Capítulo 16 | Casey

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Finalmente al ver el rostro de Casey tan cerca del mío me siento peor de lo que alguna vez me sentí, nerviosa, estúpida y con miedo. Yo no era capaz de mirarlo directamente a los ojos, él podía intimidarme si quería pero yo no dejaría que eso lo hiciera fuerte. Sé que cree que no le tengo miedo.

Así que me volteo caminando lejos de él dándole la espalda.

-No te tomó demasiado venir. -Hablo por primera vez luego de quedarme en un silencio nervioso.

No se escuchaba nada más además de mis pasos alrededor de la piscina, mi intención era alejarme cada vez más de él para ahorrarme el que me descubra fácilmente que no soy capaz aun de estar cerca de él.

-Eres un interesante misterio, Levae.

Se siente extraño tenerlo cerca, que me hable, que diga mi nombre luego de todo lo qu habíamos hablado por teléfono. No sé en qué pensaba cuando seguía recibiendo sus llamadas, estaba metiéndome muy en lo hondo.

-Vayamos al grano. -Me vuelvo encarándolo, tenía los brazos cruzados y llevaba otra ropa ésta vez más oscura.

-Vine a verte. -Dice mirándome detalladamente. -Hablar por teléfono no me bastó para querer conocerte.

Asiento y me llevo las manos detrás de mi espalda enlazada.

- ¿Y cuál es tu objetivo? -Pregunto, quieta aun en el mismo sitio a unos metros de él.

-Tú. -Responde inmediato. -Toda.

Alzo la mirada de su vestimenta o más bien de su cuerpo a sus ojos, trato de pasar saliva para refrescar mi garganta que yacía seca desde que lo vi. Es sexy, y eso me daba un escalofrío tremendo.

-Pensé que tener diecisiete retendría tu paso.

Su sonrisa aparece, es justo como la imaginé. Perfecta.

-Espero que nos veamos más seguido, así puedas conocerme y entender todo esto. -Cuando dice de pronto comienza a caminar, me quedo varada en mi sitio. -No me pongas reglas, mamacita, sabes que yo voy en contra de todo eso.

Alzo un poco la barbilla y me cruzo de brazos para escudarme un poco.

- ¿Qué estás pidiéndome exactamente, Casey? -Pregunto viéndolo caminar por la orilla de la piscina acercándose cada vez más.

-Permítete conocerme. -Dice sin mirarme, se pone en cuclillas y con sus dedos toca el agua de la piscina. -Y verás que no todo lo que se dice es verdad.

- ¿Y porque quieres que lo haga?

Vuelve a levantarse y se pone un poco más cerca de mí, no tanto pero si lo suficiente para estirar la mano y tomar un mechón de mi cabello.

-Porque quiero, y quiero conseguirte.

Arrugo el ceño y aparto su mano de mi cabello.

-Quiero tenerte, ¿Es suficiente explicación? -Vuelve hablar cruzándose de brazos. -No confundas mis palabras con querer tener sexo contigo y dejarte tirada, deja el jodido cliché a un lado. Estamos en mi historia.

Miro a otro lado asintiendo.

-Aun no me matas la duda, de todas formas, esta semana estaré fuera de la ciudad y llamarme no será conveniente para ti.

¿Traté de asustarlo, verdad? Porque no se ve nadita así, me metí en el túnel equivocado con esas palabras.

Casey achica los ojos.

- ¿Por qué? ¿Por qué la familia de tu novio puede hacerme algo? -Ladea la sonrisa. -Te recuerdo que hace nada salí de la cárcel, soy malo, no le tengo miedo a nadie si ya superé la soledad en esas celdas. No me retes.

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