Capítulo 5 "Noches de Estrellas"

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Dicen que un barco de papel en el río da vueltas por la corriente, pero más vueltas daba la cabeza de Jazmín tras lo sucedido con Florencia. Esta no sabía nada de ella desde aquella noche y con miedo no estaba segura de qué hacer. Miraba una y otra vez su teléfono esperando una llamada, llamada que nunca llegaba. Esto hizo que estuviera distraída y hasta un poco torpe cosa que se dio cuenta Javo, quien la conocía mejor que nadie.
-Ey, Juanca, ¿Qué pasó?- al ver como se le caían un montón de cubiertos de las manos
-Nada, nada, no me pasa nada. Solo estoy un poco cansada- disimulando mientras recogía todo
-Cacho, a mí no me mientas. Quizás ese cansancio tuyo tenga que ver con Florencia ¿Estoy en lo cierto?- con una sonrisa pícara  en la cara
-¿Qué? ¿Por qué me dices eso?- poniéndose nerviosa
-¿Pasó algo entre vosotras?-
-¿Qué dices? ¿Qué sabes, Javo?-
-Porque Flor está igual de rara que tú-
-¿Cómo rara? ¿Cómo sabes? ¿Hablaste con ella? ¿La viste?- muy sorprendida a la vez que desesperada
-No, Vir me lo dijo. Que hace días que nota a su hermana rara- dijo Javo muy serio
-¿Cómo Vir? No entiendo- muy confundida
-Ah, se me había olvidado contarte. Tuve una cita con la hermana de Flor- poniéndose muy contento
-Uh, como estás, galán- Abrazándolo feliz por él, pero enseguida volvió Flor a su cabeza - ¿Qué te dijo de Flor?- curiosa
-Nada, eso que estaba rara. Y creo que es por vos, ¿No es cierto?-
-Ah, la cagué, lo sabía, la cagué con Flor- Abrazándolo casi al llorar
-Eh, no sé lo que hiciste, pero conociéndote nada malo puede ser. Así que hazte cargo que estoy seguro que todo te va a ir bien- Apoyándola
-¿Cómo sabes?- secándose las lágrimas
-Porque a las personas buenas les pasan cosas buenas- dándole un beso en la frente
  Llega la noche y Jaz muy cansada está organizando todo sola para cerrar, pues Javo tenía otra cita con Vir. De repente la colorada siente dos toques en la puerta. Debido a la oscuridad que había en la calle no se veía quien era, por lo cual asustada enciende la luz del frente para encontrarse cara a cara con Flor, la cual estaba en la puerta principal esperando. Jaz confundida y nerviosa le abre enseguida para recibir a una desesperada Flor, quien con el maquillaje corrido por el llanto la mira y le dice – No tenía con quien ir- abrazándola en busca de cariño.
   Jazmín sin entender nada consuela a Flor, la cual lloraba sin parar. Pensando que era sobre lo sucedido Jaz trata de pedirle perdón, pero cuando Flor se comienza a calmar y a hablar se da cuenta de que su llanto no era provocado por lo sucedido aquella noche, sino que algo más atormentaba su cabeza  Sin entender aún de que se trataba Jazmín hace que Flor se siente en una de las sillas y le sostiene las manos para evitar que se siguiera golpeando. Flor respira siguiendo la voz de Jaz y comienza a encontrar paz a través de sus ojos verdes.
-¿Ya está?- muy preocupada mirándola a lo que Flor asintió con la cabeza
  Jaz le da un vaso con agua para que se termine de tranquilizar y una vez esta recupera el aliento Jazmín se sienta a su lado.
-Flor, perdón por ponerte así- sintiéndose muy culpable
-¿Vos? ¿Por qué?- confundida
-Por lo de la otra noche… yo quiero hablar-
-No, no, no, nada pasó la otra noche- exclamó rápidamente Flor ignorando lo sucedido
Al oír esto Jaz se dio cuenta de que no había significado nada este beso para Flor, pero en vez de sentirse triste o destruida sintió un sentimiento de calma, pues temía más a su rechazo que a nada en el mundo. Volviendo a tomar su papel de amiga Jaz le brinda su hombro para llorar y le da consuelo. Flor en un mar de lágrimas y tics que Jaz trataba de detener le cuenta como había sido rechazada por los amigos y familiares de Dani, y él no había hecho nada para defenderla.
-No puedo creerlo, ¿No hizo nada?- con mucha bronca
-No, no lo hizo. Todo lo contrario, parecía que los apoyaba. ¡Ah, lo odio! ¡A él, a sus amigos PAJEROS POR CANSANCIO!- gritó Flor dándose en el pecho por el Tourrette
-Eh, tranquila, no te des más- Sosteniéndole la mano y evitando que se diera
-Todo esto es culpa mía- llorando
-¡¿Qué?! No, no, Flor, nada de esto es culpa tuya-
-No, si lo es. Todo esto me pasa por boluda. Me cansé, lo admito. ¡No soy normal! ¡No puedo llevar una vida de persona normal!-  gritó Flor dándose por vencida y agachando la cabeza
-¡¿Normal?! Flor, ¡¿Quién quiere ser normal?! ¡Qué aburrido ser normal!- dijo Jaz alzándole la cabeza
-¿Vos sabes que yo antes era normal?- muy triste
-No entiendo, yo pensé que habías nacido con eso- le dijo Jaz un poco confundida
-No, me agarró a los seis años cuando me enteré que tenía una hermana de otra madre que había nacido el mismo día que yo, cuando me enteré de que mi papá era  ¡UN PUTO! Perdón, cuando me enteré que mi papá llevaba una doble vida- le contó Flor llorando desconsolada
-No, sabía nada- sin saber que más decir
-¿Vos sabes lo mal que la pasaba en el colegio? ¿Cómo me cargaban en el colegio?- dijo Flor volviendo a agachar la cabeza
Jaz se la vuelve a levantar y haciendo que esta la mire a sus grandes ojos verdes  le dice llena de seguridad y confianza –Flor, vos no tenés que tener vergüenza de como sos, porque sos hermosa y sos muy especial, ¿Sabes? – con los ojos llenos de lágrimas
-No yo no tengo vergüenza, lo que siento es mucha bronca- dándose nuevamente
  Jaz la abraza para contenerla y esta con sus pequeñas manos aprieta la espalda de Jaz como si fuera su soporte. Allí llora durante mucho rato, pero a la vez siente alivio pues con ella podía ser como era en realidad y sentía que en Jaz había encontrado el refugio que tanto buscaba. Tras un minuto llorando Flor decide que ya es hora de parar de sufrir y con la punta de su blusa seca sus lágrimas. De pronto en su rostro se dibujó una sonrisa muy dulce – Gracias, vos me haces bien- a Jaz
-Ah, que exagerada- exclamó Jaz sonrosándose
-No, es cierto. En la cena con la familia de Dani no paraba de putear y llego aquí y no te mando ni un carajo- dijo Flor sorprendida de lo calmada que ahora estaba
-Eso fue mi tecito mágico- dijo Jaz brindando
-No, sos vos que sos la mejor persona que he conocido en el mundo- sonriéndole
-Are, ¿Tanto? No seas exagerada- exclamó Jaz riendo
-No, no es exageración. Gracias, sos muy buena escuchando-
-No se agradece, se merece- dijo Jaz mirándola a los ojos
Flor al oírla comenzó a reírse – ¿De dónde sacaste eso? ¿De una galleta de la fortuna?-
-Sí, ¿Se notó mucho?- le dijo Jaz haciéndola reír –Flor, me encanta hablar con vos y me quedaría toda la noche aquí con vos pero si no cierro ahora creo que Javo me mata-
-Uh, claro, que boluda, que tarde es- dijo Flor viéndose el reloj –Te robé un montón de horas de sueño, perdón – levantándose
-No, yo me quedé porque quise- sonriendo
-Claro, ya lo sé- sonriéndole y mirándola a los ojos
  Flor le da un beso en la mejilla y un abrazo, y tras esto se marcha dejando que Jaz termine de cerrar el café. Minutos después Jazmín se quita la filipina cambiándola por una campera negra y cierra todo el local. Una vez en el callejón que daba para la puerta trasera del local, Jaz recoge la moto de Javo, la cual este le prestaba a cada rato para que se fuera segura a su casa. De repente en el medio de la oscuridad, Jaz siente el delicado toque de unos deditos fríos como rana por su espalda. Asustada se voltea rápidamente para encontrarse a Flor quien la abraza sin intensión de soltarla.
-Flor, ¿Qué pasó? ¿Te pasó algo nuevo? Cuéntame – le dijo Jaz preocupada
-No me quiero ir a casa. No tengo a dónde ir – y Jaz la abraza - ¿Me puedo quedar en tu casa? –
-¿En mi casa? No, no, no es buena idea – poniéndose nerviosa – Lo que tienes que hacer es ir a tu casa y hablar con Dani, resolver todo, no te puedes seguir escondiendo, Flor –
- Eso lo haré, pero ya mañana. Por fa, Jaz, llévame a tu casa. Estoy segura de que vos me vas a saber cuidar y contener mejor que nadie. Por favor – le dijo Flor suplicándole y Jaz asintió con la cabeza - ¿Si? Gracias – y le da un beso en la mejilla feliz
  Jazmín accede a que esta vaya a su casa, sabiendo que debía contener sus sentimientos. Con risas Jaz le pone el casco de la moto, él cual le queda fatal, pero para Jaz seguía siendo la persona más linda del mundo. Flor con una sonrisa que le cubría toda la cara se monta en la moto torpemente pues era la primera vez que lo hacía y Jaz le aguanta bien los brazos que rodeaban su cintura para evitar que se cayera en el próximo bache.
  Tras un corto recorrido en moto por fin llegan al modesto departamento de Jaz en el cual desde la entrada se respiraba un aire bohemio y especial.  En el momento en que Flor entró en el departamento sus ojitos parecían dar vueltas por doquier, no podía parar de mirar las sillas de diferentes colores, los cuadros colgados en la pared, los libros, la guitarra que estaba guardada en una esquina como olvidada y el atrapasueños color azul que colgaba sobre su cama. Pero lo que más le llamó la atención a Flor fue al ver los lienzos por el suelo, los pinceles sobre la mesa y las manchas de pinturas que había en casi todo lo que estaba en el salón, pero que le daban un toque único y hermoso. Si algo era Florencia era curiosa y haciéndole honor a esa cualidad comenzó a recorrer la casa y a ver todo lo que podía. Mientras Jaz recogía las cosas y adelantaba para no tener que hacer nada al otro día, y Flor solo hablaba y hablaba sin parar, hasta que de pronto se recuesta en el sofá y se queda dormida en un segundo. Al sentir el silencio Jaz se asoma desde su cocina y la ve dormida. Llena de ternura se acerca y le acaricia el rostro, apartándole uno de sus risos del ojo. Con mucho cuidado, Jaz la coge en sus brazos y haciendo una gran fuerza la lleva hasta la cama, donde la arropa y la acomoda para que duerma bien. Cuando Jaz se iba a alejar de pronto siente como le toman la mano, Flor media dormida le sonríe y le dice –Gracias, Jaz-
-Lo hago de corazón- con una sonrisa – Ahora cierra los ojitos, verás cómo mañana vas a estar bien –
- Ojalá un día encuentre a un tipo que me cuide, que me quiera y que me entienda tanto como vos – dijo Flor besándole la mano y quedándose dormida nuevamente
Al oír esto en el rostro de Jaz se dibujó lentamente una dulce sonrisa llena de amor y con una mirada tierna le da un beso dejándole el labial rojo de sus labios en la mejilla.
   Las noches no son muy largas y cuando menos se lo esperaba Jaz la luna se despide y llega el sol, saludándola al entrar uno de sus rayos por la ventana y despertándola. Una vez bien despierta, Jaz se da cuenta de que está acostada al lado de Flor y aprovechando que esta aun dormía la abraza suavemente para que no se despierte. Llena de amor mira a Flor pensando que así quería estar lo que le quedara de vida, junto a ella, esta abraza más el delicado cuerpo de Flor y recuesta su cabeza a la de ella, cuando de repente el brazo de Flor se extiende y la abraza. Al ver esto Jaz sonríe y cierra los ojos esperando que este momento nunca acabara.
   Tras estar un tiempo así, Jaz se levanta y prepara un rico desayuno para su invitada. Al oler las tostadas y el café, Flor se levanta algo hambrienta y distraída mirando a todos los lados tratando de ubicarse en el lugar.
-Buen día- le dijo Jaz sentándose en la punta de la cama
-Buen día. ¿Dónde estoy? No recuerdo nada de anoche, boluda- le contestó Flor algo distraída
-Es que estabas muy mal y lloraste mucho. Vos me pediste que trajera para acá. ¿No recuerdas nada? – le explicó Jaz
-No, nada. ¿Esta es tu casa? Que linda – dijo Flor levantándose de la cama y caminando por el salón
  De pronto Flor ve pegado a la pared casi escondido entre las sillas, un lienzo cubierto por un pañuelo blanco. Llena de curiosidad aprovecha un descuido de Jaz y ilusionada levanta el pañuelo. Pero cuál fue su sorpresa al desvelar el cuadro se encontró con su rostro rodeado de flores en él. Era la pintura que Jaz había hecho en el Tigre y la cual escondía como sus sentimientos. Al ver el descubrimiento de Flor y la cara que tenía, Jaz teme a su reacción y se acerca nerviosa y apenada
-¿Esta soy yo? – preguntó Flor muy sorprendida
-¿Eh? Si, puedo explicarlo – respondió Jaz muy nerviosa
  De pronto para sorpresa de Jaz de la cara de Flor salió una sonrisa – Es hermoso – exclamó  Flor sorprendida
-¿Posta? – preguntó Jaz muy confundida
-Sí, me encanta. Esto es de una profesional. Deja la cocina. Esto debería exponerse en una galería o algo así – sin dejar de mirarse en el cuadro
-¿En serio te gusta? – preguntó Jaz algo avergonzada
- Si, está hermoso. Quedé re linda- ¿Por qué soy yo? ¿No? – muy feliz cogiendo el cuadro en las manos
-Si, sos vos- asintió Jaz
-Sí, igual me pintaste mucho más linda de lo que soy – sonrojándose
-No, Flor, vos sos hermosa. Vos sos perfecta – le dijo Jaz
-Vos siempre me haces sentir re linda- sonriéndole
  De pronto sus miradas se cruzaron y se quedaron mirando una a la otra riéndose sin motivo aparente, se creó una conexión que ambas notaron cuando de repente suena el móvil de Flor. Esta se asusta y corre a atender, para ver en la pantalla que era su hermana Virginia. Al ver la llamada Flor se da cuenta de que la están buscando, pues Vir era como su madre y no la dejaba de cuidar por un segundo. Flor se pone los zapatos y recoge su abrigo rojo que estaba sobre una silla. Al ver que se iba, Jaz se brinda a acompañarla aunque su destino era lejos de la casa, pero Flor se niega y le da un beso en la mejilla para despedirse.  Jaz la acompaña hasta la puerta y allí Flor la abraza dándole las gracias. Esta va hasta el elevador y desde allí le lanza un beso a Jazmín, beso que tocó fuerte en el corazón de la colorada.
  Tras irse Flor, Jaz vuelve al salón de su casa y se tira en el cómodo sofá azul que había junto a la tele. Allí lanza un suspiro y se queda mirando al techo pensativa, cuando de pronto en su rostro se dibuja una sonrisa y mirando el cuadro se da cuenta de que aun había una esperanza.

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