Lo prometiste © #PGP2020

46

Ahren

Jane se retira con su madre. Christopher me tiene agarrado del brazo. Me deshago de sus garras intentando salir de ahí corriendo, pero entonces me sujeta de la muñeca provocando un ardor en mi piel recién lacerada. Christopher nota mi mueca de dolor. Alza una ceja y esa sonrisa burlona tan característica de él aparece en su rostro. Sujeta con más fuerza mi brazo y levanta la manga de mi sudadera para reparar en mis cortadas.

—Te gusta llamar la atención ¿Eh?

Desvío la mirada, pensando en cómo explicárselo. Después me doy cuenta de que le importa un carajo y no hay necesidad de dar explicaciones.

—Déjame en paz —reclamo en voz baja.

Pero entre más le suplico que me suelte, más fuerte es su agarre. Un oficial de policía pasa por el lugar e, interesado se acerca a ver la escena.

—¿Hay algún problema? —comenta el oficial, un hombre de mediana edad, un poco pasado de peso.

—Ya sabe cómo son los jóvenes de hoy —comenta en tono profesional—: siempre hay que tratarlos con mano dura.

Christopher disminuye la fuerza con la que me aprisiona y aprovecho para soltarme y echar a correr.

¿A dónde voy ahora?

Decido ir a casa de Jane, quizá pueda quedarme ahí hasta que a Christopher se embriague y olvide todo.

En el camino, mi mente

~•~

Bajo del autobús y corro hasta la casa amarilla, llego dispuesto a tocar la puerta, cuando esta se abre y aparece la madre de Jane.

—Señora, ¿Está Jane ahí?

—Eh... Ahren, ¿Cierto?. Ella está aquí —asiento y doy un pequeño paso adelante— pero no puedes entrar. Ella nunca se había salido de la escuela... yo creo que es mejor que no se junte contigo —en su voz encuentro un tono más de lástima que de desagrado.

—Lo siento, no volverá a pasar.

—Así es, porque no volverás a verla.

—Verá, tengo que...

—Mejor olvídate de ella, chico —dice y sale de su casa cerrando con llave.

Dios, ¿Y ahora qué? No me queda más que entrar a mi casa, encerrarme en mi cuarto y esperar que Christopher no llegue.

•

Terminarse