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Jane

—Buenos días, jóvenes —exclama la señorita Connors con voz dulce—, espero que hayan hecho su trabajo asignado la semana pasada.

Volteo a ver a Ahren con expresión de sorpresa y preocupación. ¿Qué haremos?

—¿Qué va a pasar? Lo olvidé por completo —susurro.

—Iván dijo que iba a hacer todo —contesta aliviado.

—¿Dónde está él? —me altero y miro a todos lados.

Oh por Dios, Iván no vino el día de hoy... ¿Qué le pasó? Según Ahren, él nunca falta.

—El primer equipo en la lista es el de Mónica Pimes —tenemos tiempo de pensar en alguna excusa ingeniosa.

El equipo pasa al frente, con un chico que claramente se vistió de Shakespeare.

—Guarden silencio, por favor —ordena la profesora.

Una bolita de papel me golpea en la mejilla, "¿Qué hacemos?" dice ésta.

Le respondo encogiendo los hombros.

El equipo de Shakespeare termina su presentación —si hubiéramos trabajado, seguro nos sale mejor— y la profesora mira su lista y luego al grupo, accidentalmente hago contacto visual con ella. Gran error.

—¿Podría pasar su equipo? —cuestiona de tal manera que parece una orden.

Titubeo al intentar pensar en una excusa, pero mi boca se mueve antes.

—N-no hicimos nada —musito.

La profesora alza una ceja.

—Yo —Yap se pone de pie— si hice mi trabajo —dice enfatizando.

—¿Usted sólo? —pregunta la mujer.

—En realidad trabajé junto con Iván, pero él se enfermó y no pudo asistir.

—Entiendo... En ese caso, pase al frente.

El larguirucho se para frente a la pizarra y comienza a hablar sobre Gabriel García Márquez, un escritor reconocido en la literatura hispana; seguramente fue idea de Iván.

Después de su presentación, con algunos suspiros entre frases y una que otra pausa para que el chico le diera un disparo a su inhalador, Yap se dirige a su asiento, mirándome de reojo.

Es un completo traidor. Quizá nunca haya hablado con él, pero pudo haber sido un poco solidario y al menos decirnos que nos iban a dejar fuera.

~*~

—Estamos reprobados, seguramente —le digo a Ahren preocupada.

—Vamos, no es tan malo. Si tu madre se molesta, dile que aún no te acostumbras a la nueva escuela. —declara mientras se lleva a la boca una papa frita.

—No lo sé, no creo que eso funcione.

—La única manera de salvar la materia con Connors —dice refiriéndose a la profesora— es sacando un diez perfecto en el examen bimestral.

—Pero aún falta mucho para eso.

—Entonces tenemos tiempo para estudiar.

Ahren parece relajado, con una actitud que nunca le había visto, más positivo... Tal vez no alegre, pero estoy segura de que hoy no trae puesto el filtro que hace ver todo a blanco y negro en los ojos.

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¿Por qué las vacaciones pasan tan rápido? D':

Trataré de actualizar lo más que pueda antes de volver a la escuela, lo prometo.
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Lo prometiste © #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora