Lo prometiste © #PGP2020

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Ahren

El fin de semana se fue con el viento. De nuevo es lunes y tengo que ir a la escuela. Asombroso. ¿Qué se supone que haré ahora? ¿Poner "Mesa del antisocial' de nuevo en la etiqueta imaginaria de la cafetería? ¿Intentar hablar con Jane? Pff... No volveré a hablarle jamás, nunca debí acercarme a ella.

Entro en el martirio que durará hasta que toquen el timbre, a la espera de que el profesor inicie su clase. Jane llega al salón, pero agacho la cabeza para evitar cualquier contacto.

Transcurren las clases. Literatura, álgebra; letras, números, letras y números... Trato de enfocarme en el pizarrón, más no puedo y cada vez me ausento más de la realidad.

«—Eres mi mejor amigo, el primero y el único que tengo aquí, no debí dejarte.

—Está bien...

—Te quiero.»

«—Ahren, ¡suéltame! Déjame en paz, por favor. Ya tengo suficientes problemas en mi casa como para lidiar contigo, no puedo con esto. Vete.»

Me levanto precipitadamente de mi butaca, sintiéndome mareado y sofocado de mi entorno, para percatarme de que tengo todas las miradas puestas sobre mí, miro hacia atrás, Jane me observa con el ceño fruncido. Unas tremendas ganas de llorar me invaden. Lo único que puedo hacer es tomar mi mochila y huir al baño tan rápido como mis pies me lo permiten.

Choco con un chico al entrar.

—Fíjate, imbécil.

Me encierro en un cubículo. Permanezco de pie, con la frente sobre la puerta. ¿Cuándo terminará esto? Las lágrimas comienzan a brotar, un llanto incontenible me ataca. Abro mi mochila y saco mi navaja. Alzo las mangas de mi sudadera. Presiono el artefacto contra mi piel, haciendo cortes largos sin sutileza alguna. Gotas de sangre caen al suelo.

Decido detenerme. Acomodo mi sudadera y espero a que mi respiración se regule. Salgo de la escuela suplicando que ningún profesor me vea.

Y camino. Camino sin rumbo hasta que mi cansancio sea más que mi congoja.

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Los extrañé :')
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