Capítulo 41 "Estúpidos miedos"

689 33 1
                                    

Ya había pasado una semana desde lo sucedido con Elena, y Jazmín trataba de evitar lo mayor posible el contacto con ella. Por suerte tenía a Javo, quien siempre la cubría y cuando veía a Elena cerca la ayudaba a esconderse. Pero ya Jazmín estaba cansada de esta situación, no quería seguir huyendo de su pasado por lo que es día se levantó dispuesta a hacerle frente.
Era la hora de desayuno y Elena estaba sentada en su mesa habitual mirando hacia la cocina. Jazmín notó su mirada sobre su cuello y muy seria decidió ir a dónde estaba. Llegó a la mesa y prácticamente le tiró el plato de desayuno.
-Podes parar- le exigió la colorada
-¿De qué?- preguntó Elena
-De hacer eso. De mirarme así- nerviosa
-¿Cómo? ¿Muerta de amor?- dijo Elena apoyando su barbilla en su mano mientras la miraba de arriba a abajo
-¡Elena, basta! Yo continué con mi vida y imagino que vos con la tuya. Ya déjalo pasar- le dijo Jaz agobiada
-No puedo, Jaz. Desde que te vi me di cuenta de que nunca te dejé de amar- le dijo la rubia
-¿Amar? ¿Me estás hablando de amor? ¿Vos?- dijo Jazmín irónica
-¿Sí? ¿Por qué?-
-Elena, vos fuiste la que me abandonaste. Me dejaste tirada cuando más te necesité- le dijo Jaz apoyando las manos sobre la mesa ya bastante enojada
-Y me arrepiento cada día de eso- dijo Elena tratando de sujetar su mano pero ella la alejó
-Demasiado tarde- dijo Jazmín alejándose
Elena estaba dispuesta a salir detrás de ella, cuando llegó Javo y la detuvo
-Ey, para, para. A ella me la dejas en paz- le dijo frenándola
-¿Vos quién sos para decirme lo que tengo que hacer?- dijo Elena arrogante
-Yo soy su mejor amigo. Y sé de sobra quién sos vos, por lo que puedo echarte a patadas si quiero- dijo Javo muy serio
-Vos no entiendes. Jazmín me sigue amando. Ella es mía-dijo Elena observando hacia la cocina
-No, no, mamita. Jazmín ya no te ama. De hecho Jazmín está en la mejor etapa de su vida, no le haces falta- aseguró Javo
-¿Qué dices? ¿Está con alguien?- dijo Elena temerosa
-Eso no me toca a mí responderte. Pero solo te puedo decir que ella no quiere volver a repetir aquella historia- dijo Javo
-No sabes todo el cuento- dijo Elena –Las historias siempre tienen dos versiones-
-Me sé la parte de mi amiga que es la única que me interesa- dijo Javo alejándose sin apartar la mirada de ella y entrando a la cocina junto con Jaz
Pasaron las horas y gracias a Dios Elena no había vuelto a molestar a Jazmín, por lo que la colorada aprovechó para ir a su casa junto con Flor. Una vez allí las dos solas comenzaron a hablar, a besarse… lo habitual.
Flor estaba acostada sobre ella en el sofá, mientras acariciaba su rostro
-¿Cómo haces?- preguntó Flor con una sonrisa
-¿El qué?- curiosa
-Para estar siempre tan hermosa- dijo la morocha haciéndola sonrojar
-Ay, que boluda. No vos sos hermosa- dijo Jaz dándole un pequeño beso en los labios
La morocha la abrazó bien fuerte contra ella y le besó la mano
-Prométeme que nunca vamos a dejar de estar así- le dijo Flor
-Eso depende de vos- dijo Jaz y la morocha la miró
-¿Por qué de mí?- confundida
-Porque yo no te voy a dejar por nada del mundo. Y si vos me dejas yo te voy a perseguir toda la vida hasta que vuelvas a mi lado- le dijo Jaz riéndose
-Ay, eso sonó siniestro- dijo Flor riéndose
-De acosadora ¿No?- dijo Jaz riéndose también
-Súper acosadora-
-No me importa. Es lo que siento. Siento que si te pierdo me muero- dijo la colorada y Flor no pudo evitar besarla llena de amor
Así se pasaron todo el mediodía, hasta que Jazmín tuvo que regresar al hotel para hacer la comida.  Al llegar se despidieron con un beso furtivo para que nadie las viera y Jazmín continuó hacia la cocina. Pero lo que no sabían las chicas es que alguien había visto ese beso… Elena, quien como una acosadora estaba espiando a la colorada en todo momento. La rubia respiró llena de celos y se fue hacia su habitación con un plan en mente.
Ya había terminado el turno de Jaz y esta se disponía a irse cuando es interceptada en la cocina por Elena.
-¿Qué haces aquí?- dijo Jazmín al verla
-Tomar lo que es mío- dijo Elena lanzándose a sus labios
Por otro lado Flor iba a la cocina cuando vio tan semejante escena y sintió que su mundo se derrumbaba. ¿Jazmín la engañaba? No dudó en irse sin llegar a ver como la colorada alejaba a la rubia llena de asco.
-¡¿Por qué hiciste eso?!- dijo Jaz alterada mientras se limpiaba el labial -¡No te acerques más a mí! ¡¿De acuerdo?!- y salió de allí llena de rabia
Mientras en su habitación una alterada Florencia Estrella se maldecía una y mil veces. Sentía un gran vació en el corazón, se sentía una estúpida por creer en la colorada.
De pronto sintió la voz de Jaz a través de la puerta y recordó que habían quedado en salir. Sabía que si contestaba Jaz no se iría hasta que le abriera, por lo que decidió hacer silencio hasta que la colorada se rindió y se fue de allí muy confundida.
El día siguiente fue realmente extraño para ambas. Jaz trataba de acercarse a Flor pero esta siempre la esquivaba sin darle ninguna explicación, de esta forma llegó nuevamente la noche y por fin Jaz pudo alcanzar a la morocha.
-¿Me puedes decir que te pasa?- dijo sujetándola del brazo
-¿A mí? Nada, nada- haciendo un montón de gestos con su cara debido al Tourrette
-Florencia, no me mientas. Te conozco. Algo te pasa… ¿Lloraste?- preguntó Jaz preocupada al ver sus ojos rojos
-No, ¿Por qué debería de llorar? ¿Por qué vos me pongas los cuernos y te chapes a Elena? ¡RABA GOLDEN! ¡VULVA SATÁNICA! ¡CATADORA DE RABAS!- exclamó Flor furiosa
-¿Qué?- confundida -¿Quién te dijo semejante mentira?-
-¡Las vi! ¡Te vi como te la comías en la cocina!- dijo Flor alterada
-No, no, no, no. Eso fue un mal entendido. Lo malinterpretaste todo. Yo no besé a Elena, ella me besó a mí a la fuerza- trató de explicarle Jaz desesperada
-Sí, claro ¿Yo soy estúpida? Sí, es eso. Me ves cara de imbécil- dijo Flor sarcástica
-No, no digas eso, Flor. Déjame explicarte- le suplicó Jaz
-No tenés nada que explicarme- dijo Flor tragándose las lágrimas
En ese momento Flor divisó a Elena acercarse a ellas. Llevaba un vestido hermoso de color rojo y estaba lista para salir
-Mira ahí viene tu princesa- dijo Flor señalando a Elena
Jaz se volteó para quedar cara a cara con ella –Elena, ¿Qué quieres?-
-Nada, quería saber si ¿Quieres salir a cenar conmigo? ¿Y quizás algunas copas?- dijo Elena con todo el descaro
Jaz estaba a punto de responderle cuando Flor la interrumpió –Sí, sí, seguro. A ella le encantaría. Si no para de hablar de vos todo el día. Te adora. Son las pareja perfecta ¡LAME RABAS!-
Jazmín la miró confundida pero ella continuó hablando –Son la pareja perfecta ¡RABA GOLDEN SOBRE RABA ROJA! ¡FANÁTICAS DEL FELPUDO!- exclamó Flor muy seria
Le lanzó una mirada asesina a Jazmín y tras esto se dio media vuelta dispuesta a irse a su habitación
-Flor-dijo Jaz agarrándola del brazo
-Anda, si al fin y al cabo solo somos amigas- le dijo muy seria –Ah, no dejes que se te enfríe la comida- indicándole a Elena
Jaz la soltó herida y la dejó ir. Ella nunca le había hablado de esa forma. Esa no era la Florencia de quien se había enamorado. Una vez Flor salió de su vista se volteó para encontrarse con Elena, quien la esperaba impaciente.
Una furiosa Florencia llegó a su habitación y se lanzó sobre la cama sin consuelo. Quería morir en ese mismo momento. Se sentía destrozada y a la vez llena de culpa. Se aferró a su almohada llorando mientras recordaba todo lo lindo que habían pasado juntas y todo el amor que ella le había dado. Amor que sentía desvanecerse en ese momento. Recordó todas aquellas promesas, las cuales había roto por culpa de sus estúpidos miedos.

Tú eres para mí (Flozmín)Where stories live. Discover now