se repite una y otra vez en mi mente.

________________________
5comentarios :v

Les dejo una sensual foto del cielo porque sí c:

Les dejo una sensual foto del cielo porque sí c:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Gracias por leer <3
________________________

Lo prometiste © #PGP2020Where stories live. Discover now