Capítulo 19 | Verdad

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Los labios de Casey eran suaves, y joder, no sabía lo tanto que lo deseaba hasta ahora.

Sus manos sostenían con firmeza ruda mis caderas, las mías jugueteaban con su cabello de la nuca disfrutando tanto el beso que hasta se me había olvidado que tenía en la línea a Alexander. El celular se me resbala de las manos aterrizando en un zapato de Casey, lo que ocasiona que se separe bruscamente de mí mirándome desorbitado.

-Eres una manipuladora. -Gruñe. -No creas que jugarás conmigo como lo haces con ese niño.

Suelta mis brazos bruscamente que me hace retroceder y se pasa la mano por la boca.

- ¿Qué demonios crees que haces? -Espeta de nuevo desesperándose.

-Pensé que era lo que tú querías. -Me cruzo de brazos.

-No lo hiciste pensando que era lo que yo quería. -Me apunta. -Lo hiciste para que él escuchara, como esa vez... Cuando yo... ¡Joder!

-No es como si estuviera jugando con tus sentimientos. -Espeto yo ahora. -Tú mismo me dijiste que esto no iba a ser nada romántico, solo estoy intentando seguirte el juego.

Casey suspira con fuerza.

- ¿Utilizándome? -Pregunta toscamente.

Enarco una ceja; - ¿No era eso lo que pensabas hacer conmigo?

Mira achicando los ojos levemente, su mirada era de esas que te daba alguien cuando te analizaba. Me metí por completo en la boca del lobo al decir esas ocho palabras, se suponía que yo tenía que alejarme de todo lo que fuera a dañar mi vida pero era lo menos que estaba haciendo.

-Sólo no juegues conmigo. -Señala.

Se vuelve saliendo de la habitación antes de cerrar la puerta detrás de él, mi primera acción fue tomar el celular inspeccionando que no le haya pasado nada y a ver si Alexander aún seguía en la línea, pero ninguna de las dos era afirmativa.

Camino hasta la cama y me dejo caer de espalda sal colchón, suspiro con frustración pensando que si alguna de las vecinas de mi antiguo hogar no hubieran sido tan chismosas tal vez yo seguiría tonteando con Justin y saliendo en busca del abuelo todos los viernes.

A mi lado, el celular suena avisando que tenía dos mensajes.

Lo lograste. -Alexander.

Vuelvo a suspirar pensando que lo arruiné de muchas maneras.

¿Qué fue lo que pasó con Alexander? -Samanta.

Me incorporo en la cama viendo su mensaje.

Me estaba equivocando con él, luego te cuento.

Luego que le respondí me acosté por completo apartando todo sentimiento raro de mí, estaba claro que siempre era una perra con todo el mundo pero la vida me obligó a serlo. Y estoy bien con todo eso.

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Cuando me levanté, estaba consciente de que esta no era la casa de Charlie ni la habitación que me asignaron. Me desperté sabiendo que estaba con Casey y que lo peor de todo es que dormí con él, yo estaba en el lado de la cama que me había quedado anoche pero el otro extremo estaba desacomodado y evidentemente era porque había dormido conmigo a pesar de lo que había pasado.

Me incorporo recordando todo lo que había pasado anoche y me pregunté qué era lo que había pasado con mi vida desde que llegué a casa de Antonelle. Me paso una mano por la cara apartando todo signo de sueño y salgo de la cama apoyando los pies en el suelo, justo eso, la puerta de la habitación se abre revelando a Casey vestido diferente a como iba anoche.

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