Capítulo 33 | Tiempo

446 51 6
                                    


New York.

Ahora ese era mi hogar, ¿Loco no?

Como la vida de alguien puede cambiar tan drásticamente en un chasquido de dedos, pensé que eso solo funcionaba en las películas pero me estoy dando cuenta que no. Con Antonelle, las cosas suceden rápido, gracias al beneficio de su esposo que era un multimillonario y podíamos hacer eso, joder, nadie iba a pensar después de estar escapando de la escuela para ayudar a mi abuelo de un momento a otro en unos meses yo pasaría a ser una adolescente multimillonaria. ¿Pueden creerlo?

—Casey dijo que vendría esta noche a despedirse de ti. —La voz de Charlie se hace presente en el coche que íbamos.

Estábamos de un lado a otro, viajábamos como si nada. A eso me refería, todo es fácil cuando tienes dinero.

En este caso, Charlie tenía un bonito jet privado que nos trajo hasta New York.

— ¿Ya tenemos casa? —Pregunto mirando por la ventana del coche.

—Cariño. —Dice Antonelle. —Charlie ya tiene propiedades aquí, ya mencionamos que abriríamos otra empresa y conseguir algo para él no es complicado.

—Claro. —Digo intentando creerme toda esta locura.

—Créeme que va a ser lo mejor por ahora, Lev. —Vuelve a decir Antonelle. —Te lo prometo.

No me iba a poner a discutir con ella sobre esta decisión de todos modos, sé que es lo mejor que pueden hacer por mí. Si tuvimos que mudarnos a otro sitio es porque de verdad estoy en verdadero peligro, no sabía que en tan poco tiempo que llevo congeniando con Casey de una manera distinta las cosas empeorarían. Sabía que era malo y buscado, pero no sabía a qué grado.

—Es un apartamento, no queremos estar muy separados de Antonelle ¿No es así? —Dice Charlie mirándonos y procediéndose a bajar del coche que acababa de detenerse.

Antonelle me mira y apenas sonríe, se veía cansada y más pálida.

Charlie ayuda Antonelle a bajarse del coche, yo tomo su bolsa y la mía y los sigo por el aparcamiento de un enorme edificio.

Un ascensor nos desliza hasta el piso veinte, las puertas se abren directamente en el apartamento que estaba diciendo Charlie. Y qué va, apenas pude suspirar.

Aún no me acostumbraba a tanto lujo realmente.

Ellos se fueron por su lado y yo dejé las cosas en un lado del apartamento, me dediqué a mirar por el ventanal cuando me caminé hasta él. Se veía todo New York, ya lo había visto. Una vez tuve que viajar con el abuelo y fue realmente grandioso, esperaba que todo eso volviera de nuevo. Solo eso.

—Levae.

Me vuelvo cuando vuelvo a escuchar la voz de Charlie.

—Te enseñaré tu habitación.

Camino detrás de él tomando mi bolsa, Charlie nos conduce por un pasillo corto donde al final estaba lo que buscaba. Abre la puerta para mí y me muestra la segunda habitación asignada, pero no, ahora esta era mi habitación real. Estaba totalmente nueva, no tenía nada más que una cama, las mesillas, el closet y una ventana que da la vista. Joder, ¿Qué más podía pedir?

—Gracias, Charlie. —Lo miro cuando paso y dejo mi bolsa en la cama.

—Solo queremos que te sientas cómoda, no me imagino por lo que estás pasando. —Apenas sonríe.

—No es tan malo...

—No seas condescendiente contigo misma. —Dice. —Empecemos a ser realistas, también estoy tratando un tema delicado.

Preventive Where stories live. Discover now