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Hola, chicos. Lamento tanto la tardanza.
Pero, todo el tiempo que he estado ausente, estuve escribiendo... ¿Quieren que publique todos los capítulos que llevo, o uno por semana?

Tenía una pregunta muy importante que hacerles, por eso la nota al principio y no al final:

¿A qué categoría creen que Lo prometiste pertenece?

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Ahren

—Mi hermano —suspira— se quitó la vida este verano. Es por eso que nos mudamos: para empezar de nuevo.

Esto es realmente desconcertante. De repente la perspectiva que tenía de Jane, que mantenía aún después de hablarle, cambia por completo y me hace dar cuenta de que las cosas no son como pensé.

—Lo lamento —es lo único que se me ocurre.

—Tenía sólo trece, era un niño. ¿Qué problemas  puede tener un niño?... Y me sentí tan culpable. Todos sabían que, de alguna manera había sido mi culpa; que no pude ayudarlo... Era mi responsabilidad, de alguna u otra forma y la descuidé.

—Entonces... Si querías empezar de nuevo, ¿qué haces aquí ahora?

—Al principio creí que ayudándote podría remediar mi omisión con Jareth, ¿sabes? —Jane juega con sus dedos—, luego caí en la cuenta de que ya no puedo repararlo; ni yo, ni nadie puede hacer nada. Pero muy en el fondo, yo sabía que había algo en mi interior que me exigía ayudarte.

—Está bien. No te preocupes, si llegase a... Ya sabes, ésta vez no sería tu culpa. Así que puedes irte libre de compromisos —le anuncio con honestidad.

—No lo entiendes. No se trata de compromiso, Ahren.

—¿Entonces de qué? —cuestiono ladeando la cabeza.

Antes de que pueda darme cuenta, Jane toma mi rostro entre sus delicadas manos y sella nuestros labios en aquel beso que había quedado inconcluso ese día en su casa. Se aleja de mi un par de centímetros, y me percato de que está sonriendo. Tiene una hermosa sonrisa, una que nunca le había visto, esta vez es diferente... Real. Entonces todo el mundo se pone de cabeza.

De repente una ola de emociones me golpea, y me siento hundido en la nostalgia y la melancolía. Se me hace un nudo en la garganta que me anticipa el llanto inevitable que viene a continuación. Me separo totalmente de Jane, para cubrirme el rostro, sintiéndome increíblemente avergonzado.

—Deberías irte —suspiro entre el llanto insoportable. Entonces me siento como un niño pequeño. Patético.



Esto

Lo prometiste © #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora