Capítulo 23 | Contrabandos

484 59 5
                                    


Mi vida estaba volviéndose un caos, un caos con muchos problemas.

Primero estaba la abuela, insoportablemente mala.

Luego estaba Casey, maldito bastardo.

De tercero Ash, quién por alguna razón le estaba gustando perseguirme.

Y luego Alexander y la abuela, ¿Algo más para agregar?

Jodido día en el que me trasladaron a esa casa, ellos tenían más problemas y secretos que yo misma. Y sí, tal vez me creía el centro de atención por eso pero joder, estaba apiadándome de Charlie. Él es tan bueno... Antonelle siempre lo arruina todo, ¿Cómo pudo acostarse con un chico de dieciocho años? ¿Por lo menos era legal cuando lo hicieron? Alguien por favor que me explique qué clase de mundo es este.

Cuando no sé para donde más caminar, me detengo sacando mi teléfono. Habían dos contactos que ahora mismo no sabía porque los miraba.

Casey.

Acosador con A.

Chasqueo la lengua apartando la mirada de la pantalla, está mal que siempre quiera huir de los problemas a otra casa que no es la mía. Pero ésta vez, ese problema no es mío. Así que me importa muy poco como Antonelle se ponga si se entera que no dormí allá.

- ¿Hola?

Suspiro dramáticamente cuando contesta, ni siquiera tenemos la mejor de las confianzas.

- ¿Puedes acosarme hoy? No quiero ir a casa.

La línea se quedó en silencio un buen rato que hasta pensé que me pudo haber colgado, pero conociéndole sé que no. Me debe un favor, y aunque yo no se lo esté cobrando no le pesaría hacer algo por mí.

- ¿En dónde estás?

-No muy lejos de una fiesta que estaba, la verdad no sé la dirección exacta.

-Bien. -Responde. -Toma un taxi, te mandaré la dirección de mi casa. Pero... Cuando le des la dirección al taxista, deja ese celular tirado en cualquier lado.

Arrugo el ceño.

- ¿De qué estás hablando? Es nuevo.

-Casey puso un rastreador ahí, sí quieres que nos encuentre juntos por mí está bien.

Lo pienso por un buen rato, no es una mala sugerencia. Sí lo hago no es porque le tenga miedo, es porque está jodidamente loco y que nos encuentre a ambos en su casa no va hacer nada bueno.

-Vale, lo haré.

-Muy bien, te mando la dirección.

Y cuelga.

<<<<<<<<>>>>>>>>

La casa de Ash no resulto ser tan lejos de la mía, de hecho, de día hasta me podía ir caminando cosa que no es buena idea pero que importa. No se trataba de un apartamento pero sí de una casa muy bonita de dos pisos, al menos más decente que la casa donde vivía anteriormente.

No sé qué estaba pensando al venir acá, pero tampoco era mala idea sí me ponía a ver. Ash es el único que no me ha dicho mentiras, se sinceró al respecto con lo que mandó hacerme Casey y se disculpó. Y ahora lo entiendo, Casey es demasiado demandante.

Casey pertenecía a la familia de Charlie, y no me había dicho nada. Entonces ir a su casa a que su locura empeore era poner las cosas peores, tenía que comenzar alejarme de él de una vez por todas.

Preventive Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt