Capítulo 27 | Latidos

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El regreso de Antonelle a la casa, había hecho que todos festejáramos que estaba de vuelta.

Charlie pensó que era mejor dejarla descansar en vez de estar celebrando lo que estaba pasando, pero Antonelle le dijo que no quería sentirse más enferma de lo que estaba y permitió que Mus organizara una fiesta con los familiares de Charlie y un par de amigos del trabajo.

Había pasado alrededor de siete días desde que estaba pasando todo, días donde casi no veía Casey cosa que agradecía pero cuando lo veía era aparentar que quería estar con él porque así él lo quería.

No he sabido nada de Ash, tampoco de Alexander.

Pero supe que ésta último estaba teniendo problemas familiares, parece que era de genes tener problemas con el alcohol y nada más se gradúe su padre iba a llevárselo de aquí.

Volviendo a lo de antes, Sam estaba conmigo en mi habitación ayudándome a vestir para esta noche. Antonelle hacía rato que llegó y probablemente también esté en lo mismo, estaba ansiosa por preguntarle cómo se ha sentido.

—Esto te quedará bien para ésta noche. —Sam sale de mi closet con un blusón beige y yo asiento.

—Tampoco me emociona éste día. —Aclaro.

—Anímate, sé que es difícil pero tienes que estar bien para hacerla sentir bien. —Se pone detrás de mí mirándome por el espejo y pone el blusón delante de mi cuerpo. —Además, me dijeron que Casey viene.

Frunzo el ceño y me vuelvo.

— ¿Cómo dices?

Asiente; —Pensaba que estarías feliz, están saliendo ¿No?

Paso saliva.

—Sí. —Apenas digo. —Pero esto es familiar.

—Bueno yo salgo con Jase y estoy aquí. —Se encoge de hombros. —Han estado un poco tensos, ¿Quieres hablarlo?

Me encojo de hombros.

—A veces no sé si quiera estar con él del todo. —Agacho la mirada tomando el blusón de sus manos.

—No te presiones, siempre puedes dejarle claro eso. —Me toma de la mano. —Y si no quieres hablar con él hoy, yo te ayudaré a salir del apuro si es necesario toda la noche.

Sonrío y ella me abraza.

—Dejaré que te vistas, y para cuando vuelva quiero ver una sonrisa en la cara ¿De acuerdo?

Vuelco los ojos y ella se marcha de la habitación asignada.

Ya creo que tengo que empezar a decirle mi habitación, de todas maneras cuando me vaya de aquí la casa del abuelo ya no existe.

Aunque no sé si tenga muy claro si quiero alejarme de Antonelle como lo había planeado.

Como alrededor de media hora después de organizarme, sam bajó conmigo hasta donde estaba ya todo el mundo. Los padres y hermanos de Charlie y los trabajadores de la empresa donde tenían la revista, Antonelle parecía llevarlo bien pero estaba en una silla de ruedas. Bebía agua y sonreía con el padre de Charlie, mientras que éste último le indicaba unas cosas a Mus.

—Hasta que por fin bajan. —La voz de Jase se hace presente cuando tocamos el último escalón.

—Levae no sabía que zapatos ponerse. —Señala Sam divertida, consciente de que los botines que tenía los había escogido ella.

—Vale. —Se ríe. — ¿Van a tomar algo?

Niego con la cabeza suavemente y sam sonríe enganchándose de su brazo.

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