Realidad

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Marcos Bolaños observó al agente Alex con una mirada cansada, habían estado desde muy temprano planeando lo que harían a continuación en la audiencia, la anterior había sido un par de días atrás y la próxima era para principios de Junio, lo bueno es que no tenían que esperar mucho. El juez también tenía particular interés en que se desarrollara ese proceso con rapidez, además tenían la presión de la sociedad y de los medios sobre ellos, estarían locos si atrasaban el juicio. Las familias de las víctimas pedían justicia y colaboraban con facilidad con el fiscal, aun cuando él no buscaba su ayuda, algunos estaban dispuestos a mentir y hacer lo necesario para ver a Maia Williams tras las rejas. ¿Al caso no se cuestionaban si ella era inocente? Claro que a Marcos no le interesaba mucho, para él, ella era la culpable.

Alex pasó su vista por la carpeta de investigación, luego observó los otros documentos que todavía no ingresaba el fiscal a la carpeta para pasarlo a la defensa.

Marcos se dejó caer un poco molesto al asiento que estaba frente al agente.

-Debo admitir que no me esperaba que la defensa estuviera tan preparada.- comentó el fiscal como si nada. En su mente seguían presente los argumentos que el abogado de Maia había dado en audiencia, desacreditó por completo a sus testigos, aunque en parte esperaba que lo hiciera, eran los eslabones más débiles de su teoría, sin embargo esperaba que al menos lograran pasar aquella fase, pero el abogado se defendió mejor de lo que esperaban, considerando que la defensa no tenía mucho de donde trabajar, admitiría que estaba haciendo un buen trabajo. Aquello era solo el principio y tenían mucho que recorrer para convencer y probar que Maia era la asesina.

-Ernesto es un buen abogado.- dijo Alex aún con la vista en los documentos.

-¿Cómo sabes eso?

-Lo investigué.- agregó el agente con una sonrisa.- Hay que conocer a la contraparte, además de que no siempre se trata de que sea un buen abogado, el fiscal también tiene mucho que ver.

-Siento que me estás insultando.

-En lo absoluto.- dijo Alex dejando de lado la carpeta.- A lo que voy, es que se trata de tener pruebas concretas y que el defensor no pueda desmentir o en su caso no pueda alegar en contra de ellas y últimamente he estado pensando que necesitamos mucho más para que sea condenada.

Marcos se quedó en silencio, él también lo pensaba, sentía que se habían lanzado a un mar sin saber nadar, pero ya no podían dar media vuelta y evitar las audiencias, muchas personas esperaban mucho de ellos y tratarían hasta el límite de sus capacidades.

-Jamás me he considerado una persona conformista, sin embargo ésta vez voy a ir contra esa chica en nombre de Helena Alcaraz.- comentó el fiscal luego de un rato.- Es de la cual tenemos una prueba concreta que no hará dudar al juez, pero en cuanto a las demás, no puedo prometer nada.

-Supongo que esperas a que el juez caiga en el juego.

-Claro que lo hago, de eso se tratan las audiencias.- Marcos se levantó de su lugar y tomó la carpeta entre sus manos.- Las pruebas no siempre son suficientes, pero he estado en juicios en lo que lo único que se necesita en mover el ánimo del juez a nuestro favor, hacerle ver que tenemos la razón. Entonces lo tendremos en nuestra mano.

-¿Cómo sabes que no es un juez que se apega al principio de la exacta aplicación de la ley?

-Conozco a éste juez.- se limitó a decir el fiscal.

Alex malinterpretó aquello, para él la regla básica era ganar pero de forma lícita, el orgullo de ganar sin trampas era más placentero que ganar de una forma tan poco ética. Y aunque quisiera que la asesina estuviera tras las rejas, suponía que al menos se merecía una defensa correcta sin necesidad de que eso significara que saliera libre sin cargo alguno.

CARTAS DE UN ASESINOTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon