Capítulo 17 | Intensidad

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-Levae. -Dice Casey con la mano en el cuello de la pelinegra pegada a la pared, quién yacía sin camiseta y mucho menos sujetador. Mira de nuevo a la víctima en su mano y luego a mí. -Ya Melanie se iba.

Ninguno se mueve, así que solo frunzo los labios asintiendo y apartándome el pelo de la cara. Mis zapatos suenan cuando me vuelvo y camino a toda velocidad fuera de ese pasillo, Karen me mira cuando paso cerca de la barra y yo hago lo que puedo para que la puerta se escuche más de lo que ya se escuchaba. El viento de la noche azota mi cabello y me dispongo a ir a la acera a parar un taxi para largarme a la fiesta, tal vez fue una malísima idea haber venido a buscarlo y no haberme ido a esa fiesta a ver que sucedía con Alexander. Es más, me doy por vencida con ambos. Casey estaba con una chica allí adentro y Alexander iba a esa fiesta para estar con la rubia, estás destinada a ser una perra solitaria Levae.

-Sabía que esa nota llamaría tu atención.

Me quedo de espaldas sin ánimos de volverme, el muy jodido seguía jugando conmigo y lo peor de todo es que yo se lo permitía

-Bueno, hay muchas cosas que llaman la atención más que una caligrafía. -Digo cruzándome de brazos echándole un vistazo a la calle, pero como aquella vez, ni un taxi pasaba.

-No me digas que estás celosa por eso.

Me vuelvo de inmediato descubriendo una sonrisa estúpida en su rostro, llevaba una chaqueta de cuero encima que estaba abierta. Debajo de esta, su piel tatuada se reflejaba con la luz de las farolas.

-No seas estúpido. -Espeto. -Sí vine hasta aquí fue porque quería dejarte claro que como volvieras a molestarme iban haber serios problemas.

Se ríe; -Pensé que te quedarías tranquila con esa nota.

-Sé que tramas algo. -Confieso. -No te conozco demasiado pero eres un libro fácil de leer.

Aún con su sonrisa sigue caminando, unos pasos más y se detuvo frente a mí pegando la punta de sus zapatos con los míos.

-Eres demasiado sexy para tener diecisiete. -Dice mirándome los labios y más debajo de ellos.

-No me jodas, ¿Qué significa eso?

De pronto, enterró su mano en mi cabello tomándome de la nuca acercándome más a su rostro. Se había puesto serio y su agarre estaba un poco fuerte.

-Significa que sí tramo algo. -Habla detenidamente. -Y tú con tus palabritas groseras de niña malcriada no cambiarán mi pensar, yo siempre voy por lo que quiero. Recuérdalo.

Apoyo mis manos en su pecho empujándolo con fuerza y lo alejo de mí, su sonrisa de sancha más y vuelve acercarse pero se queda a una distancia que soportaría.

-Basta con tus putas palabras de chico malo, no me das miedo. Asúmelo, Casey.

Me vuelvo cruzándome de brazos y comienzo a caminar por la acera con ganas de salir rápido de aquí, y maldiciendo entre dientes no haber traído una cazadora para abrigarme.

Sí, definitivamente venir en busca de Casey lo agrandó más. Ahora está seguro que tengo curiosidad por él, y yo no quiero que sienta que yo siento algo.

-Yo que tú no me iría sola por estos lados. -Dice alzando un poco la voz. Miro de reojo y veo que está en la acera mirándome.

Paro de escucharlo y camino más rápido, no escucharía más su voz. Tienes que meterte en la cabeza Levae que Casey en tu vida va a traerte muchos problemas, si te gusta apártalo, hasta ahora el plan es que pasen los meses para que te vayas de aquella casa.

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