Capítulo 5 | Accediendo

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Capítulo 5 | Accediendo.

Mus me levantó en la mañana, no sé ni en qué momento me quedé dormida. Me quejé un par de segundos mientras la escuchaba decir que tenía escuela, de inmediato, el sueño se me esfumó.

Nueva escuela.

No adoraba en la que estaba pero seguro que no amaría esta, si me preguntan porque no he sido social en lo absoluto no tendría respuesta. La gente que estudiaba conmigo me molestaba siempre por mi abuelo, decían que como alguien como yo puede hacerse cargo de un viejo alcohólico. Sí, duele, pero no creo que más que las bofetadas con el puño cerrado.

Yo nunca tuve tiempo de hacer amigos, me concentraba en estudiar y trabajar. El abuelo necesitaba de mis atenciones y yo no malgastaría mi tiempo en fiestas emborrachándome cuando él podría necesitarme. Él me tiene a mí y yo lo tengo a él, no tenemos con qué contar.

Conocí a justin fuera de la escuela a la que iba, muchos universitarios iban de paseo al tocar el timbre para ver a los chicos salir. Algunos estudiaron ahí, como Justin. Las fiestas que organizaban cualquier chico de la secundaria, siempre la mitad eran universitarios y así viceversa cuando los universitarios organizaban una. Todos se llevaban bien, excepto yo.

Hasta que justin se acercó, fue amable, siempre lo es. Pero eso no evitó que me metiera en su cama, o básicamente la mía, pero no en la manera que piense cualquiera babosamente. Hicimos un par de cosas, cuando exigía sexo, yo lo frenaba y nadie como él sabe que cuando yo digo no es no, o iríamos a la mala y eso no le convenía.

-Buenos días, Levae. ¿Cómo dormiste?

Termino de despertarme cuando Charlie habla, tomo asiento en el mismo lugar de siempre y ya Mus me había servido un tazón de cereales.

-Logré descansar que es lo importante.

- ¿Y, te gustó pasar el rato en casa de mis padres? Jase y él hablaron maravillas de ti.

¿Rato? Ratísimo querría decir, y claro, fueron las únicas personas con las que hablé. Jase no se despegó de mí, ligó un par de veces y no le importaba lo que yo dijera. Había gente que no se rendía fácilmente.

-Estuvo bien conocer otro tipo de ambiente, ya sabes, de eso no estoy acostumbrada.

Leti aparece al cabo de un rato, va vestida como una ejecutiva y realmente no sé porque si ella era una escritora.

-No tengo tiempo para desayunar, tengo que irme a la empresa. -Besa la boca de Charlie. -Los empleados hicieron un desastre con la nueva revista del mes, tendré que despedir a unos cuantos.

- ¡No seas ruda! -Le grita Charlie cuando corre en sus tacones lejos de nosotros.

Él tenía que aprender a tragarse sus palabras sí sabe perfecto que Antonelle no sabe escuchar. Cambió solamente en el trato, que es casi todo. Pero antes comprendía y te ayudaba, no te hacía la vida imposible. En lo que cabe decir de la gente, ella me adoraba, mucho antes de morir papá yo era la luz de sus ojos. Pero cambió por completo cuando lo encontraron muerto en su coche.

-Levae. -Me llama Charlie. - ¿Escuchaste lo que dije?

-Perdona no, estaba... pensando. -Digo por lo bajo comiendo de los cereales.

-Te decía que te asignamos un transporte que te lleve y te traiga para donde quieras, la excusa era el colegio mientras compramos otro coche. -Se pasa una servilleta por la boca y se mira la muñeca donde estaba su caro reloj. -Pero Leti lo asignó tarde ayer y no puede recogerte hoy, espero que no te moleste que le haya dicho a Jase que pase por ti. Va al mismo instituto, lo haría yo pero tengo que salir corriendo al bufete.

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