Capítulo 30 "Arriesgarse"

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Dicen que cuando uno está enamorado, los corazones laten más de prisa y sin duda el de Jazmín era un fiel ejemplo. Su pequeño y delicado corazón iba a mil pulsaciones por segundo, sentía que le daría algo en cualquier momento.
Caminaba de una esquina a la otra de aquella plaza, donde había quedado con Flor a las 7 en punto de la mañana. Eran las 7:15 y ni rastro de la morocha, cosa que impacientó a la pobre Jazmín. Tenía el mal presentimiento de que ella no iría a su encuentro, pero se negaba a aceptarlo.
Pasó el tiempo y ya eran casi las ocho. La colorada miraba esperanzada cada camino por el cual podría llegar la chica, pero no había ni rastro de ellas. Ya preocupada tomó su móvil y la llamó. Sonó y sonó varias veces, pero nadie lo cogía, cosa que confirmó las sospechas de la colorada. Dándose por vencida decidió llamar a su habitación, a lo mejor se había quedado dormida y por eso no había llegado. Tras un solo timbre le contestó Miranda media dormida:
-eh, ¿Esté no es el cuarto de Flor?- pensando que se había equivocado
-Sí, sí, es solo que me quede a dormir ayer acá ¿Quién es?- media dormida
-Es Jazmín. ¿Está Flor?-
-Eh, no sé. Me acabo de despertar- dijo somnolienta mirando a su alrededor
-Ah, perdón si te desperté- dándose cuenta por su tono de voz –Miru, por las dudas si no salió le puedes avisar que me llame, por fis- le pidió ansiosa
Miranda asintió y para luego colgarle media dormida, dejando a una ansiosa colorada sin saber qué hacer, parada en el medio de aquel parque.
  La rubia iba a continuar durmiendo cuando unos sollozos provenientes del baño la despertaron nuevamente. Levantó la mirada confundida y en menos de un segundo se dio cuenta de quién era el llanto.
-Flor, sé que estás ahí. Jazmín te llamó ¿Me querés abrir?-
La puerta se abrió para mostrar a una destrozada Florencia sobre el suelo llorando como una niña de seis años
-Eh, ¿Qué pasó?- preocupada al verla así
-Que soy una cobarde. Acabo de dejar plantada al amor de mi vida por los miedos- dijo Flor entre lágrimas
-¿A Jazmín?- y ella asintió
-Ah, dios- Llevándose las manos a la cabeza –Me invitó a la casa del Tigre, las dos solas
Miru pasó su mano como señal de apoyo sobre su espalda -¿Vos la amas realmente?-
-Claro que la amo. Nunca he amado a nadie como la amo a ella- dijo siendo lo más sincera
-Entonces, ¿A qué esperas? Ve, arriésgate- dándole ánimos a su hermana
Flor la miró pensativa, sabía que su hermana tenía razón. Tomó aire y asintió
Miru comenzó a ayudarla a elegir la ropa que se pondría para ir a tal cita. Tenía que estar guapa, pues sabía que ellas solas en el Tigre, podría terminar en algo más que besos. Desanimada se quitó la blusa mostrando sus sujetadores, no eran nada sexys y de hecho eran un tanto viejos. Al ver esto Miranda supo que debía intervenir. Sin decirle una sola palabra corrió a su armario y sacó la ropa interior más sexy que tenía.
Al verla arcarse con aquel body negro de encajes a Flor casi le da una cosa y la vergüenza se apoderó de ella.
-No, no, no. No me voy a poner eso, Miranda- dijo avergonzada
-¿Por qué?- confundida
-Porque es muy obvio. Va a saber que voy a ir como buscando… como buscando ¡HACER LA TIJERA!-
-Bueno, eso ya lo decides tú. Pero solo te digo que con esto la desmayas. Le dejas el pelo azul- dijo Miru bromeando mientras se lo probaba por encima
-Sí, ya lo creo- exclamó Flor entre risas, pues realmente le quedaba sexy
Tras mucha insistencia de Miranda, Flor terminó por vestirse. Se puso una blusa de rayas rojas con unos jeans azules, los cuales le quedaban realmente hermosos. A pesar de verse radiante, la morocha se miraba al espejo desanimada. Temía no estar a la altura de aquella diosa pelirroja. Notando sus inseguridades Miranda se acercó a ella y comenzó a cantar una canción
¨Anda ve, cuéntale tu amor
Dile que la amas
Abre el corazón
Ella es la que te quita el sueño
Ella es la que te quita el sueño¨
-¿Y eso de dónde lo sacaste?- dijo riéndose al oírla cantar
-La acabo de improvisar ¿Te gusta?- dijo Miru riendo también
-Me encanta. Cuando sea famosa me la dedicas- le dijo siguiéndole el juego
-Dale, dejémonos de boludeces que Jazmín se va a acabar yendo- le dijo Miru dándole el bolso
-Ya se fue- dijo Flor triste
-¿Cómo que se fue?- confundida
-Sí, le acabo de mandar un mensaje y no me contesta- le dijo Flor cabizbaja
-Con más razón. Apúrate- dijo la pequeña empujando a su hermana
-Miru-
-¿Qué?-
-Te quiero- dijo Flor extendiendo sus brazos para abrazar a su pequeña hermanita –Gracias-
-No es nada- dijo Miru sacándola a empujones de la habitación
Para Flor la ayuda de Miru significaba mucho. Con ella tenía la confianza de hablar de este tema, el cual no era fácil de contar. Sin la ayuda de Miranda, Flor sabía que estaría pérdida.
Bajó lo más rápido posible, no quería ser vista para así evitar preguntas, pero en el holl había un lío tremendo. Trató de escapar de ahí, pero Vir que la vio la detuvo.
-Que linda que vas- dijo al verla
-¿En serio?-
-Sí, estás radiante- dijo mirándola de arriba abajo -¿Te estás yendo?-
-Eh,… No- dijo Flor con miedo a que hiciera preguntas
-Ah, perfecto, porque estoy con el desayuno sola porque Jaz…- en ese momento Vir se dio cuenta de lo que pasaba. Notó el nerviosismo en su hermana y la mochila que llevaba –Ah, la gente de cocina no está…- encajando el puzle
-No voy a poder- dijo Flor
-¿Te vas?-
-Si- nerviosa
-¿Me dijiste que no?-
-Em…- sin saber cómo salir de esta
-O sea que… Anda. Mándale un beso- dijo Vir con una sonrisa pícara. Ella sabía exactamente con quien se iba a encontrar su hermana y no podía estar más feliz por ella –Suerte-
-¡BRUJA DEL ORTO!- exclamó Flor saliendo de allí lo más rápido que pudo
Salió finalmente del hotel, pero no había dado ni dos pasos cuando se topó con la última persona con la que se quería encontrar, con Dani.
-Hola, Flor- dijo muy amable
Al verlo Flor estalló en un ataque de ticks debido a los nervios, cosa que Dani notó enseguida. Este la observó por un rato, dándose cuenta de que iba de viaje al ver el bolso que llevaba
-¿Salís?- sospechando
-Si- dijo Flor sin mirarlo a la cara
-¿Con quién?-
-Dani, no me parece que te tenga que responder eso- dijo con un tono áspero. Dani estaba siendo realmente desubicado.
Sin responderle nada, Flor salió de allí muy seria, dejando a un desconfiado Daniel en la puerta del hotel. Este entró furioso para toparse con Leo, el chico que se encargaba de las reservaciones.
-Che, ¿Vos sabes a dónde va Flor? Y lo más importante ¿Con quién?- dijo serio
El chico que no era muy inteligente se sintió amenazado por Dani y escupió todo al segundo –No lo sé, pero según lo que oí se iba a ver con alguien- dijo asustado
Dani se quedó pensativo -¿Jazmín, la de la cocina está?-
-¿La pelirroja buenorra?- dijo Leo
-Sí, esa misma- dijo enojado
-No, hoy es su día franco- dijo Leo
Al oír esto todo encajó en la cabeza de Daniel. Sin duda su ex prometida se iba a encontrar con la colorada en un lugar muy lejos del hotel. Rabiando de rabia salió de allí dispuesto a encontrarlas.
Un tiempo después Flor llegó al Tigre, donde comenzó a preguntar por la casa de Jaz. Finalmente uno de los chicos de por allí le indicó una gran casa a la orilla del Río. Caminó hacia la gran y amarilla casa, la cual parecía sacada de un cuento de hadas y tenía como nombre ¨La Gloria¨.
Tomó aire y decidió tocar en aquella casa. Tocó varias veces y llamó a Jaz, pero nadie le respondía. Miró hacia todos lados y no había señal de la pelirroja, cosa que la hizo pensar que ella no había ido. Bajó las escaleras triste, hasta llegar al césped donde se detuvo mirando esperanzada hacia la orilla del río.
  De pronto  a lo lejos, detrás de unos árboles, su vista detectó una silueta conocida sumergiéndose en aquel río. Se acercó poco a poco para darse cuenta de que era Jazmín, la cual sin darse cuenta de su presencia se daba un delicioso baño en el río.
Sus ojos se abrieron como dos agujeros negros al notar que la colorada no llevaba ropa, estaba completamente desnuda. Miró hacia todos lados asustada de que alguien la viera, pero el lugar estaba completamente vació debido a que todos se concentraban en la otra parte del río, lejos de allí.
Se acercó en silencio, observando hipnotizada el cuerpo de aquella diosa. Era perfecto, sus curvas, sus pechos, todo en ella era absolutamente divino. Flor nunca había visto a una mujer desnuda de esa forma, y sus deseos por tocarla crecían cada vez más. Sintió su garganta secarse al ver como la colorada sacaba la mitad del cuerpo del agua mostrando sus definidos pechos.
-¡PEZONES ROSADOS!- exclamó al verla completa ante ella
Ante sus palabras Jaz se giró asustada, y se sumergió en el agua para no ser vista -¡¿Quién anda ahí?!- un poco asustada
Flor no tuvo más remedio que salir de su escondite avergonzada
-¿Flor?- emocionada -¿Viniste?-
-Sí, lo siento por no haber ido a nuestro encuentro- dijo Flor avergonzada
-No pasa nada. ¿Qué hacías allá atrás?- dijo con una sonrisa
Los cachetes de Flor se pusieron color fuego –Mirarte- dijo finalmente
Jaz sonrió de medio lado y comenzó a salir del agua, mostrando su monumental cuerpo a la morocha, la cual trataba de no mirarlo
-¿Me alcanzas mi ropa?- dijo la colorada indicándole unas ropas colgadas de un árbol
Flor nerviosa y temblando como una pluma se las dio, para luego voltearse. De pronto sintió dos toques en su espalda
-Pensé que no ibas a venir- dijo Jaz ya vestida
Flor se volteo –Yo tampoco. Debo admitir que me dio mucho miedo, pero finalmente me decidí. Me decidí a…-
-Arriesgarte- finalizó Jaz
-Sí, a arriesgarme- confirmó la morocha respirando hondo
-Qué bueno que estés acá- mirándola enamorada
-Sí, que bueno- con la misma mirada
-Gracias por… venir- dijo Jaz con una sonrisa súper tierna
-No, gracias por invitarme- le dijo la morocha
Se quedaron un rato mirándose, ambas sabían lo que podía significar ese día para las dos. Si sucedía lo que tenía que suceder iba a ser un paso muy grande en su relación
-¿Subimos?- preguntó Jaz con una voz temerosa. La colorada estaba muy nerviosa ante Flor
-Sí, subimos- dijo segura
Jaz subió primero y Flor la siguió, entrando a aquella casona, la cual sería muy pronto escenario de la muestra del más puro amor.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now