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Jane

No sé con certeza cuánto tiempo llevo aquí; los minutos parecen horas, las horas siglos...

Asomo la mirada por el gran ventanal del hospital. El cielo es gris, pareciese que en cualquier momento las nubes pueden comenzar a llorar.

-Hija, ¿tú sabías algo? -preguntó mi madre sollozando, con los ojos hinchados y las mejillas húmedas.

Me quedé en silencio, maldiciendo mi existencia por dentro. ¿Por qué no hice nada? Yo lo sabía. Lo sabía y no hice nada para ayudarlo.

Una mujer joven, de unos treinta y tantos, entra frenéticamente a la sala, con sus rubios cabellos despeinados y con un aire de cansancio. Busca entre la pequeña multitud que, como yo, aguarda sentada, velando y rezando en silencio. Su mirada se detiene en mí unos segundos, frunce el ceño y se acerca a pasos torpes hasta mi asiento.

-¿Jane? -pregunta pasando su mano por su cabeza.

-Si... -contesto insegura, mirando a todos lados en busca de algo inexistente.

Ella se sienta a mi lado, donde hace algunas horas estuvo mi padre.

-Soy Olivia, tía de Ahren -me mira con preocupación.

-Ah -me quedo pasmada sin poder articular palabra alguna-... El doctor dijo que estaba fuera de peligro... bueno, dijo que puede presentar efectos secundarios -finalizo tartamudeando.

-¿Pero qué pasó? -está pálida y tiene la mirada perdida, su maquillaje está un poco corrido.

¿Qué le digo a esta mujer? ¿Cómo le explico que su sobrino intentó suicidarse porque tiene una vida miserable? Me quedo callada, evadiendo su mirada.

-¿Le hiciste algo, niña? -alza las cejas.

Me ofendo con su pregunta, aunque tal vez esté desesperada, al igual que yo.

-¿Qué? ¡No! No estaría aquí si hubiera sido así -digo en forma de reproche.

-¿Qué pasó entonces? Dime por qué mi sobrino está ahí -alza la voz y me lanza una mirada de represión.

-N-no lo sé... ¿En dónde estaba usted? -intento defenderme.

-Quiero ver a Ahren -se pone de pie.

Empiezo a sentirme mareada y cada vez me cuesta más esperar... Necesito verlo, saber que está bien. Todo esto es mi culpa.

-Aún no se puede. Tranquilícese y espere.

~•~

El doctor sale después de otro par de siglos.

-El chico está estable. Todavía no despierta, pero seguramente no tardará mucho... Puedes pasar a verlo -me indica.

-Soy su tía -inmediatamente Olivia se pone de pie e interviene-. Quiero verlo.

-Sólo puede entrar una persona. Se le tiene que dar prioridad a la familia -el hombre me mira con sus ojos marrones con semblante triste e indica a Olivia, quien llegó hace horas, que pase.

Y Jane, quien llegó con el chico hace día y medio, se quedó toda la noche aquí y esperó para verlo: se queda esperando otra eternidad.

~•~

-Ahren despertó -me comenta Olivia con una enorme sonrisa cuando sale dos horas después.

Una inmensa alegría y alivio inundan mi ser.

-Gracias a Dios... -una lágrima se escapa y corre por mi mejilla hasta que cae- ¿Puedo verlo?

-No creo que sea lo mejor... le dije que estabas aquí y su mirada cayó aún más.

Un nudo en la garganta me está sofocando. Necesito disculparme con él... no puedo vivir con la idea de que la persona a la que amo me odie.

Lo prometiste © #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora