Capítulo 39 | Expectativa

222 25 4
                                    


¿Habian visto a alguien morir delante de ustedes?

No, no.

¿Habian visto como asesinan a alguien delante de ti?

¿No? Yo sí. Ash.

Se repetía un millón de veces en mi cabeza, era una película en mi mente. Una y otra vez viendo como caía de rodillas frente a mí, con su sangre en mi cuerpo y con la mirada de él pérdida totalmente.

Este es mi espacio, mi momento de decir que él no era mi persona favorita pero quería salvar mi vida, él quería recuperar la suya salvando la mía y aunque muchas veces fui con él me di cuenta esa noche que Casey era el malo y que lo que Ash me hizo esa vez fue idea de Casey porque sé que es capaz de eso y más.

Pero seguía enamorada de él, no te desencantas de una persona fácilmente. Estaba casada con él, con mi enemigo, o al menos eso creo porque no he escuchado su versión y no se si Ash tenía razón. Él me besó antes de morir, él sentía algo por mi y eso me confunde totalmente.

Cuando el cuerpo cayó a mis pies y Casey se terminó el cigarrillo, salió de la habitación antes ordenándole al sujeto que no me dejara salir y corrió a todos de nuestra casa. Una vez solos, Casey mandó a limpiar la habitación.

Habitación donde jamás dormiría de nuevo.

Había sido un cumpleaños terriblemente malo como para recordar que le estaba dando la bienvenida a mi sentencia de muerte. Y eso Casey no podía borrarlo.

Dormí durante tres días en el segundo piso del apartamento, envuelta en una sabana sin quitarme el vestido de mi cumpleaños. Casey no me habia buscado, tampoco hablado y creo que hasta escuché los cuchicheos del personal que él no estaba en casa los días que estuve encerrada.

No salí de mi insomnio hasta que uno del personal se encargó de decirme cuando dejó el desayuno que tenía una visita e insistía hablar conmigo. Justin.

Cuando bajé aun envuelta en las sabanas lo abracé fuerte contra mí, afortunadamente no se dio cuenta del atuendo que tenía pero si de mi semblante.

—¿Salimos a desayunar? —Preguntó en voz baja mirándome.

Lamo mis labios y asiento pegando mi frente a su pecho.

Luego de tomarme mi tiempo en ducharme y ponerme ropa cómoda, le ordené a tres hombres que nos acompañaran y llevaran a la cafeteria más cercana de casa. No quisiera meterme en un lío sabiendo lo que cuesta mi vida.

—El especial de hoy, por favor. —Le dice Justin a la mujer que nos pregunta que ordenaríamos. —Para ella también, y sí, traiga café.

La señora nos sonrió después de servirnos el café, yo trate de tomar sorbos de ello enfocada en otras cosas sin pensar en lo que había pasado. No sabía como sentirme.

—¿Que tanto debo sorprenderme de que estés casada? —Pregunta en un tono tranquilo.

—Pense que el abuelo te mantenía informado.

—Tal vez esté molesto porque no me invitaste a la boda. —Bromea.

Suspiro; —Es porque no hubo una.

Justin se mantiene en silencio unos minutos hasta que soy yo la que decide hablar de nuevo.

—No sé con quién estoy casada. —Susurro ahogada.

Alzo la mirada hacia él cristalizada, pasa saliva y ladea la cabeza sintiendose mal.

—Levae yo...

—Estoy enamorada de alguien que no conozco. —Hablo. —Amo a alguien que no se que quiere de mí o que espero que haga con esa fama que tiene. Soy una bomba de tiempo, hasta tu me matarias si te pagaran. Me quieren muerta, y no se si es él o ellos.

Preventive Donde viven las historias. Descúbrelo ahora